"Caring at a Cost", basado en las respuestas de más de 3.000 cuidadores inmigrantes, revela que algunos trabajadores pagaron más de 20.000 libras a intermediarios sólo para asegurarse un empleo en el Reino Unido, mientras que otros se enfrentan a condiciones de vida de hacinamiento y a abusos racistas en sus lugares de trabajo. El informe, que ha recibido una amplia cobertura en la prensa, también revela que más de una cuarta parte de lxs trabajadores encuestados cobraban por debajo del salario mínimo legal, por lo que muchos tienen dificultades para cubrir sus gastos básicos.

La secretaria general de UNISON, Christina Mcanea, declaró:

"El personal de cuidado que viene del extranjero está apuntalando un sector que se desmorona. Hay que tratar a estos trabajadores con respeto, no aprovecharse de ellos ni abusar de ellos.

Esto subraya la urgente necesidad de una reforma con un servicio nacional de cuidados y un acuerdo salarial justo en la asistencia social".

Una cuidadora -madre soltera- vendió todas sus pertenencias y pidió prestado a sus familiares para pagar 5.000 libras a cambio de la promesa de un puesto de trabajo. Sin embargo, no había turnos cuando llegó al Reino Unido y sigue sin trabajo.

Los resultados ponen de relieve el carácter mundial de la crisis de los servicios de cuidado. Con el envejecimiento de la población en muchos países, la necesidad de servicios de cuidado de calidad es cada vez mayor. Sin embargo, en lugar de invertir en infraestructuras asistenciales públicas y condiciones de trabajo dignas, muchos gobiernos confían en agentes del sector privado que a menudo se benefician de la explotación de lxs trabajadores migrantes.

Huma Haq, organizadora de cuidados de la ISP, subrayó que estos resultados reflejan una crisis mundial más amplia de los cuidados:

"La explotación de los cuidadores inmigrantes en el Reino Unido no es un incidente aislado, sino un síntoma de un sistema global roto en el que los gobiernos han privatizado y financiado cada vez menos los servicios de atención esenciales. Los gobiernos deben dar un paso al frente y asumir la responsabilidad de prestar servicios públicos de cuidado de calidad. Esto significa una financiación adecuada, una reglamentación apropiada y garantizar que lxs cuidadores, ya sean locales o inmigrantes, tengan plenos derechos laborales, condiciones de trabajo decentes y acceso a los sindicatos".

El informe de la ISP sobre las condiciones de trabajo decentes en el sector de los cuidados de larga duración analizaba los diferentes regímenes migratorios de los países que recurren a los trabajadores migrantes para reforzar la mano de obra del sector de los cuidados. Lxs migrantes complementan en gran medida el trabajo de cuidados remunerado y no remunerado en los países desarrollados del Norte Global, con mayores ingresos, para cubrir la escasez nacional de mano de obra causada por la infravaloración del trabajo de cuidados.

Esta corriente migratoria del Sur al Norte conduce a una escasez de cuidadores, lo que resta más recursos a la ya limitada prestación de cuidados en el Sur.

La ISP está trabajando con nuestras afiliadas, como UNISON, y con los sindicatos del Sur Global para garantizar que los trabajadores migrantes puedan acceder a todos sus derechos legales y estén protegidos de empleadores sin escrúpulos y de políticas gubernamentales ambiguas. Si su sindicato está trabajando para poner fin a la explotación de los cuidadores migrantes, envíe sus datos a la ISP. Para obtener más información sobre nuestra labor en el ámbito de la asistencia y participar en ella, envíe un correo electrónico a huma.haq@world-psi.org.