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23 de junio - Día de los Servicios Públicos Que los planes de recuperación de la Covid ofrezcan una nueva era de servicios públicos para todxs
En 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 23 de junio Día Internacional de la Administración Pública "para destacar la contribución de los servicios públicos al proceso de desarrollo". La pandemia de la Covid-19 ha demostrado, más que nunca, la importancia de los servicios públicos y las consecuencias devastadoras de la falta de financiación y la privatización de los servicios públicos.
Lxs trabajadorxs que prestan servicios públicos: lxs trabajadorxs de la salud, del cuidado a la infancia, a lxs discapacitadxs y los ancianxs, lxs trabajadorxs que se aseguran que tengamos acceso a la energía, al agua y al saneamiento, lxs trabajadorxs de los servicios de emergencia, lxs maestrxs y lxs auxiliares de la educación pública, trabajadorxs del sector de los residuos y trabajadorxs que mantienen en funcionamiento los servicios y la administración de los gobiernos locales, provinciales y federales, piden a los gobiernos que celebren el Día Mundial de los Servicios Públicos con un compromiso con los Planes de Recuperación de Covid que ofrezcan una nueva era de servicios públicos para todxs.
Los gobiernos están tratando de estimular la actividad económica. Pueden y deben aprovechar la oportunidad de dejar un legado duradero a las generaciones futuras y facilitar la mayor entrega de bienes públicos de toda una vida.
El Covid-19 ha confirmado que los sistemas de salud pública bien equipados son la mejor defensa contra cualquier crisis de salud pública. Del mismo modo, los servicios públicos bien equipados son la mejor defensa contra las crisis económicas y sociales. Los países que han invertido en servicios públicos de calidad superarán esta crisis, y cualquier crisis futura, mucho mejor que los que han abrazado la ideología corrosiva del neoliberalismo.
Muchos gobiernos están levantando ahora las restricciones y tratando de estimular la actividad económica. Pueden y deben aprovechar la oportunidad de dejar un legado duradero a las generaciones futuras y facilitar la mayor entrega de bienes públicos de toda una vida.
Los Planes de Recuperación de la Covid deben reorganizar nuestras sociedades en torno a la capacidad de cuidar de todas las personas y del medioambiente del cual dependemos, eliminando las desigualdades de género, riqueza y sociales. Las recuperaciones posteriores a crisis anteriores - como la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial - demuestran que con voluntad política es posible asegurar una amplia gama de nuevos bienes y servicios públicos.
Podemos recuperarnos e inocularnos contra la crisis futura construyendo nuevas infraestructuras de salud pública, formación e investigación en materia de salud, nuevas universidades, nuevas emisoras públicas y sistemas de datos, nuevas energías públicas limpias y renovables, nuevos espacios públicos y una protección social universal garantizada.
Lo que no podemos permitirnos es volver a que el comercio se priorice sobre las personas. No podemos aceptar el atractivo discurso que está surgiendo en los círculos mundiales, donde las empresas no sólo prometen un futuro próspero para todxs -después de haber sido rescatadas por los gobiernos durante la emergencia- sino que también exigen aún más poder para definir las reglas del nuevo orden.
Este es el mensaje que nuestra Secretaria General, Rosa Pavanelli, dirigirá al Secretario General de la ONU, António Guterres, y al Director de la OMS, Tedros Ghebreyesus, en el Día Mundial de los Servicios Públicos, en un evento de alto nivel organizado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas en el que ella participa.
Sabemos que una recuperación sana y equitativa no será posible si los gobiernos se adhieren a las políticas económicas neoliberales. Las crisis económicas anteriores han demostrado que los países que siguen el consejo político del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los Bancos Regionales de Desarrollo se verán obligados a imponer la austeridad, los recortes salariales del sector público y a privatizar los servicios públicos, incluidos los servicios de salud. El resultado es siempre una mayor desigualdad, salarios reducidos para todxs lxs trabajadorxs y servicios públicos inadecuados.
Por eso la ISP y ActionAid han exigido que el asesoramiento normativo del FMI sobre los gastos salariales y las políticas macroeconómicas más amplias no sigan limitando la inversión esencial en los servicios públicos.
Por esta razón nos hemos unido a Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) para recordar a las instituciones financieras y de formulación de políticas mundiales (enlace a la carta) en el Día Mundial del Servicio Público que sólo con servicios públicos locales fuertes podemos garantizar un mundo seguro.
En este Día Mundial de los Servicios Públicos, lxs trabajadorxs que prestan servicios públicos piden a los gobiernos:
impulsar masivamente la financiación pública de los servicios públicos después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD).
eliminar las políticas de contención de los gastos salariales del sector público en los planos nacional e internacional, de modo que los países puedan emplear más enfermerxs, médicxs, trabajadorxs de la salud y otrxs trabajadorxs públicos esenciales.
transformar los sistemas fiscales a nivel nacional e internacional para que las empresas multinacionales y los ricos paguen la parte que les corresponde de impuestos.
¡cancelar el servicio de la deuda al Fondo Monetario Internacional y a los Bancos Regionales de Desarrollo para que los países puedan invertir ahora!