Organizaciones sindicales rechazan la votación en el Congreso brasileño del TLC Brasil-Chile

La carta firmada por seis centrales y seis federaciones internacionales, incluida la Internacional de Servicios Públicos, pide un debate con toda la sociedad sobre los impactos del tratado para el Brasil. La secretaria subregional del ISP para Brasil, Denise Motta Dau, "se puede predecir que los términos del acuerdo desprotegerán aún más a la fuerza laboral nacional".

Mediante una carta difundida el martes 17 de febrero, seis centrales brasileñas y seis federaciones sindicales internacionales, incluida la Internacional de Servicios Públicos (ISP), expresan su oposición a la votación en carácter de urgencia, en el Congreso brasileño, del acuerdo de libre comercio entre Brasil y Chile. En cambio, las organizaciones abogan por mantener un amplio debate con la sociedad brasileña sobre los posibles impactos del tratado para el país.

“En los últimos dos años, los gobiernos de Brasil y Chile han avanzado rápidamente en las negociaciones de un nuevo tratado de libre comercio, sin ningún debate público con los líderes políticos, la sociedad civil organizada o la opinión pública brasileña.

La falta de transparencia durante las negociaciones del acuerdo, de diálogo social y de tripartismo son motivos de extrema preocupación para las centrales sindicales y la sociedad brasileña, ya que al igual que en cualquier tratado de libre comercio, el acuerdo Brasil-Chile tendrá impactos negativos para los distintos sectores de la economía y la sociedad brasileñas”, dice la carta.

Carta do movimento sindical brasileiro contra a votação em regime de urgência do acordo Brasil-Chile

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A falta de transparência durante as negociações do acordo, de diálogo social e do tripartismo são de extrema preocupação para as centrais sindicais e a sociedade brasileira, pois assim como em qualquer tratado de livre-comércio, o acordo Brasil-Chile trará impactos negativos para os diversos setores da economia e da sociedade brasileira.

Según las entidades, debido a que Chile es uno de los países del mundo con mayor número de tratados de libre comercio, si se aprueba el acuerdo, puede haber una “triangulación entre tratados de libre comercio”, lo que se traduce en una drástica liberalización en Brasil, en niveles chilenos, en sectores como comercio electrónico, derechos laborales y empresas medianas, “perjudicando, entre otras cosas, la privacidad de los usuarios de internet, los derechos de los trabajadores, el potencial de la industria nacional en comercio electrónico y la competitividad de las pequeñas y medianas empresas locales”.

La carta está firmada por la Central Única de los Trabajadores (CUT), la Fuerza Sindical, la Central de los Trabajadores de Brasil (CTB), la Unión General de los Trabajadores (UGT), la Nueva Central Sindical de Trabajadores (NCST) y la Central de los Sindicatos Brasileños (CSB); y las federaciones internacionales Confederación Sindical de las Américas (CSA), Internacional de Servicios Públicos (ISP), UNI Global Union, Internacional de Educación (IE), Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM) e IndustriALL Global Union.

Según la chilena Nayareth Quevedo, secretaria subregional de la ISP para el Cono Sur, todos los tratados firmados por Chile tienen un patrón común: buscan proteger a las grandes corporaciones de reformas que van en contra de sus intereses. “En ese sentido, la firma del tratado entre Brasil y Chile no sería distinto. Peor aún, pues se trataría no sólo de temas regulatorio de aranceles y acceso a mercados, sino que este tratado involucraría el rol del Estado en distintas áreas como servicios, inversiones, propiedad intelectual, entre otras”, dice.

Este tratado podría convertirse en una nueva camisa de fuerza al debate constitucional que está viviendo Chile

Quevedo se hace eco de las manifestaciones de las organizaciones que integran la Plataforma Chile Mejor sin TLC, entre elas las afiliadas a la ISP, y lamenta que este tratado se haya suscrito sin estudios sobre los impactos que las nuevas regulaciones tendrán sobre el medio ambiente, las comunidades, los derechos laborales y derechos humanos en general, y, “más grave aún, que este tipo de discusiones se haya realizado en plena pandemia, pues la aprobación del Senado fue en agosto de 2020”.

