La Federación Sudafricana de Sindicatos (SAFTU) logró revertir el aumento del 15,5 % del IVA propuesto por el Gobierno sudafricano para 2025. El Ministerio de Finanzas canceló el aumento previsto para el 1 de mayo. «Esta decisión no es un gesto de buena voluntad por parte de la élite gobernante. Es el resultado directo de la acción colectiva, el sacrificio y la determinación de los trabajadores y los pobres, en particular los pertenecientes a la SAFTU y COSATU, los desempleados, los comerciantes informales, los trabajadores del sector público, los periodistas, los estudiantes, las comunidades religiosas y las ONG, que han protestado contra la austeridad y las propuestas fiscales regresivas», declaró el secretario general de la SAFTU, Zwelinzima Vavi.

El 2 de abril de 2025, los sudafricanos se vieron afectados por un presupuesto que perjudica a la clase trabajadora y a los ciudadanos de a pie. La situación se vio agravada por el hecho de que:

• El gasto público real per cápita ha disminuido un 18,1 % desde 2020.

• 200 000 puestos de la función pública siguen sin cubrirse.

• Los recortes reales de 96 000 millones de rands están afectando a la educación básica, la salud y el desarrollo social.

• Los salarios están congelados o limitados por debajo de la inflación, y la ayuda por hijos a cargo está por debajo del umbral de pobreza alimentaria.

Sin duda, se trata de un presupuesto de austeridad. En lugar de gravar la riqueza y poner fin a la evasión fiscal de las empresas, el Tesoro está aumentando el IVA y recortando el gasto en servicios básicos.

El presupuesto nacional para 2025 es «sin lugar a dudas, un presupuesto de austeridad. En lugar de gravar la riqueza y poner fin a la evasión fiscal de las empresas, el Tesoro está aumentando el IVA y recortando el gasto en servicios básicos». —Vavi. Además, destacó que, bajo la falsa bandera de la «consolidación fiscal», el Gobierno sigue sacrificando los servicios públicos, congelando los salarios y transfiriendo la carga de la recuperación económica a la clase trabajadora y a los pobres.

El Gobierno antepone a los inversores a la población, destinando miles de millones al pago de la deuda, alimentando a los inversores mientras mata de hambre a la población. Vavi advirtió de que se trata de «poder político y prioridades de clase».

Pocos días después de anunciarse el aumento del IVA, la ISP y la AIDC convocaron un taller sindical de alto nivel sobre la lucha contra la austeridad en Ciudad del Cabo los días 14 y 15 de abril. En él se exploraron estrategias para combatir el presupuesto de austeridad y defender a los trabajadores. Tal y como están las cosas, «nuestro dinero se está yendo a un agujero negro, no al Estado, sino a la bolsa», advirtió Vavi durante el taller.

Los sindicatos rechazaron la subida del IVA, que habría supuesto un aumento del número de escuelas sin biblioteca, que ya asciende a 17 832, y habría erosionado aún más la inflación del sector sanitario, que ya se sitúa en el 9,5 %, entre otros.

Les presentamos las siguientes alternativas audaces:

• Imponer un impuesto del 1 % sobre el patrimonio neto superior a 3,6 millones de rands.

• Revocar los recortes fiscales encubiertos: 198 000 millones de rands perdidos.

• Aumentar el impuesto de sociedades del 27 % al 30 %.

• Financiar íntegramente el SARS: 800 000 millones de rands en impuestos recuperables.

• Imponer impuestos sobre las ganancias extraordinarias y los artículos de lujo.

Tras la presión sostenida de los sindicatos, el 24 de abril se canceló la propuesta de aumento del IVA al 15,5 %. Vavi comentó que «es una victoria ganada en las calles, por miles de trabajadores que marcharon, hicieron piquetes y expresaron su rechazo a un sistema fiscal diseñado para castigar a los pobres y perdonar a los ricos». Pero también recordó a todos que «esta victoria sobre el IVA debe ser un trampolín hacia victorias más grandes».

Seguimos rechazando el robo de la riqueza pública, nos negamos a aceptar recortes presupuestarios que perjudican el empleo, profundizan la desigualdad y destruyen los servicios públicos.