Trabajadores de los servicios públicos en primera línea para ayudar a lxs afectadxs por las lluvias en Brasil

Más de 2 millones de personas se han visto afectadas por las lluvias que han azotado el estado de Rio Grande do Sul en las últimas semanas. Más de un centenar de muertos y 618.000 personas desplazadas y sin hogar. Un fenómeno climático extremo que demuestra que la emergencia climática ya es una realidad. Lxs trabajadores de los servicios públicos están en primera línea de esta crisis.

El mayor estado de la región sur de Brasil ha vivido en las últimas semanas la mayor catástrofe medioambiental jamás vista en el país. La capital, Porto Alegre, sufrió la mayor inundación de la historia. Una tragedia anunciada por la ciencia e ignorada por los gobiernos.

Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes y los gobiernos locales y nacionales deben invertir más en medidas de prevención y adaptación, además de adoptar políticas para preservar el medio ambiente y reducir las emisiones de CO2. Llegaron las lluvias y se inundaron ciudades enteras. 428 de los 497 municipios del estado están sufriendo las consecuencias de las tormentas. También es una crisis política, porque el gobierno del estado ha invertido menos de lo que debería en medidas de adaptación, ha promovido retrocesos en las políticas medioambientales y todo el sistema de prevención de inundaciones de la capital se ha venido abajo.

"Rio Grande do Sul está viviendo una gran tragedia, algo que se anunció hace mucho tiempo pero que no se evitó. En estos momentos, son los trabajadores los que más sufren, especialmente los del sector de la salud, porque además de perder sus pertenencias y familiares, tienen que estar en el trabajo para atender a los heridos y enfermos", dijo Milton Francisco Kempfer, de la Federación de Empleados de Establecimientos de Servicios de Salud del Estado de Rio Grande do Sul - FEESSERS.

Bomberos, personal de protección civil, agua, energía, alcantarillado, cuidado, salud, policía civil y militar, policía federal de carreteras y guardia nacional están en primera línea para asistir a la población afectada, apoyar la búsqueda de desaparecidos y la evacuación de las ciudades, rescatar a los residentes varados y garantizar la seguridad en los refugios. Aunque el sector privado responsable y la sociedad civil se están movilizando en acciones solidarias, el Estado y los trabajadores de los servicios públicos son los principales responsables de prestar atención primaria a la población afectada.

"Es importante subrayar que los funcionarios públicos que trabajan en primera línea estaban allí y siguen estando. Estoy hablando del personal de tráfico de la Policía Federal de Carreteras, de la Policía de Carreteras del Estado, de los agentes de tráfico de los municipios, que están allí firmes intentando rescatar a la gente y tratando de garantizar el acceso a zonas difíciles para ayudar a las personas sin hogar", dijo Silvana Teresa Piroli, del Sindicato de Servidores Municipales de Caxias do Sul/RS - SINDISERV.

"Hablamos de los funcionarios públicos que trabajan en el agua, en el tratamiento de aguas y alcantarillado, en las pocas zonas en las que todavía tenemos un servicio público que no está privatizado. Estamos hablando de trabajadores de diferentes sectores que están ayudando a evacuar a las familias, asistiéndolas cuando llegan a un lugar seguro, en los refugios, acompañándolas, clasificando donaciones, clasificando personas, para garantizar que todo el mundo tenga acceso a un espacio en este momento de crisis", recordó Piroli.

João Cayres, Subsecretario para Brasil de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), señala que, desgraciadamente, sólo en tragedias como ésta la población se da cuenta realmente de la necesidad de un sector público bien cuidado. "En Rio Grande do Sul, y especialmente en Porto Alegre, los gobiernos con discursos privatizadores no han invertido en el sector público, lo que podría haber mitigado en gran medida el impacto de esta tragedia", afirma.

Sólo un Estado fuerte podrá garantizar una respuesta eficaz para proteger la vida.

"En estos momentos de crisis se hace aún más patente la necesidad de un Estado organizado y fuerte para hacer frente a estas dificultades, pero el Estado está formado por servidores públicos, porque los servicios públicos de calidad los prestan servidores públicos en todos los lugares de este país. Porque tienen estabilidad, porque están ahí y conocen sus comunidades, porque saben cómo hacer frente a lo inesperado y llevan muchos años realizando las tareas que hay que hacer en estos momentos", afirmó Piroli.

También corresponderá a los trabajadores de los servicios públicos y al Estado reconstruir toda la infraestructura de las ciudades. Puentes, carreteras, escuelas, casas... los retos son inmensos y habrá que garantizar la inversión pública.