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Igualdad de género Mujeres de la ISP debatieron sobre el trabajo decente y la provisión pública de los servicios del cuidado en AL
A lo largo de los siglos, la asignación de responsabilidades de cuidado, justificada por la supuesta naturaleza femenina, ha seguido patrones de roles de género, imponiendo mayoritariamente esta carga sobre las mujeres. Como resultado, las mujeres enfrentan una doble jornada laboral sin recibir el reconocimiento ni la remuneración correspondiente. Esta dinámica ha permitido a los Estados ahorrar millones a expensas del trabajo no remunerado relacionado con el cuidado.
Sofía Palma
Este debate y la conversación en desarrollo sobre la construcción de sistemas de cuidados como un camino para avanzar en nuevas relaciones de género que enfrente la desigual e injusta distribución del cuidado, fue parte del los contenidos que más de 40 mujeres sindicalistas de Argentina, Brasil, Ecuador, Chile, Colombia, México y Perú de la Internacional de Servicios Públicos, sostuvieron los días 13, 14 y 15 de diciembre en Lima, Perú en el marco del proyecto FÓRSA, donde concluyeron que para dicho avance “las y los trabajadores de organizados de los servicios públicos son imprescindibles”.
El encuentro, tuvo como objetivo profundizar las 5Rs del Manifiesto Global del Cuidado, que plantearon las organizaciones sindicales mundiales para salir de la crisis del cuidado en plena pandemia; hacer un análisis comparado de las experiencias de las mujeres trabajadoras del sector público en sus respectivos países, para comprender el rol que deben cumplir y las acciones que deben tomar los sindicatos, el Estado y los Comités de Mujeres en la reconstrucción de la Organización Social del Cuidado. Y finalmente, evaluar los 3 años del proyecto.
La ISP y el trabajo de Cuidado
Reyna Concha, coordinadora del Comité de Mujeres de la ISP en Perú y dirigenta de la Federación Centro Unión de Trabajadores del Seguro Social de Salud (FED-CUT) -que sirvió de sede para el evento- fue la responsable de dar el inicio a la jornada destacando la importancia de que las mujeres de América Latina, incorporemos en la agenda sindical el tema de los cuidados.
De igual modo, la Vicepresidenta del Comité Regional de Mujeres de la ISP, Carolina Espinoza, destacó la importancia de este evento y la agenda de género de la ISP, sobre todo “porque venimos saliendo de nuestro Congreso Mundial que aprobó un plan de acción con transversalidad de género en todas sus áreas”.
“Nuestra ISP ha sido vanguardista al incorporar a las mujeres, el enfoque de género y la gestión de políticas para implementar la igualdad de condiciones, como la de Cuidado, que es una manera material de lograr equiparar”, señaló Espinoza.
Nayareth Quevedo Secretaria Subregional para el Cono Sur
Somos las mujeres, desde estos espacios de trabajo, las que tenemos que seguir empujando estas demandas al seno de la ISP y de nuestras propias organizaciones
En esa línea, la Secretaria Subregional para el Cono Sur y Coordinadora del Proyecto Fórsa, Nayareth Quevedo, se refirió al contexto de América Latina, donde la avanzada de la derecha está poniendo en duda los derechos civilizatorios conquistados, y la importancia que cobra el trabajo que realicen como Comité en el Encuentro y en los respectivos países sobre la agenda de Cuidado de la ISP.
Debemos orientar lo que hemos llamado la 'Agenda del Cuidado', que se centra en la reconstrucción de la organización social del cuidado.
Finalmente, Verónica Montúfar, Responsable Mundial de Género e Igualdad de la ISP, destacó la línea de continuidad del plan de acción de la ISP por Congreso y la necesidad de seguir legitimando el rol vanguardista de la Internacional a nivel mundial. “Debemos orientar lo que hemos llamado la "Agenda del Cuidado", que se centra en la reconstrucción de la organización social del cuidado. Esta tarea implica liderar, dirigir y representar a los sindicatos y trabajadoras del cuidado. No se trata simplemente de lanzar una agenda de género transformadora, sino también de asumir un papel representativo y de dirección”.
