"Nuestro Futuro es Público" es un título esperanzador y afirma la necesidad que tenemos de mudar el modelo económico neoliberal.

Décadas de políticas de austeridad, de cortes de los presupuestos públicos, de ataque y descalificación del rol del público son el resultado de la estrategia global de privatización y de financiarízacion de los servicios públicos.

Durante este periodo hemos visto crecer desigualdad, injusticia, pobreza entre los países más ricos y los países más pobres, pero también en cada país se ha ensanchado la brecha social.

La OCDE nos dice que el acceso a los servicios públicos representa más del 64% del salario disponible en los países menos desarrollados

La OCDE nos dice que el acceso a los servicios públicos representa más del 64% del salario disponible para las personas que viven en los países menos desarrollados y nosotros sabemos que son un factor fundamental por la redistribución de la riqueza.

Garantizar el acceso universal a la educación, a la salud, al cuidado, al agua y saneamiento, a la energía, es el papel del estado para que todos/as/es puedan gozar de los fundamentales derechos humanos y salir de la pobreza lo que solo puede realizarse a través de servicios públicos de calidad.

La pandemia de COVID 19, de la cual estamos con muchos esfuerzos aprendiendo a convivir, nos ha demostrado claramente que sin servicios públicos de calidad no hay salida de la emergencia.

El impacto del cambio climático se manifiesta cada día con eventos naturales extremos que determinan emergencias continuas que el mercado no sabe, no puede y no quiere resolver.

Al revés, el mercado es el responsable de la creciente injusticia social y no puede ser un actor en el proceso de decisión que necesitamos para salir de la múltiple crisis, sanitaria, climática, económica, social y política, en que seguimos atrapados.

De hecho "Nuestro Futuro es Público“ es un título comprometido porque significa también que queremos volver a los principios fundamentales de la democracia, a la responsabilidad del estado en la defensa y valoración de los bienes comunes, en definir prioridades en el interés general y en el promover un crecimiento económico orientado al desarrollo social y humano, a un progreso colectivo más que a un crecimiento económico que explota el trabajo y los recursos naturales sin respecto de las personas y del planeta.

En una palabra acabar con la codicia extractiva que nos ha llevado a una crisis estructural y sistémica.

La influencia nefasta de los intereses de las multinacionales es la causa de la concentración de riqueza en las manos de pocos y del aumento de la injusticia social.

Cuando se mercantilizan los servicios públicos, cuando se establece, no un valor, si no un precio a la educación, a la salud, al agua y más, se afirma la mercantilización de los derechos humanos y por último del ser humano.

Por eso, un futuro público tiene que acabar con la cooptación del poder público para los grandes intereses económicos, para el capitalismo neo-liberal. Y restituir un rol de gobierno democrático a las instituciones internacionales y nacionales.

Acabar con los paraísos fiscales, imponer un impuesto mínimo global sobre las ganancias de las multinacionales y sobre la riqueza.

La verdad es que lxs trabajadores públicos son el radar que percibe por primero los cambios en la sociedad

Definir planes de producción industrial que respondan a las necesidades de las comunidades en que vivimos, que acaben con la explotación de los y las trabajadores y de los recursos naturales para reparar al fracaso de las cadenas de suministro globales, demostrada en la pandemia y hoy dia representada por la amenaza de hambruna a causa de la guerra en Ucraina.

Un rol público guía en la politica energética que necesitamos para salvar el planeta.

Un rol público en la protección de los datos sensibles en la transición digital sin el cual el riesgo de confiar en las manos del poderoso oligopolio de las multinacionales del sector un poder inmenso es la verdadera amenaza a la democracia.

Una nueva idea de desarrollo donde el cuidado sea reconocido como derecho humano y responsabilidad pública, donde la organización social del cuidado sea la llave para acabar con la desigualdad de género, para afirmar el reconocimiento social y el valor del cuidado, su redistribución en el hogar y en la sociedad, su remuneración en término de salario digno a los y las trabajadores del sector y la valoración de su contribución al PIB, su representación en los diferentes niveles de la sociedad.

"Nuestro Futuro es Público“ también significa transparencia en la gestión pública a través de una participación democrática de la ciudadanía, de la sociedad civil, una participación en qué tenemos que definir reglas de representatividad sin las cuales prevalen los intereses particulares.

Al final, me permitan decir que entre los sujetos que tienen que ser valorados en este proceso de transformación progresista de la sociedad hay los trabajadores/as de los servicios públicos y sus sindicatos.

Durante años acusados de ser culpables por la deuda pública, insultados por ser improductivos y un costo para la sociedad. O, al revés celebrados como héroes durante la pandemia o cada vez que sacrifican su vida para enfrentar emergencias para ayudar la población, olvidándose de ellos/as una vez que la crisis se ha resuelto.

La verdad es que lxs trabajadores públicos son la columna de servicios públicos de calidad, son los guardianes de la independencia y imparcialidad del sistema público, son el radar que percibe por primero los cambios en la sociedad.

Son los obreros que fabrican los derechos humanos.

La alianza que en este forum queremos consolidar tiene que afirmar que lxs trabajadores de los servicios públicos merecen condiciones y salarios dignos, merecen derechos sindicales en todos los países, porque los derechos sindicales son derechos humanos.

La participación activa de lxs trabajadores públicos, de su sindicatos es imprescindible en una alianza que quiere construir un mundo más justo y sostenible. Y aquí estamos para seguir marchando juntos.