Retos de la Administración Pública: Una llamada al cambio

En su intervención en nombre de la ISP y CONTUA ante la Comisión de Aplicación de Normas de la OIT, Marcelo Di Stefano, planteó preocupaciones acuciantes sobre el estado de la administración pública, centrándose especialmente en tres cuestiones cruciales.

Destacando la grave falta de estabilidad laboral y de respeto por la progresión profesional entre los trabajadores públicos de los ministerios de trabajo, subrayó que a menudo se ignoran los derechos de negociación colectiva, y las oportunidades de formación continua son casi inexistentes. Junto con los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo, esta situación contradice la imagen positiva que muchos gobiernos nacionales pretenden presentar ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La reducción tanto cuantitativa como cualitativa de los recursos humanos, unida a la insuficiente inversión tecnológica, ha debilitado las estructuras de la administración laboral. Si no se garantizan unas condiciones de trabajo dignas, alcanzar los objetivos fijados por el Convenio 150 y la Recomendación 158 de la OIT sigue siendo un sueño inalcanzable.

aquellos que deben velar por condiciones de trabajo justas son víctimas de condiciones de trabajo injustas.

Interferencia política en los sindicatos

Otra preocupación importante es la manipulación política de las estructuras estatales, incluida la administración laboral, para interferir en los asuntos internos de los sindicatos. Muchos gobiernos latinoamericanos abusan de su capacidad de supervisión para inmiscuirse en las elecciones sindicales, retrasando o denegando el reconocimiento legal de los dirigentes sindicales elegidos, en particular de aquellos que se oponen a las políticas gubernamentales. Además, los gobiernos suelen retrasar o denegar injustificadamente la aprobación de convenios colectivos, utilizando argumentos formalistas y falsos que, en última instancia, perjudican a los trabajadores. Esta práctica gubernamental se extiende a la denegación del reconocimiento legal de nuevos sindicatos, obstaculizando significativamente los derechos de los sindicatos del sector público y su capacidad para participar en la negociación colectiva.

Fallos en el diálogo social y el tripartismo

Existe una incoherencia entre la retórica del diálogo social y el tripartismo promovida en foros internacionales como la OIT y la realidad sobre el terreno. A pesar de la reiterada defensa del diálogo social, estos principios suelen abandonarse una vez que los funcionarios regresan a sus países de origen, lo que da lugar a una falta de colaboraciones tripartitas auténticas y sostenibles. Un diálogo social eficaz debe ser integrador, reconocer la diversidad, compartir las decisiones y los riesgos e impulsar transformaciones a largo plazo en las relaciones laborales como política de Estado. Sin embargo, actualmente no existen experiencias tripartitas sostenibles en la región, y los avances parecen mínimos.

Una perspectiva argentina

El desmantelamiento del antiguo Ministerio de Trabajo y el despido arbitrario de miles de trabajadores públicos, muchos de ellos de la administración laboral, contradicen abiertamente los principios fundacionales que defiende la organización.

Pedimos que se aborde la estabilidad en el empleo, se reduzcan las injerencias políticas y se fomente un auténtico diálogo social, en un paso crucial hacia la consecución de unas condiciones laborales justas y dignas para los trabajadores públicos.