Los trabajadores de la energía de Pakistán piden el fin de la privatización fallida

El sindicato All Pakistan WAPDA Hydroelectric Workers Union ha denunciado el devastador impacto de la privatización tanto en los trabajadores como en los servicios públicos del sector energético de Pakistán.

El presidente de WAPDA, Abdul Latif Nizamani, declaró a Dawn news: "La privatización es una maldición. Tenemos que trabajar todos juntos para que las cosas vayan bien. Las instituciones de nuestro país sólo progresarán cuando la electricidad sea más barata".

La introducción de Productores Independientes de Energía (IPP) en Pakistán demuestra un patrón familiar que la ISP ha observado en todo el mundo: el beneficio privado priorizado sobre el bien público. Como destaca el sindicato, los costes de la electricidad en Pakistán superan actualmente los de muchos países comparables, mientras que la calidad del servicio ha disminuido.

WAPDA ha subrayado cómo las compañías eléctricas se enfrentan a una escasez de 80.000 trabajadores, al tiempo que carecen de formación adecuada y de equipos de seguridad. El gobierno y los proveedores privados siguen sin aplicar los niveles salariales mínimos, acordados con el sindicato.

Este caso se suma al creciente conjunto de pruebas de la ISP que demuestran que los servicios públicos de calidad, respaldados por unos derechos laborales sólidos y una inversión pública adecuada, son una alternativa mejor que la privatización.

El gobierno ha intentado prohibir el sindicato WAPDA, afiliado a la ISP. Nazamani declaró que el objetivo de prohibir el sindicato era acallar sus críticas válidas, afirmando que "no somos comprables ni cedemos a las presiones. Hemos luchado en el pasado y nuestra lucha aún continúa".

El Secretario General de la ISP, Daniel Bertossa, declaró:

"Condenamos enérgicamente el intento del gobierno de prohibir WAPDA; un sindicato miembro de la Internacional de Servicios Públicos. Los ciudadanos tienen derecho a saber por qué aumentan los costes de la electricidad mientras disminuye la calidad del servicio.

La privatización ha fracasado y, en lugar de intentar acallar las críticas y prohibir los sindicatos, es hora de que el Gobierno invierta en un sistema público de energía de calidad, con mejor dotación de personal y condiciones de trabajo más justas."

La ISP seguirá de cerca la situación y continúa apoyando a la WAPDA para poner de relieve los fracasos de la privatización y la necesidad de un sector eléctrico público de calidad.