Segundo webinario de la Escuela Sindical Abierta en Paraguay: Participación y Libertad Sindical

Con el tema “Participación y Libertad Sindical”, el jueves 19 de agosto se dio inicio al segundo módulo de la Escuela Sindical Abierta, iniciativa de capacitación online organizada por la Internacional de Servicios Públicos (ISP) en conjunto con la coordinadora nacional de gremios afiliados a la ISP en Paraguay, gracias al patrocinio del proyecto Union to Union.

La actividad fue presentada por Nayareth Quevedo, secretaria subregional de la ISP para el Cono Sur y contó con la asistencia de unas cien personas conectadas en forma simultánea, entre ellas Nilton de Oliveira, coordinador de los gremios afiliados a la ISP en Paraguay, y Mirtha Arias, representante subregional del Comité de Mujeres del Cono Sur de la ISP.

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Escuela Sindical Abierta: La participación y la libertad sindical

Tal como en el primer módulo, la charla estuvo a cargo de María Fernanda Villegas, directora del Centro de Estudios del Trabajo (CETRA), quien abordó materias como el derecho al trabajo y a la organización, normas básicas internacionales, elementos históricos de la lucha sindical y principios del sindicalismo, internacionalismo sindical, además de derechos y obligaciones de la participación sindical.

En ese contexto, Villegas recordó que el derecho al trabajo es un derecho fundamental de todo ser humano, consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), en su artículo 23, el cual establece que toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de un trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. “Se trata de un derecho inalienable, para todos los seres humanos, sin discriminación alguna y debe asegurar una existencia conforme a la dignidad humana”, precisó la especialista.


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Asimismo, indicó que el derecho al trabajo se complementa y perfecciona con el derecho a la libertad sindical, que considera el derecho a reunión, a opinión y a fuero sindical. “Para que el derecho a la libertad sindical sea posible, deben darse ciertas garantías. Por ejemplo, que no existan injerencias del Estado ni de los empleadores o prácticas de discriminación sindical”, añadió.

Y si bien reconoce que algunos países – entre ellos Paraguay – han tenido dificultades con el fuero sindical, recalca que “gracias a la norma internacional, este principio ya está instalado y lo que debemos hacer ahora es organizarnos para luchar por que se cumpla”.

También llamó a tener presente que hay grupos en que el derecho al trabajo y a ejercer la libertad sindical están muy restringidos, como las mujeres, las personas con discapacidad, los pueblos originarios y los jóvenes. Por ende, parte del rol de los sindicatos es promover que estos sectores tengan mayor participación, tanto en el mundo del trabajo como en el sindical. “Muchas veces, los propios jóvenes se autoexcluyen de los sindicatos, porque sienten que no los representan. Tenemos que luchar por que la experiencia de ellos en los sindicatos sea gratificante, equitativa y que también puedan acceder a información y cargos de representación”, recomendó.

María Fernanda Villegas
María Fernanda Villegas
Derechos conseguidos por el movimiento sindical

Posteriormente, Villegas hizo un repaso de las normas básicas internacionales del trabajo y la libertad sindical, centrándose en los convenios 87 y 98 de la OIT, enfatizando que estas normativas, al igual que otros avances en materia de derechos laborales y sindicales, han sido el resultado de la lucha constante de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras.

Ese camino solo ha sido posible porque la gente se ha organizado y ha ejercido la libertad sindical y ha luchado por lo que cree justo y digno

“Si hacemos un recuento histórico, podemos ver que en el siglo 19, en el proceso de industrialización, el capitalismo trataba a las personas solo como un engranaje más; tenían condiciones y salarios de pobreza, no había horario laboral ni seguridad social, los adultos y niños morían porque vivían en condiciones de hacinamiento. Este tipo de abusos los hemos ido erradicando lentamente; los trabajos forzosos, el trabajo infantil, la trata de personas, la esclavitud. Y aunque aún queda mucho por andar, debemos recordar que ese camino solo ha sido posible porque la gente se ha organizado y ha ejercido la libertad sindical y ha luchado por lo que cree justo y digno, bajo la premisa de que todos los seres humanos somos iguales en dignidad. Cada uno de estos elementos han sido conquistas del sindicalismo. No hay que concebirlos como un regalo o una dádiva de personas expertas. Son lo que cada organización ha contribuido a conquistar”, apuntó.

Del mismo modo, explicó la importancia e implicancias del internacionalismo sindical y el panorama actual de las organizaciones internacionales que, en el contexto de la globalización, están viviendo un interesante proceso de fortalecimiento, que se debiera apoyar. “Los trabajadores del mundo tienen básicamente los mismos problemas; la precarización del empleo, el abuso y la violencia en el trabajo y los temas medioambientales son temas globales. Lo que pasa con el capitalismo y la reducción del Estado son problemas globales, más aún cuando existen empresas trasnacionales. Entonces lo fundante es que los intereses de los trabajadores y trabajadoras trascienden fronteras y solo la unión puede ayudarnos”, concluyó.