OMS SEARO Declaración de la ISP ante la OMS-SEARO en favor de un trabajo decente para lxs trabajadores de atención primaria de salud
En la 78ª reunión del Comité Regional de la OMS para Asia Sudoriental, celebrada en Colombo, Samudra Gunawardana, miembro del Comité Ejecutivo de la ISP para Asia y el Pacífico, hizo una declaración conjunta en nombre de la ISP y del Instituto Internacional de Salud Mundial de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-IIGH), en la que instaba a los gobiernos a reforzar los sistemas de atención primaria de salud (APS) garantizando un trabajo decente y unas condiciones justas a lxs trabajadores de la salud de primera línea.
Jyotsna Singh
Durante la reunión anual de la Organización Regional de la OMS para Asia Sudoriental (OMS-SEARO), celebrada esta semana en Colombo (Sri Lanka), la ISP y el UNU-IIGH presentaron una declaración conjunta. La declaración, pronunciada por Samudra Gunawardena, representante de la afiliada de la ISP Public Services United Nurses' Union (PSUNU) y miembro del Comité Ejecutivo Regional de la ISP para Asia y el Pacífico (APREC), se presentó en el marco del punto del orden del día en el que se examinaban los progresos realizados en relación con la Declaración de Delhi sobre el fortalecimiento de la atención primaria de salud como elemento clave para lograr la cobertura sanitaria universal.

En la declaración se subraya que la cobertura sanitaria universal no puede lograrse sin reconocer e invertir en las personas que hacen funcionar los sistemas de salud: el personal de Atención Primaria de Salud (APS). Insta a los Estados miembros a dar prioridad a los derechos, la seguridad y las condiciones laborales de lxs trabajadores de la APS, lo que incluye garantizar salarios justos, seguridad laboral y acceso a la protección social. Reafirmó la posición de larga data de la ISP de que el trabajo decente es la base de los sistemas de salud resistentes y que los gobiernos deben integrar los derechos laborales en sus marcos de políticas de salud para prestar una atención equitativa y de calidad para todos.
declaración
Honorables delegadxs,
El UNU-IIGH y la ISP agradecen la oportunidad de intervenir en relación con el punto 9.8 del orden del día. El UNU-IIGH es un grupo de reflexión del sistema de las Naciones Unidas que trabaja para promover políticas y prácticas sanitarias mundiales equitativas, justas y eficaces. La ISP representa a más de 14 millones de trabajadorxs de la salud en 700 sindicatos del sector de la salud y cuidado de todo el mundo.
Colectivamente, apoyamos el objetivo de reforzar la atención primaria de salud (APS) de la región y los compromisos de dar prioridad a la APS en los presupuestos sanitarios. Sin embargo, nos preocupa una flagrante omisión. Aunque la Declaración habla de invertir en el personal sanitario, no menciona los derechos fundamentales de lxs trabajadores de la salud, una remuneración justa y unas condiciones de trabajo dignas.
No podemos construir sistemas sanitarios resistentes sin un personal sanitario y asistencial respetado, cuyas necesidades estén garantizadas. El personal de la APS, compuesto principalmente por mujeres, sufre una escasez crónica de personal, se le niegan sistemáticamente sus derechos laborales y corre un mayor riesgo de sufrir violencia de género, acoso y abusos. Las Agentes Comunitarias de Salud (ACS), por ejemplo, son la columna vertebral de la APS, pero no están reconocidas formalmente como trabajadoras. Como tales, se les niega el salario mínimo, la seguridad laboral y la protección social, a pesar de prestar servicios sanitarios fundamentales a las comunidades más marginadas. El enunciado de la Declaración sobre la identificación de "responsabilidades compartidas entre los diferentes cuadros" puede convertirse fácilmente en un mandato para el traspaso de tareas a las ACS, sin remuneración ni derechos acordes. Y la digitalización conlleva grandes riesgos si no se centra en el bienestar y los derechos de lxs trabajadores de la salud. Por lo tanto, pedimos que se reconozca a todas las ACS como trabajadoras del sector público, de acuerdo con las normas de la OIT y las directrices de la OMS.
También reconocemos que el agresivo empuje de las instituciones financieras internacionales hacia la privatización de la salud y las medidas de austeridad están recortando el gasto público en personal sanitario en nuestros países.
Para concluir, apoyamos los objetivos de la Declaración, pero instamos a los Estados miembros a que inviertan en los derechos fundamentales de su personal sanitario si quieren reforzar la APS.