¡Misión cumplida! La lucha continúa.

Tras meses de preparación y trasnochadas de presión activa, la ISP reconoce algunos logros importantes en las Conclusiones Acordadas de la UNCSW67, pero mantiene su compromiso de seguir luchando y defendiendo un nuevo acuerdo digital transformador de género. 

La sesión 67 de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (UNCSW67) fue el escenario para poner de manifiesto la agenda de la ISP en torno a los bienes comunes, servicios públicos, la digitalización y la igualdad, que incluyen temas de género, trabajo y cuidado; así como de las múltiples intersecciones acerca de la edad, migración, pueblos indígenas, personas con discapacidad y personas LGBT+

Luego de un gran número de actividades, vocería y construcción de alianzas durante las últimas dos semanas (6-17 marzo, 2023) y largos meses de preparación, como Internacional de Servicios Públicos podemos decir ¡Misión cumplida!

Rosa Pavanelli, secretaria general de la ISP quien estuvo a la cabeza de una delegación de 30 personas representantes de la organización y de sus sindicatos afiliados en todo el mundo, varias de ellas, parte también de las delegaciones oficiales de los Gobiernos de Argentina, Chile, Brasil y Jamaica, manifestó que:

“Las Conclusiones Acordadas este año, son un fiel reflejo de la correlación mundial con las tensiones y fuerzas que alrededor del sistema multilateral se disputan.  Presenciamos una retórica basada en el respeto a los derechos humanos universales y el derecho internacional que los consagran que costó aterrizarla en dimensiones concretas acerca del rol de Estado, como fundamental actor y garante, mientras que la preponderancia del sector privado y la estrategia de múltiples partes interesadas (multi-stakeholder) ganó tracción como actores dominantes en un mundo a manos de las fuerzas del mercado y el capital. No cabe duda de que la era digital y el desarrollo de la ciencia y la tecnología, nos pone el reto de continuar peleando por los bienes comunes y públicos como únicos garantes de igualdad para la humanidad en oposición a su captura corporativa y a favor del lucro.”

Logramos”, continua Pavanelli, “a través de nuestra interacción con varias coaliciones de la sociedad civil y cabildeo con Gobiernos clave, la retención en el texto de menciones a la regulación, control, vigilancia, transparencia, diligencia debida y rendición de cuentas frente al diseño, uso, acceso, privacidad y calidad de los datos, los algoritmos y la inteligencia artificial, nos faltó fuerza y a los Gobiernos voluntad política para poner el sello de lo público y rol estatal en estos procesos.

Así mismo, este año, reivindicamos importantes conquistas, en torno a la igualdad de género en el mundo del trabajo en el contexto digital, incluyendo el trabajo de plataforma, en donde se ubican también ya varios servicios públicos alrededor del mundo.  Dimensiones tales como transición de lo informal a lo formal, garantías de trabajo decente, reducción de la segregación ocupacional, licencias parentales, reconocimiento del derecho de las mujeres a salario igual por un trabajo de igual valor, así como a la organización y negociación colectiva fueron plasmadas en el documento final.  Un gran logro, luego de un arduo trabajo de propuesta y cabildeo de la delegación sindical que sin duda marcó diferencia en esta oportunidad participando dentro de la sala de negociación junto a varios Gobiernos que levantaron la voz para su defensa.  Existe en el texto también una clara mención a la violencia basada en el género que se produce a través de los modos y espacios digitales en línea y fuera de ella, que alcanza al mundo del trabajo.

Paralelamente no podemos dejar de reivindicar el trabajo no remunerado de cuidado que el texto señala con fuerza en varios párrafos como barrera estructural para la igualdad de género y una plena integración de las mujeres a la era digital.  Queda claro que existe un consenso mundial en temas como la reducción, redistribución y valorización del trabajo de cuidado no remunerado, y que falta aún algún trecho para el reconocimiento del cuidado como un derecho humano y bien público.

Finalmente”, Pavanelli, señala que “este año además las fuerzas anti-derechos y regresivas en temas como salud sexual y reproductiva, orientación sexual e identidad de género obstruyeron avances hacia una concepción transformadora de género, así como hacia la inclusión de lenguaje no binario para nombrar el mundo y las relaciones.  Luchas que continuaremos librando, ya que no hay derrota, sino mayor convicción para seguir peleando y de pie.”

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