Trabajadorxs de la salud en América Latina siguen desprotegidxs

La escasez de equipos de protección personal (EPPs) y de kits de pruebas para el coronavirus, además de la falta de orientación y capacitación profesional para el enfrentamiento a esta enfermedad sigue siendo la realidad de lxs trabajadorxs de la salud en varios países de América Latina tras casi dos meses de la confirmación del primer caso de la Covid-19 en la región.

Este escenario fue relatado por dirigentes de afiliadas a la Internacional de Servicios Públicos (ISP) durante una reunión virtual realizada el 7 de abril. Un primero encuentro se había realizado el 24 de marzo. La ISP está organizando reuniones de este tipo en el contexto de la pandemia para distintos sectores: por ahora, además de la salud, también ocurrieron encuentros para los sectores de servicios municipales y regionales, de agua y saneamiento y de trabajadorxs del Poder Judicial.

A ejemplo de la llamada virtual anterior, la secretaria general de la ISP participó de la segunda reunión, ocasión en la que afirmó que la preocupación con lxs trabajadorxs de la salud, así como el problema de la escasez de elementos de protección, es un tema central en los debates de la mayoría de los países.

Por otra parte, dijo, en Europa hay señas contradictorias sobre la manera de seguir haciendo frente a la pandemia. “Por un lado hay la preocupación de muchos sobre la necesidad de seguir manteniendo cerradas las actividades, de ser muy cuidadoso en la evaluación de la progresión del virus. Pero al mismo tiempo los gobiernos empiezan a ser presionados por los empleadores, que quieren volver a una situación de vida normal. Lo que no va a ser posible, creo, durante muchos meses.”

Pavanelli destacó también la postura de la ISP sobre las medidas económicas que se deben tomar para mitigar los efectos de la pandemia. “Es necesario que haya inversiones para apoyar los trabajadores, los pequeños negocios, la economía local, sin la cual es imposible pensar en una retomada de la actividad económica. Los temas de la protección de los trabajadores y de la defensa del sistema de salud público no pueden estar separados del tema de cómo vamos a repensar la economía en el futuro después de la Covid-19”, concluyó.

América Latina

En el caso de la región latinoamericana, los relatos de lxs dirigentes de las afiliadas sobre la escasez de equipos de protección personal y de kits de pruebas para profesional coincidieron ampliamente. En algunos países, aquellos que denuncian tales situaciones son despedidos o perseguidos. La precariedad general de los sistemas de salud, agravada por recortes de presupuestos y personal en los últimos años, también fue señalada como un factor que impide una adecuada respuesta al brote de coronavirus.

Gabriela Flores, presidenta de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada (CONFUSAM), de Chile, denunció que en su país los equipamientos de protección, además de escasos, no se los permite utilizar siempre que necesario. “El gobierno elabora instructivos tratando de restringir el uso de EPPs”.

María Fernanda Boriotti, presidenta de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), contó que se está solicitando a los gobiernos nacional y provinciales de Argentina que lxs trabajadorxs pudieran hacer pruebas para Covid-19 apenas presenten alguna mínima sintomatología. Asimismo, ella destacó la campaña de su organización sindical para que la Covid-19 fuera reconocida como enfermedad profesional, reivindicación que se concretó el 13 de abril.

Además de la falta de protección y de las jornadas exhaustivas, que han causado daños psíquicos, lxs profesionales de la salud tienen que enfrentar, en algunos casos, propuestas de reducción de los salarios y de reforma del Estado (que implicaría recorte de personal y de salarios), conforme relataron respectivamente María Esther Fernández, de la Asociación Nacional de Profesionales en Enfermería (ANPE), de Costa Rica, y Raúl Barreto Negrete, del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay (SITRAMIS)

Buenas prácticas

Las y los participantes de la reunión virtual también compartieron algunas “buenas prácticas” adoptadas por las organizaciones sindicales para presionar los gobiernos a tomar las medidas adecuadas de protección de lxs trabajadorxs y de bienestar de lxs pacientes enfermos por Covid-19. Luba Melo, directora del Sindicato dos Servidores Municipais de São Paulo (SINDSEP), de Brasil, explicó que su organización integra una mesa técnica de la salud de la alcaldía de São Paulo, donde una vez a la semana realiza denuncias sobre la situación de los hospitales y unidades básicas de salud. A nivel nacional, lxs ciudadanxs y profesionales brasileñxs en la primera línea de respuesta al coronavirus tienen que enfrentar, además del propio virus, la postura del presidente Jair Bolsonaro, que sigue haciendo críticas a las medidas de distanciamiento social defendidas por el Ministerio de la Salud y gobernadores, y subestimando la gravedad de la pandemia.

María Esther Fernández igualmente señaló que las quejas de profesionales de la salud que recibe el sindicato son transmitidas directamente a las autoridades gubernamentales costarricenses. Sin embargo, María Fernanda Boriotti, de la FESPROSA, de Argentina, dijo que los comités de crisis conformados en ese país no cuentan con representaciones de lxs trabajadorxs. “Estamos planteando que participemos, pero sin resultados positivos en este sentido.”

En Chile, la CONFUSAM y la FENPRUSS realizan y divulgan un catastro diario de profesionales afectadxs por la Covid-19. Los datos están sirviendo para cuestionar los números oficiales y presionar a que el gobierno tome las medidas necesarias.

Otro planteamiento de las organizaciones sindicales, que también se hace mundialmente a través de la sede mundial de la ISP, es la reconversión industrial para la producción de equipos de protección e insumos médicos. Boriotti afirmó que la FESPROSA ha instado al gobierno nacional de Argentina, vía el Ministerio de la Salud, “que tome una posición firme interviniendo en las empresas textiles” en este sentido. Por su turno, Luba Melo, del SINDSEP, de Brasil, dijo que el sindicato estableció un diálogo con la Central Única de los Trabajadores (CUT) de ese país para que se presione para que las industrias metalúrgica y química reconviertan su producción.