Pandemia de coronavirus La salud mental y los riesgos psicosociales de lxs trabajadorxs de la salud en América Latina
Enfatizando la importancia de trabajar colectivamente y de realizar intervenciones preventivas para resguardar la salud de lxs profesionales de la salud - gravemente amenazada durante la crisis sanitaria - concluyó el webinario “Salud Mental y Riesgos Psicosociales de las y los Trabajadores de la Salud”, organizado el último 19 de noviembre por la ISP en el marco del proyecto Kommunal para el sector salud en América Latina.
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La actividad, que congregó a más de 300 personas conectadas por Zoom en forma simultánea, fue inaugurada por Nayareth Quevedo, secretaria subregional de la ISP para el Cono Sur y coordinadora del proyecto, quien remarcó la grave situación que hoy viven las y los trabajadores de la salud en el contexto de la pandemia, representando el 12% de la población infectada en todo el mundo y con un número importante de fallecidos.
Ve el webinario completo en el video de abajo:
Video
La salud de los profesionales de la salud - gravemente amenazada durante la crisis sanitaria - fue el tema principal del webinario “Salud Mental y Riesgos Psicosociales de las y los Trabajadores de la Salud”, organizado el último 19 de noviembre por la ISP en el marco del proyecto Kommunal para el sector salud en América Latina.
Webinario "Salud mental y riesgos psicosociales de las y los trabajadores de la salud"
“La falta de preparación de los sistemas de salud, incluida la escasez de personal, las agotadoras y extensas jornadas de trabajo y la falta de equipos de protección personales han expuesto y siguen exponiendo a los y las trabajadoras de la salud a peligros mortales, socavando también la capacidad de los sistemas de salud para responder a la emergencia”, señaló.
En esa línea, recordó que las mujeres han estado expuestas a una mayor presión, ya que no solo deben responder a las exigencias laborales -a veces sin los recursos necesarios para resguardar su salud física y mental- sino también a las tareas vinculadas al hogar, apoyando a los hijos y haciéndose a cargo de otras personas dependientes del hogar. A esto se debe sumar que las cuarentenas han expuesto a muchas mujeres a mayor riesgo de situaciones de violencia intrafamiliar.
Por ello, indicó, es esencial trabajar en forma conjunta -ISP y sindicatos- en pos de conseguir políticas que brinden más apoyo a las y los trabajadores, que regulen no solo temas como la extensión horaria, sino también que se brinden las herramientas para proteger adecuadamente la salud y el bienestar de los profesionales de la salud.
Impacto en la salud física y mental
A continuación, Jocelio Drummond, secretario regional de la ISP, saludó a los asistentes y adelantó que 2021 va a ser un año en lo que los trabajadores de la salud y la ISP van a trabajar en forma muy organizada, en base a las políticas de salud que se han estado desarrollando durante este año. “Tenemos una visión positiva respecto de lo que podremos hacer en 2021, logrando dar respuesta a todo lo que ha sucedido este año y a temas como las Isapres [Instituciones de Salud Previsional de Chile] y las privatizaciones en salud”, indicó.
En tanto, Carolina Espinoza, dirigenta de la salud municipal en Chile y vicepresidenta del Comité de Mujeres de la región de la ISP, señaló que la pandemia ha puesto en evidencia cómo las políticas privatizadoras han afectado la carga laboral de las y los trabajadores y la necesidad de servicios mejor dotados.
Al respecto, comentó una encuesta realizada en Chile, con el objetivo de conocer las condiciones laborales de los trabajadores de la salud en pandemia, que incluyó a más de 9 mil personas. “Este estudio mostró que, además del riesgo de contagiarnos y ser vector de contagio para nuestras familias, existe una elevada incidencia de enfermedades físicas y psicológicas. Los resultados revelan que el 88,4% de las mujeres del sector público están con riesgo psicosocial cuantitativo; que el 43% de las trabajadoras presenta dolor, tensión muscular, hormigueo, cansancio; que el 32% de los hombres y el 28% de las mujeres presenta palpitaciones, cefaleas, mareos, sudoración irritabilidad. Es decir, hay claramente una sintomatología que evidencia un impacto en la salud de las y los trabajadores”, expresó.
“Los resultados de esta encuesta constituyen una herramienta muy valiosa también para exigirle a nuestras autoridades que se implementen políticas que mejoren nuestras condiciones. Terminar con estas inequidades y alcanzar la justifica fiscal son reivindicaciones centrales para lograr mejores servicios públicos y es un foco central de trabajo para la ISP.”, concluyó.
Posteriormente, Viviana García, especialista en temas de género, violencia y riesgos psicosociales, ofreció una completa exposición sobre violencia de género, teniendo como marco el Convenio 190 de la OIT sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo.
La experta recalcó que las desigualdades de género en el trabajo son tan comunes hasta hoy, que se dejan pasar o se normalizan: “las mujeres vivimos peor, tenemos peor salud mental y física, sufrimos el acoso sexual y la dominación masculina. Hay tareas y sectores donde esto se manifiesta más marcadamente, como docentes y en el personal de salud”.
Asimismo, indicó que los factores de riesgo psicosocial en el trabajo generan respuestas de 3 tipos; fisiológicos, emocionales cognitivos y conductuales, conocidos comúnmente como estrés y que son precursores de enfermedades. En salud, estos factores son muy importantes, dada la naturaleza de estos trabajos, y aumentan la vulnerabilidad de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
“El maltrato, la violencia, el desestabilizar psíquicamente al otro no solo viola los derechos humanos y laborales, sino que nos enferman y afectan nuestra vida completa. La precariedad laboral no se remite únicamente a bajos sueldos o malas condiciones laborales, sino a todo lo que implica la organización del trabajo y que vulnere nuestros derechos, nuestra calidad de vida y estado de salud”, señaló.
Para enfrentar esta situación -acotó- es fundamental contar con herramientas que permitan visibilizar esa exposición a factores de riesgo psicosocial, abordar el problema en forma preventiva (y no cuando la enfermedad ya se presentó) y trabajar en forma colectiva. “Si negociamos en forma individual, como nos propone este mundo patriarcal y capitalista, lo único que lograremos es la fragmentación, la ruptura del tejido social y colectivo”.
Además de contar con una mayor dotación de profesionales de salud, para evitar el desgaste laboral, considera esencial brindar a estos trabajadores elementos de escucha y de acompañamiento, que les permitan hablar y expresar sus emociones.
Experiencias y prácticas en distintos países
Para finalizar la actividad, se realizó un panel en el que representantes de Chile, Colombia, Perú, Brasil y el Salvador dieron a conocer sus experiencias sindicales en el mundo del trabajo, visibilizando los factores de riesgo psicosocial que potencian esta problemática.
A modo de conclusión, Viviana García rescató que, a pesar de todas las dificultades, “a través de la transformación de los sistemas públicos, tenemos la oportunidad de convertirnos en un nuevo modelo de país, de sociedad de clase sindical. Tenemos que seguir trabajando para la recuperación de los espacios públicos y para visibilizar las desigualdades. En ese sentido, el movimiento sindical es fundamental y la ratificación del convenio 190 de la OIT debe ser parte de nuestra lucha”.