La ISP llora la muerte y la devastación provocada por el ciclón Idai

La ISP está devastada y con el corazón roto por la muerte y la destrucción provocadas por el ciclón tropical Idai, que se abatió sobre Mozambique, Zimbabue y Malaui los días 14 y 15 de marzo. Hasta ahora se ha confirmado la muerte de más de 500 personas, pero se teme que el número de víctimas mortales sea mucho mayor, ya que las zonas afectadas siguen recibiendo noticias de más víctimas.

Se calcula que el 90% de la ciudad de Beira (Mozambique), donde viven unas 500.000 personas, fue destruida o parcialmente dañada por el ciclón. Hasta ahora se ha registrado la muerte de cien personas, pero cuando el presidente recorrió la ciudad, llegó a la conclusión de que podrían haber muerto en la tormenta hasta mil personas. En el sur de Malaui, más de 14 distritos siguen necesitando ayuda. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas está tratando de prestar servicios a más de 920.000 personas afectadas en el país. En Zimbabue, más de cien personas han muerto y esta cifra va en aumento. La zona más afectada es la ciudad de Chimanimani en Manicaland, que limita con Mozambique.

El ciclón y las lluvias e inundaciones que lo acompañan han destruido viviendas, carreteras, infraestructuras, granjas y provocado la rotura de varias presas. Miles de personas han quedado sin techo, sin alimentos ni acceso al agua y a la electricidad. Los equipos de rescate tienen dificultades para acceder a los supervivientes, ya que a muchos de ellos sólo se puede llegar por barco o por avión.

Aquellos que lograron escapar trepando a los tejados, o caminando durante horas huyendo de las inundaciones, tienen ahora que reconstruir sus hogares, sus vidas y llorar la pérdida de familiares y vecinos. Desde la ISP enviamos nuestras más sentidas condolencias a todos aquellos que han perdido a sus seres queridos y ofrecemos nuestra solidaridad y apoyo a quienes han sufrido pérdidas materiales.

Saludamos la dedicación y los sacrificios de los trabajadores y las trabajadoras de los servicios públicos de emergencia que luchan día y noche para encontrar a los heridos y salvar vidas y tratar a los enfermos y heridos, en las circunstancias laborales más difíciles. 

Como sindicatos de servicios públicos, nuestros miembros tienen por delante la ardua tarea de reconstruir los servicios públicos en sus ciudades, pueblos y vecindarios: desde hospitales, a clínicas, escuelas e infraestructuras, para restaurar el agua, la electricidad, la movilidad y otros servicios esenciales.

Por último, la ISP señala que debemos hacer hincapié en los efectos del cambio climático. Este desastre es una muestra más de la creciente frecuencia e intensidad con la que ocurren los fenómenos naturales causados por el cambio climático.  Los más afectados son siempre los pobres y los más vulnerables, y es desgarrador ver cómo se destruyen las vidas y los medios de subsistencia de tanta gente. Mientras lloramos e intentamos hacer frente a la magnitud de esta crisis, instamos a todos los países y a las corporaciones internacionales a que reflexionen en su interior sobre las medidas que es urgente adoptar para frenar el cambio climático y poner fin a esta devastadora pérdida de vidas.

Deseamos a Mozambique, Zimbabue y Malaui fuerza y les apoyamos en este momento tan difícil.

We wish Mozambique, Zimbabue and Malaui strength and stand with you in this very hard time.