¿Salud pública para Kenia o lucros privados para Europa?

Un nuevo informe de CICTAR muestra que los contratos en la área de la salud alimentan los lucros empresariales y paralizan el maltrecho sector de la salud público de Kenia.

Un informe publicado hoy por el Sindicato de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia (KMPDU, por sus siglas en inglés) y el Centro Internacional de Investigación y Responsabilidad Fiscal de las Empresas (CICTAR, por sus siglas en inglés) plantea interrogantes sobre cómo se canalizan fondos destinados a mejorar el sector de la salud de Kenia hacia empresas de la área de la salud europeas con ánimo de lucro.

El informe describe cómo VAMED, empresa con sede en Austria y filial del gigante alemán de la salud mundial Fresenius, ha recibido millones de dólares de fondos del gobierno keniano para suministrar equipos a centros de salud kenianos. Los contratos de VAMED con el gobierno keniano se han sumado a la agobiante deuda internacional de Kenia, al tiempo que han desviado los escasos fondos de la salud pública.

El informe describe cómo VAMED, empresa con sede en Austria y filial del gigante alemán de la salud mundial Fresenius, ha recibido millones de dólares de financiación del gobierno keniano.

Fuera de Europa, el negocio de proyectos internacionales de VAMED ha operado en países de todo el Sur Global. En Kenia, los proyectos de VAMED se centran en mejorar las unidades de maternidad de los centros de salud de los condados. Sin embargo, las entrevistas con funcionarios de la salud de los condados kenianos plantean importantes dudas sobre la idoneidad y la calidad de los equipos suministrados. Un funcionario dijo: "Lo que suministraron al principio no funcionaba, trajeron otro, no funcionaba. Todos empezamos a sospechar que el equipo no era de la calidad que esperábamos".

Gran parte del equipo suministrado no cumplía las expectativas y es posible que ya no se pudiera vender en los mercados europeos. Los costes de estos equipos se han sacado de los ajustados presupuestos de la salud de los condados, sin evaluar las necesidades de salud pública de las comunidades locales. No hay información pública, ni siquiera para los funcionarios de la salud de los condados, sobre cómo se negociaron los contratos de suministro de equipos. Otro funcionario de la salud dijo: "Puedo confirmar que nadie en [mi] condado conoce el valor del proyecto, cuánto se gastó... o cualquiera de los detalles".

En 2019, la empresa hermana de VAMED, Fresenius Medical Care, admitió un patrón global de sobornos y corrupción durante una década para obtener contratos gubernamentales de equipos médicos, incluso en África, y pagó un acuerdo de más de 231 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos en virtud de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA).

El Secretario General de KMPDU, Dr. Davji Atellah, declaró: "En lugar de entregar enormes sumas de dinero para alimentar los lucros de empresas extranjeras plagadas de escándalos en negocios turbios, nuestro Gobierno debería invertir en nuestro personal de la salud de primera línea y en la prestación de servicios a las comunidades locales".

Los proyectos en Kenia fueron financiados anteriormente por el gobierno austriaco sin que se revelara que es un accionista significativo de VAMED. El ala de Financiación de Exportaciones del Gobierno británico también proporcionó financiación con cargo a los contribuyentes a la filial británica de VAMED, con el objetivo declarado de aumentar "las adquisiciones de VAMED a proveedores británicos de equipos y servicios de salud". Los actuales proyectos de VAMED en Kenia han sido financiados por el gobierno de Finlandia y han supuesto la exportación exclusiva de productos de este país, incluidas puertas.

El autor del informe CICTAR, Jason Ward, afirmó que "los gobiernos europeos que apoyan estos proyectos deben rendir cuentas sobre si se están cumpliendo los objetivos locales en materia de atención de la salud o si simplemente se centra en aumentar las exportaciones de sus fabricantes nacionales".

Atellah afirmó: "Exigimos una investigación transparente sobre quién impulsó estos contratos, quién se benefició y si estos fondos públicos están mejorando realmente los resultados de la salud para los kenianos".