Para ella, esto significa que a pesar de las protestas masivas y el 80% de rechazo del pueblo chileno al tratado TPP-11, el Congreso y el gobierno chileno ignoran las demandas populares sobre dichos acuerdos. “Este tratado podría convertirse en una nueva camisa de fuerza al debate constitucional que está viviendo Chile. En otras palabras, no solo sería una burla al proceso constituyente, sino también un insulto a la democracia.”

Para Denise Motta Dau, secretaria subregional de la ISP para Brasil, una vez que el acuerdo Brasil-Chile involucra relaciones comerciales y productivas, también involucra derechos laborales. Por tanto, sería injusto que no se escuchara a la población económicamente activa. “Con el gobierno que tenemos y la tradición autoritaria de las relaciones entre empleadores y empleados en Brasil, se puede predecir que los términos del acuerdo desprotegerán aún más a la fuerza laboral nacional. De ahí la necesidad de bloquear su aprobación en carácter de urgencia.”

Lea la entrevista completa a Motta Dau:

¿Cuáles son las razones del movimiento sindical brasileño para rechazar la votación del acuerdo Brasil-Chile en carácter de urgencia?

En primer lugar, es necesario recordar que los términos de este acuerdo se mantienen en secreto, no se discutieron con la sociedad, los trabajadores no fueron llamados al diálogo. Una vez que es un acuerdo que involucra relaciones comerciales y productivas, también involucra, por supuesto, derechos laborales. Es absolutamente injusto decidir sobre la vida de la mayoría de la población económicamente activa sin que ésta sea escuchada. En democracia, este tratado debe incluso ser objeto de debates en audiencias públicas. Con el gobierno que tenemos y la tradición autoritaria de las relaciones entre empleadores y empleados en Brasil, se puede predecir que los términos del acuerdo desprotegerán aún más a la fuerza laboral nacional. De ahí la necesidad de bloquear su aprobación en carácter de urgencia.

Esta falta de transparencia en la negociación de estos acuerdos es prácticamente una regla. Y en el caso de Brasil y Chile, no fue diferente. ¿Por qué crees que esto ocurre?

Desafortunadamente, una explicación para esto es la falta de interés de una parte significativa de la élite brasileña en proteger y desarrollar el mercado interno, la industria nacional, adoptar un proyecto de desarrollo. En el caso de Chile, es un país que lleva mucho tiempo adoptando un camino neoliberal que extinguió los derechos sociales y arrojó a la mayoría a condiciones de vida precarias. Entonces, del lado chileno, un acuerdo liberalizador será otro agravante en este mal camino. Sin mencionar que Chile se prepara para redactar una nueva Constitución, en un proceso iniciado por fuertes protestas populares contra el neoliberalismo. La élite financiera probablemente quiera acelerar el tratado para tratar de escapar de la voluntad popular de cambiar la Constitución y fortalecer el papel del Estado.

La carta firmada por las organizaciones sindicales indica que un tratado de libre comercio entre Brasil y Chile daría lugar a la drástica liberalización de algunos sectores de la economía brasileña a niveles chilenos. ¿Cómo valoras este riesgo en el contexto del desmantelamiento del Estado que viene ocurriendo en los últimos años en Brasil?

Es un riesgo real y grande. Tenemos un gobierno sumiso, que saluda la bandera de Estados Unidos, un gobierno que dice que el pueblo debe renunciar a sus derechos si quiere trabajar, un gobierno que se burla del dolor ajeno, de la muerte de la gente. Nada bueno puede salir de un gobierno así, nada que beneficie al pueblo. Entregar una decisión de esta magnitud a este gobierno es un gran riesgo, por eso nos movilizamos y enviamos una carta firmada por los sindicatos globales y centrales sindicales a la Cámara Federal brasileña exigiendo un amplio debate con la sociedad civil antes de la votación del acuerdo Brasil-Chile.


El 17 de febrero, la Red Brasileña para la Integración de los Pueblos (REBRIP), de la cual la ISP es parte, emitió una nota contra el tratamiento urgente del acuerdo Brasil-Chile. La nota, en portugués, se puede leer aquí.