Mientras que algunos países de América Latina tienen altas tasas de vacunación, inmunizando a gran parte de su población, en otros se pone de manifiesto el abismo que aún existe y la necesidad de movilizar a la sociedad a través de sus organizaciones sindicales, políticas y populares. Desgraciadamente, esta realidad no sólo se da en el continente americano; en algunos países de África ni siquiera los profesionales de la salud se han vacunado todavía.

Para cambiar esta terrible situación, la Internacional de Servicios Públicos (ISP) apoya la campaña para la eliminación de las patentes de las vacunas contra COVID-19 y hace un llamamiento a todos los gobiernos y organizaciones para que se comprometan a luchar por VACUNAS PARA TODES.

Sólo así se podrá luchar contra las desigualdades regionales y promover la protección colectiva. Las investigaciones y los datos estadísticos muestran que, en todos los países, las personas más afectadas por la pandemia pertenecen a los sectores más vulnerables de la población, las personas negras, indígenas, la población LGBTQIA+, las personas pobres y desasistidas por el Estado.