Se inicia la Escuela de Líderes Jóvenes en Paraguay: la juventud como motor de cambio

Con el webinario “Historia del movimiento sindical y la importancia del nuevo liderazgo como sujetx de cambio”, realizado el martes 25 de mayo, la Internacional de Servicios Públicos (ISP) inauguró la Segunda Escuela de Líderes Jóvenes, dirigida a jóvenes trabajadores/as de los servicios públicos de Paraguay, que se enmarca en el proyecto Union to Union.

Este encuentro forma parte de siete módulos de dos horas, que se efectuarán hasta el 7 de noviembre, y que buscan impulsar la participación juvenil dentro de las organizaciones. Según los términos de la Escuela de Líderes Jóvenes, esta modalidad formará a 30 representantes de las afiliadas de la ISP en Paraguay, cautelando la equidad de género en la participación.

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2021-05-25 Escuela Jóvenes Paraguay Historia Sindical

Escuela Jóvenes Paraguay Historia Sindical

La encargada de darles la bienvenida a las y los jóvenes fue la secretaria subregional de la ISP para el Cono Sur, Nayareth Quevedo, quien explicó que este espacio virtual sindical no busca solo entregar una base conceptual mínima sobre la realidad paraguaya, sino que también “dotar a la juventud de herramientas que les permitan construir políticas pro jóvenes en sus organizaciones y diseñar estrategias sindicales en base a sus propias necesidades, características e intereses”, aseveró.

En ese sentido, hizo hincapié en la importancia de estos encuentros para Paraguay, pese al desafío de la no presencialidad y la coyuntura actual que vive el país, donde la ciudadanía ha salido a manifestarse contra la corrupción, el abandono estatal, las problemáticas vinculadas al desfinanciamiento de la salud pública y las consecuencias socioeconómicas en general por el complejo escenario laboral que, sin duda, profundizará aún más las desigualdades existentes, como las de género y juventud.


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Quevedo se apoyó en el último análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el impacto de la covid-19 en el mercado laboral, el cual reveló el efecto negativo que ha tenido la pandemia en las y los trabajadores jóvenes, y que probablemente continúe creciendo. “Se estima que solo en América Latina y el Caribe el desempleo juvenil será del orden del 20%, muy superior al promedio que se pronostica a nivel mundial que es del 13%. Y de ahí la importancia también de que nos involucremos en estos procesos”, indicó.

“Creemos que estas consecuencias, como también las políticas y reformas que se están impulsando en países como Paraguay, deben ser parte de las materias formativas de las y los jóvenes. Necesitamos crear poder para transformar la normalidad que nos oprime en una nueva, con más justicia social donde quienes hoy inician esta escuela jueguen un rol importante tanto en su militancia como en sus propias organizaciones. Es fundamental reconsiderar para ello el papel de los servicios públicos”, cerró la secretaria subregional.

Nayareth Quevedo
Nayareth Quevedo

A continuación, tomó la palabra la docente María Fernanda Villegas, directora del Centro de Estudios del Trabajo (CETRA), ex ministra de Desarrollo Social de la ex presidenta Michelle Bachelet en Chile, y quien ha encabezado los procesos formativos de la ISP en Paraguay. A cargo de exponer la historia del movimiento sindical, ella inició recalcando a las y los jóvenes la importancia de conocer el pasado para entender el origen de los procesos y luchas actuales, y así darle “sentido a la acción con la profundidad que representa el ser sindicalista en el siglo 21”.

No surge este movimiento para hacer arreglos personales, sino para cambiar la posición de los trabajadores. Este cambio es el que se empieza a dar en la revolución industrial

Villegas explicó que la palabra sindicato alude a la defensa de un otro para y por la justicia y que por eso el sindicalismo no es conservador, sino transformador y revolucionario. “No surge este movimiento para hacer arreglos personales, sino para cambiar la posición de los trabajadores. Este cambio es el que se empieza a dar en la revolución industrial”, dijo. Explicó que la llegada de la industrialización generó un antes y un después, pues permitió que la producción llegase a niveles inimaginables hasta ese entonces, y no solo en las fábricas, sino también en los servicios que hoy conocemos. Esta época, que se caracterizó por la búsqueda de los obreros de una mejor calidad de vida, contrariamente, tuvo como consecuencia la precariedad. Sin embargo, el hecho de que todos ellos hablaran el idioma de indignidad permitió que crearan colectividad.

No obstante, aclaró que no se habló de sindicalismo hasta que, en junio de 1836, la Asociación de Trabajadores de Inglaterra organiza el primer sindicato y emite “la Carta del Pueblo”. En la misiva no solo exigían mejores condiciones laborales y de vida, sino que también incluían derechos políticos como el sufragio. A partir de 1850, mencionó la docente, el movimiento sindical se extiende por Europa y, en una inteligente estrategia del alemán Otto Von Bismarck por evitar una revolución, se crean los principios de seguridad: seguros de enfermedad (1833) y seguro para la vejez (1884), siendo Alemania una pionera en materia de seguridad social.

Desde Europa, Villegas da el salto a la situación latinoamericana y se adentra, específicamente, en la historia sindical de Paraguay. Evidencia en una línea de tiempo grandes hitos como la creación de la Sociedad de Socorro Mutuo “Santa Cruz” en 1880, la primera y de carácter obrerista, o la fundación de la Sociedad Cosmopolita de Socorro Mutuo “Los verdaderos artesanos” en 1882, considerada precursora del primer sindicato obrero.

María Fernanda Villegas
María Fernanda Villegas

Posterior a esto, la directora del CETRA se va de lleno al desarrollo del movimiento sindical y cómo inicia el sindicalismo internacionalista. Ejemplifica con la fundación de la ISP en 1907 y el primer congreso que realizó en Alemania con trabajadores de instalaciones municipales y estatales, y también con el surgimiento del Tratado de Versalles posterior a la Primera Guerra Mundial. Este último, que garantizaba la paz y las condiciones laborales, es lo que hoy entendemos como OIT.

Asimismo, la ex ministra de Desarrollo Social de Chile mencionó que se ha alcanzado cierta madurez política e intelectual en lo que se refiere a derecho del trabajo. “La ONU incorpora en 1948 el trabajo y la seguridad en la Declaración de Derechos Humanos. El trabajo está concebido como derecho humano, no es algo gratuito que te da alguien o la autoridad de turno, debe darse en determinadas condiciones que hoy día conocemos como trabajo decente y que, además, debe tener seguridad social”, añadió. “Ahí encontramos todavía cosas que al siglo 21 aún no podemos alcanzar para los y las trabajadoras. Entonces la conciencia de derecho, de que no son favores, es muy importante que esté presente en los trabajadores”, finalizó Villegas.