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Una Victoria para la Energía Publica en los estados de Victoria y Queensland, Australia
Por Colin Long, Organizador para la Transición Justa en la cámara de comercio municipal de Victoria. Publicado inicialmente el 30 de diciembre de 2022 en el Boletín TUED no127
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Recientemente se ha producido un cambio en la política y el discurso en torno a la transición energética en Australia. Los gobiernos estatales, en particular, han empezado a reconocer el fracaso de la privatización, que se produjo a partir de la década de 1990 en muchos estados australianos (aunque no en todos).
En las recientes elecciones celebradas en el estado de Victoria, tradicionalmente el corazón industrial de Australia, el gobierno del Partido Laborista Australiano se comprometió a adoptar nuevas políticas significativas para iniciar el proceso de revitalización de la propiedad pública en el sector de la producción eléctrica. Se reconoce ampliamente que estas políticas y el compromiso del gobierno de reducir sustancialmente las emisiones, generar energía renovable y crear empleo fueron determinantes en su aplastante victoria electoral.
Victoria: Recuperando el SEC
El sistema eléctrico integrado estatal de Victoria, gestionado por la Comisión Estatal de Electricidad (SEC), fue privatizado por un gobierno conservador en los años 90, cuando los sistemas eléctricos estatales de Australia se integraron también en un mercado nacional liberalizado, el Mercado Nacional de Electricidad (NEM). El NEM es un sistema de ofertas diseñado para rentabilizar la inversión privada en generación y distribución de energía, aunque algunos generadores, sobre todo en Queensland, siguieron siendo de propiedad pública.
En Victoria, el reelegido Gobierno laborista ha empezado a restablecer la SEC y se ha comprometido a consolidarla en la Constitución del Estado para evitar futuras privatizaciones. Su misión inicial será construir 4,5 GW de capacidad de generación de energía renovable, con unos objetivos del 65% para 2030 y del 95% para 2035. El Gobierno mantendrá una participación de control en la propiedad de los nuevos activos energéticos, con una invitación a los fondos de jubilación del sector (fondos de pensiones con beneficios gestionados conjuntamente por sindicatos y patronal) para que coinviertan. El Gobierno espera que se creen casi 60.000 nuevos puestos de trabajo y un gran número de puestos de formación hasta 2035. El Gobierno también está estudiando la posibilidad de restablecer un distribuidor de electricidad de propiedad pública.
Hay que señalar que, por sí solo, el plan para el SEC no cambia fundamentalmente la naturaleza del NEM liberalizado. La SEC será un actor en un sistema eléctrico nacional basado en el mercado que sigue centrado en garantizar la rentabilidad de las empresas productoras más que en la reducción de emisiones o la transición de los trabajadores. Pero su envergadura, el claro compromiso de invertir en el interés público y el rechazo explícito a la privatización que ha acompañado a la política han contribuido a un cambio importante en el discurso en torno a la energía y el papel de los gobiernos en su suministro. El reciente descenso de la inversión en energías renovables y el enorme aumento de los precios para los consumidores como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania demuestran que los sistemas energéticos privatizados y mercantilizados no funcionan. La regeneración de la SEC demostrará que un enfoque de bienes públicos para los sistemas eléctricos no sólo es posible, sino necesario.
Queensland: Primera Carta mundial de lxs trabajadores de la energía
En otras noticias importantes, el gobierno del estado de Queensland hizo también recientemente importantes anuncios sobre el aumento de la inversión en energías renovables de propiedad pública. A ello se unió un compromiso de vital importancia, líder en el país, en favor de una transición justa para lxs trabajadores del sector energético: la Carta de lxs Trabajadores de la Energía. La Carta legislativa incluye 150 millones de dólares para garantizar puestos de trabajo, oportunidades de reorientación profesional y formación, mantenimiento de salarios, despidos voluntarios, traslados garantizados de puestos de trabajo, primas para la retención de competencias y la creación de un Defensor del Empleo en Energías Renovables a tiempo completo que asesore directamente al Ministro sobre la aplicación del plan. Las partes de la Carta son el gobierno estatal, los sindicatos y los productores de energía.
Australia lleva mucho tiempo rezagada en materia de cambio climático a escala nacional. Sin embargo, la reciente victoria del Partido Laborista Australiano (ALP) en las elecciones generales ha empezado a producir algunas mejoras significativas. Pero más importante aún ha sido la labor de los sindicatos para obligar a los gobiernos a situar los intereses de lxs trabajadores en el centro de la transición -como demuestra la Carta de lxs Trabajadores de la Energía de Queensland- y presionar a los gobiernos estatales para que reconozcan que la privatización ha sido un fracaso económico, social, medioambiental y técnico que hay que revertir si queremos llevar a cabo la transformación del sistema energético necesaria para evitar un cambio climático catastrófico. Esta es una lección que hay que comunicar alto y claro a los defensores de la liberalización y la privatización en África y otras partes del Sur global. El Primer Ministro de Victoria, Daniel Andrews, no puede ser más claro: "La privatización ha fracasado", dijo durante la campaña electoral, "ha fallado a los pensionistas, ha fallado a las familias, ha fallado a la ciudadanía de Victoria".