En los últimos años, ha aumentado la conciencia y la importancia de la protección de lxs informantes. La ISP ha estado haciendo campaña por el reconocimiento y la protección de lxs informantes durante varios años, con reuniones de alto nivel y campañas que evidencian la situación en todo el mundo.

La adopción este año de la Directiva de la UE para la protección de lxs informantes, la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de las personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión, representa un gran paso adelante y proporciona un mayor nivel de protección en todo el Estados miembros de la Unión Europea a aquellxs informantes que tienen el coraje de hablar. Este es un logro significativo de la plataforma WhistleblowerProtection.EU, liderada por Eurocadres, de la que la ISP forma parte orgullosamente.

Sin embargo, esto no es suficiente.

Necesitamos la misma o incluso mejor protección en todo el mundo; en África, América, Asia y más allá, para proteger a las personas que luchan contra la corrupción y cuyos trabajos y vidas a veces están en peligro. Además, los trabajadorxs del sector público que supervisan la calidad de nuestros alimentos, los recursos para nuestro sistema de salud, nuestros impuestos y dinero público, nuestra administración de justicia, nuestros datos y derechos de privacidad, todos ellos necesitan la seguridad y el conocimiento de que cuentan con la protección de lxs informantes. para que puedan hablar y asegurarse de que no estemos en peligro.

La ISP continúa su campaña y persistencia para obtener un instrumento de la OIT que proteja a lxs trabajadorxs que luchan contra la corrupción y las malas prácticas en todo el mundo. Un instrumento internacional basado en las mejores prácticas y estándares es invaluable para garantizar reglas de juego claras y un enfoque coherente en la lucha contra la corrupción.

En el día internacional contra la corrupción, la ISP respalda a lxs denunciantes y trabajadorxs del sector público de todo el mundo que enfrentan hostigamiento, despido, violencia, prisión y exilio por correr el velo a la corrupción y la injusticia.