Durante los días 19 y 20 de octubre, en Lima, se celebró la Escuela Sindical Nacional para Jóvenes, un evento clave que reunió a casi 20  jóvenes trabajadoras y trabajadores peruanos en una experiencia formativa importante para este país. Bajo la organización de la Internacional de Servicios Públicos (ISP) y el patrocinio del proyecto FORSA, la Escuela buscó empoderar a una nueva generación de líderes sindicales, comprometidos con la defensa de los derechos laborales y la mejora de los servicios públicos en América Latina.

La jornada inaugural comenzó con las emotivas palabras de bienvenida de Reyna Concha, representante del Comité Coordinador de Perú, quien destacó la importancia de la participación juvenil en el sindicalismo actual. “La juventud no solo es el futuro, sino también el presente del movimiento sindical. Ustedes están llamados a ser la voz de las nuevas generaciones en la defensa de nuestros derechos”, afirmó Concha. Por su parte, Elar Culquicondor, representante del Comité de Jóvenes de Perú, motivó a las y los asistentes a involucrarse activamente en sus sindicatos, remarcando que “esta Escuela Sindical no solo fortalece nuestras habilidades, sino también nuestro compromiso colectivo para construir un ambiente laboral más justo y digno para todas y todos”.

El desarrollo de los contenidos estuvo a cargo de Nayareth Quevedo, secretaria Subregional del Cono Sur y coordinadora del Proyecto FORSA, quien guió a los participantes a través de una serie de talleres y exposiciones. Quevedo subrayó la relevancia de comprender las condiciones laborales actuales y el rol crucial del liderazgo juvenil en la transformación del sindicalismo en América Latina. En una de sus intervenciones iniciales, explicó: “El liderazgo sindical joven es esencial para lograr un movimiento sindical inclusivo, resiliente y capaz de adaptarse a los retos de un mercado laboral en constante cambio”.

El primer tema desarrollado fue el análisis del contexto laboral juvenil en Perú y en la región. Las y los jóvenes participantes discutieron la creciente precarización del empleo y cómo esta afecta especialmente a su generación, que enfrenta desafíos como la flexibilización laboral y la inestabilidad contractual. Se examinaron las diferencias en las condiciones de trabajo entre sectores, así como las barreras adicionales que enfrenta la juventud para acceder a empleos de calidad. Quevedo guió un debate en torno a cómo el sindicalismo puede y debe adaptarse a estas nuevas realidades para representar de manera efectiva a sus miembros jóvenes y abordar sus preocupaciones específicas.

En este contexto, los participantes señalaron que, en muchos casos, los empleadores utilizan nuevas tecnologías de monitoreo y control para limitar la autonomía de los trabajadores, lo que genera mayores tensiones en el entorno laboral. Los jóvenes discutieron cómo estas tecnologías podrían convertirse en herramientas de resistencia sindical y se exploraron estrategias para utilizarlas a favor de la transparencia y la negociación colectiva. También se reflexionó sobre la importancia de que los sindicatos promuevan políticas inclusivas, capaces de responder a los retos particulares que enfrenta la juventud en el mundo laboral.

Promoción del Convenio 190: Una Lucha por el Trabajo Digno

Uno de los puntos importantes de la formación fue la sesión dedicada al Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo. Este convenio, adoptado en 2019, establece el derecho de todas las personas a un ambiente laboral libre de violencia y acoso, incluyendo la violencia de género. Quevedo enfatizó que este instrumento representa un avance significativo en la protección de los trabajadores y es una herramienta fundamental que los jóvenes deben promover en sus organizaciones sindicales.

Durante la sesión, los participantes aprendieron sobre la importancia de la ratificación del Convenio 190 en sus respectivos países y cómo este acuerdo protege a los trabajadores más vulnerables, asegurando un ambiente de respeto y dignidad en el trabajo. Quevedo explicó que el Convenio 190 no solo cubre la violencia física, sino también otras formas de abuso, como el acoso psicológico, económico y sexual, que afectan gravemente el bienestar de los trabajadores. Las y Los jóvenes debatieron estrategias para visibilizar estos problemas y fomentar la ratificación del convenio en Perú, comprometiéndose a actuar como agentes de cambio en sus lugares de trabajo y en sus sindicatos .

Taller de Comunicación Estratégica: La Voz del Sindicalismo Joven

Otro de los aspectos centrales de la Escuela fue el taller de comunicación estratégica, enfocado en la necesidad de una comunicación efectiva para fortalecer las organizaciones sindicales. Quevedo destacó que, en la actualidad, la construcción de una imagen positiva y coherente es esencial para ganar la confianza de los miembros y la sociedad. En este taller, las y los jóvenes aprendieron a identificar y emplear herramientas de comunicación que puedan ser efectivas para transmitir sus mensajes, construir alianzas y crear campañas de impacto. 

Se abordaron los tipos de comunicación que puede establecer un sindicato: proactiva, que se genera internamente para informar y motivar a los miembros; y reactiva, que surge como respuesta a demandas externas, como medios de comunicación o comunidad. Los participantes practicaron técnicas para responder adecuadamente a situaciones de crisis, y se expusieron ejemplos de campañas que pueden captar la atención de las nuevas generaciones, utilizando un lenguaje que los represente y motive a sumarse al sindicalismo .