Durante los dos primeros días, se realizaron trabajos de grupo en torno a algunas preguntas orientadoras sobre las 5Rs, donde las participantes dialogaron, debatieron, compararon experiencias sobre las experiencias de políticas públicas en materia de cuidados, la provisión de espacios de cuidado en el lugar de trabajo, la valorización del trabajo no remunerado, la constitucionalización del derecho humano al cuidado, el trabajo decente y la representación de lxs trabajadorxs del cuidado y el rol del Estado y el carácter público de los servicios de cuidado.
Recompensar, representar y reivindicar: los ejes de la agenda de la ISP
Reconocer el valor del trabajo de cuidado no remunerado es importante para reconstruir la organización social del cuidado. Pero la transformación del sistema de cuidado también significa que los sindicatos deben luchar por un trabajo decente para lxs cuidadores remunerados, en línea con el Programa de Trabajo Decente de la OIT.
En la discusión de la segunda erre, las mujeres de los distintos países brindaron una perspectiva regional sobre la realidad de las trabajadoras remuneradas del cuidado. Concuyendo que aunque existen avances en políticas como cláusulas en los contratos colectivos sobre licencias por maternidad/paternidad y reducción de jornada, estos no son un estándar mínimo universal y no garantizan completamente los derechos, especialmente en lo referente al cuidado de quienes brindan el servicio.
Frente a esta erre, Verónica Montúfar enfatizó la necesidad de que las trabajadoras participen en instancias de discusión, como la OIT (Organización Internacional del Trabajo), para representar estas necesidades. Propuso, además, un plan de acción que incluya la colaboración con sindicatos a nivel mundial y abogó por el trabajo decente en el sector del cuidado, y resaló las luchas de lxs trabajadores del cuidado en los sectores público y privado, destacando el trabajo de incidencia que han realizado las afiliadas de la ISP en la creación de sistemas de cuidados transformadores desde una perspectiva de género, fundamentados en el trabajo decente y el reconocimiento del derecho humano al cuidado.
Cabe recordar que para abordar la crisis del cuidado, la ISP propuso un cambio fundamental desde la "economía de cuidado" hacia la reconstrucción de la organización social del cuidado. Este enfoque destacó la urgencia de repensar el cuidado en nuestra sociedad, abogando por la transformación de los roles de género en la configuración de sistemas de servicios de cuidado de calidad, universales y públicos. En este contexto, la ISP ha destacado a nivel mundial por denunciar y oponerse enérgicamente a la privatización, mercantilización y financiarización del sector.
El rol del Estado y la provisión pública del Cuidado
En el sistema global de cuidado, el Estado es el principal responsable de corregir las dañinas desigualdades de género que han hecho recaer la carga del trabajo de cuidado no remunerado en las mujeres.
Esta erre fue abordada también en los trabajos de grupo, donde el debate se centró en el rol del Estado y reivindicar su responsabilidad de proporcionar servicios y sistemas públicos de cuidado que puedan transformar las desigualdades y solucionar la crisis del cuidado social.
Dentro de las conclusiones, los países afirmaron que la financiación de las instituciones y servicios de cuidado proviene mayoritariamente de entidades privadas, seguido por el Estado. Pero la carga del trabajo cuidados gratuita recae principalmente en la familia, y en las mujeres de estas familias.
Para ahonda en la quinta erre, María Fernanda Villegas, facilitadora de la ISP y directora del Centro de Estudios del Trabajo (CETRA), destacó la urgencia de construir una agenda sindical y social que motive al Estado a cumplir con su rol, garantizando así el derecho al cuidado. Subrayó la importancia de desarrollar políticas financiadas mediante sistemas tributarios progresivos que resuelvan gasto público insuficiente en materia de cuidados, asegure la sostenibilidad de los servicios públicos de cuidados y se ponga fin al aumento de la privatización en este sector.
“La privatización de los servicios esenciales del cuidados perjudican a las mujeres, agravando la carga de cuidado no remunerado que enfrentan. Las instituciones destinadas a promover la igualdad suelen estar infrafinanciadas, privando a las mujeres de acceso a servicios de salud gratuitos, cuidado infantil y educación de calidad. Las deficiencias en las infraestructuras públicas de cuidado intensifican la carga que llevan las mujeres, y los sindicatos tienen un papel importante que jugar para superar este escenario”, sentenció Villegas.
Finalmente, la mejora de los servicios públicos se presenta como crucial para garantizar condiciones de vida dignas, cumplir con los derechos humanos y avanzar hacia la igualdad.