Ante esta situación de emergencia mundial es urgente y obligatorio "Salvar vidas y proteger el trabajo”. Debemos proclamar que las vacunas son un bien común de la humanidad con el que no se pueden obtener ganancias privadas, en gran medida, porque para su desarrollo se ha invertido una ingente cantidad de dinero público, y que es una obligación política y moral vacunar a toda la población sin discriminación de ingresos o nacionalidad.