Una transición justa basada en la justicia social y los derechos laborales

La secretaria general de la ISP, Rosa Pavanelli, tomó la palabra en el Foro Político de Alto Nivel de la ONU durante el análisis del ODS 7 Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos, destacando la necesidad de emplear la investigación y la tecnología para cubrir las necesidades de los más desfavorecidos, no solo para obtener beneficios empresariales.

ODS 7 - en nombre de la Internacional de Servicios Públicos, la principal organización de trabajadores y sindicatos

En las sociedades modernas, nuestras vidas sociales y privadas dependen de unos servicios energéticos fiables y asequibles.

No obstante, más de mil millones de personas aún carecen de acceso a ellos, y muchos cientos de millones más solo poseen un acceso poco fiable e inasequible. Entre ellas, las mujeres son las más afectadas, puesto que el suministro de energía no es neutral en términos de género.

Debemos garantizar el acceso universal a la energía para el año 2030, y es preciso descarbonizar la producción de energía.

Los actuales enfoques de mercado no proporcionan la respuesta.

Hemos visto a demasiados productores de energía independientes utilizar sus contratos de compra de energía jurídicamente vinculantes para drenar el dinero de los contribuyentes y ofrecérselo a sus accionistas. El modelo de IPP-PPA ha resultado una vergüenza para muchas comunidades.

Si bien unas finanzas innovadoras y mixtas, la financiarización y la creación de más APP probablemente contentarán al sector financiero, estas propuestas no llegarán a los más necesitados.

Existen demasiados ejemplos de deficiencias en los modelos de privatización y financiarización y por eso que creemos que para alcanzar el ODS7 no podemos seguir actuando como hasta ahora.

Para mejorar el futuro de las personas y el planeta, debemos ser audaces y valientes:

Dejar los combustibles fósiles en el suelo.

Utilizar la investigación y la tecnología para cubrir las necesidades de los más desfavorecidos, no solo para obtener beneficios empresariales. Pero para ello necesitamos más que meras soluciones tecnológicas.

Necesitamos:

- Una sólida política y gobernanza públicas, que cuenten con la participación de usuarios y trabajadores para lograr un servicio público de calidad capaz de defender nuestros intereses comunes y satisfacer nuestras necesidades colectivas.

- Combatir la desigualdad del sistema fiscal mundial para que todos paguen lo que les corresponde.

- Proteger a los trabajadores y a las comunidades que sufrirán graves perturbaciones a medida que entremos en un planeta con bajas emisiones de carbono. Conseguir una transición justa basada en la justicia social y los derechos laborales.

Los servicios energéticos son demasiado importantes para dejarlos a merced del mercado.
Debemos situar a las personas por encima del lucro.

 

 

 

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