Este sistema, según unos estudios llevados a cabo por PSI-RU recientemente, fomenta la discriminación de trabajadores y contribuye a empeorar la calidad de los servicios públicos.

Además, el gobierno coreano y los empleadores están empleando tácticas de amedrentamiento para conseguir que los trabajadores acepten la remuneración a destajo, lo cual convierte al país en el peor ejemplo con respecto a la implementación de este sistema.

Los afiliados de la ISP ya avisaron que irán al paro en los próximos meses si es que el gobierno no retira esta propuesta y se aviene a negociar con los trabajadores un sistema justo de salarios para el sector público.