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Proyecto Fórsa La ISP impulsa la Escuela Sindical Nacional para Jóvenes en Chile
En el marco del proyecto Forsa, la ISP inauguró la Escuela Sindical Nacional para Jóvenes en la sede de Fenpruss en Santiago de Chile. Durante tres días, los participantes se sumergieron en actividades participativas orientadas a promover la perspectiva juvenil, la equidad de género, la sostenibilidad y la inclusión, además de abogar por el trabajo decente y servicios públicos de calidad.
Sofía Palma
Empoderar a las y los trabajadores jóvenes con herramientas que fortalezcan su liderazgo y promuevan un trabajo digno es una prioridad clave para la Internacional de Servicios Públicos (ISP). En el marco del proyecto Forsa, la ISP inauguró la Escuela Sindical Nacional para Jóvenes en la sede de Fenpruss en Santiago de Chile. Durante tres días, los participantes se sumergieron en actividades participativas orientadas a promover la perspectiva juvenil, la equidad de género, la sostenibilidad y la inclusión, además de abogar por el trabajo decente y servicios públicos de calidad.
En la primera jornada, Gabriela Farías, Presidenta de Fenpruss; Valeria Altamirano, Secretaria de Igualdad de Oportunidades de Fenpruss y miembro del Comité de Jóvenes de la ISP; y Nayareth Quevedo, Secretaria Subregional para el Cono Sur, dieron la bienvenida a los asistentes. Subrayaron la importancia de las iniciativas centradas en la juventud dentro de la ISP y las acciones necesarias para apoyar a los jóvenes trabajadores.
“El fortalecimiento de los sindicatos a través del empoderamiento de los jóvenes lleva más de 20 años en marcha, y hemos sido parte de ese desafío.
“El fortalecimiento de los sindicatos a través del empoderamiento de los jóvenes lleva más de 20 años en marcha, y hemos sido parte de ese desafío. Un sindicato irlandés, que en aquellos años se llamaba Impact y hoy es Forsa, reconoció que el crecimiento de sus sindicatos pasaba por fortalecer a sus miembros más jóvenes y que las organizaciones los tomaran en cuenta activamente”, explicó Farías.
Altamirano añadió: “Nuestro trabajo no se trata solo de reunirnos, sino de fomentar un pensamiento crítico en torno a la juventud y su rol. Nos encontramos en una coyuntura sociopolítica donde los jóvenes han sido especialmente afectados. Es crucial que aprovechemos este espacio para compartir experiencias y construir un movimiento que responda a sus necesidades”.
“En la ISP hemos estado trabajando en pilares estratégicos para el fortalecimiento de las organizaciones, y uno de ellos es la perspectiva juvenil. A lo largo del tiempo, hemos pasado de no tener una agenda juvenil a modificar incluso los estatutos para establecer los comités de jóvenes. Estos logros, impulsados por la formación, la capacitación y las políticas juveniles dentro de la ISP, son motivo de orgullo y siguen siendo objetivos claves de esta escuela”, concluyó Quevedo.
Nayareth Quevedo Secretaria Subregional para el Cono Sur de la ISP
“En la ISP hemos estado trabajando en pilares estratégicos para el fortalecimiento de las organizaciones, y uno de ellos es la perspectiva juvenil.
La realidad de los jóvenes sindicalistas chilenos
“Trabajar con jóvenes trabajadores tiene una particularidad especial: es donde reside el potencial para que los sindicatos sigan siendo relevantes ante las transformaciones productivas del siglo XXI”, comentó María Fernanda Villegas, ex Ministra de Desarrollo Social y Directora del Centro de Estudios del Trabajo (CETRA) y principal ponente de la escuela.
Villegas profundizó en la situación del país en relación al mundo laboral, abordando la historia de los modelos sindicales, las cuatro revoluciones industriales y la necesidad de abandonar el corporativismo nacido en dictadura. Reivindicó el carácter político no partidista de la actividad sindical y el papel de las y los trabajadores en la toma de decisión e incidencia en lo público.
Según la facilitadora, el contexto nacional revela un Estado debilitado, con mayor desempleo, menor retención de jóvenes en los espacios laborales y nuevos desafíos derivados de las tecnologías emergentes. Estas obligan a los trabajadores a adaptarse a un ritmo de automatización sin precedentes. Un estudio del Foro Económico Mundial (WEF) prevé que en cinco años los empleadores dividirán el trabajo casi a partes iguales entre humanos y máquinas.
Frente a este escenario, es urgente incorporar una perspectiva de juventud en la discusión de estos temas, enfrentarlos y buscar soluciones. Se requiere una postura proactiva frente a las legislaciones, para anticiparse a las problemáticas y garantizar condiciones laborales dignas, en línea con lo planteado por el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Comunicación efectiva y liderazgo sindical
El segundo día de la escuela comenzó con una dinámica grupal en la que los participantes identificaron las habilidades clave para un liderazgo sindical efectivo. La comunicación, la empatía, la adaptabilidad, la autogestión y el pensamiento analítico fueron destacadas como competencias esenciales. También se discutieron los modelos de liderazgo más adecuados para sus organizaciones. Aunque los modelos liberales, directivos y democráticos funcionaron bien durante la primera revolución industrial y el siglo XX, Villegas indicó que los modelos situacionales y transformacionales son los recomendados actualmente, por su flexibilidad y enfoque en incentivos intrínsecos.
Posteriormente, Villegas impartió un taller sobre comunicación efectiva en el liderazgo sindical, subrayando que la forma en que se emite un mensaje es tan importante como la forma en que se recibe. Destacó la importancia de la comunicación no verbal, la claridad del mensaje y el objetivo de cada conversación. Proporcionó consejos para que las y los jóvenes líderes puedan resolver conflictos de manera efectiva, considerando las brechas generacionales y la relevancia del diálogo.
Del proletariado al precariado: la juventud exige trabajo decente
Dado que las relaciones laborales son asimétricas, es esencial que las y los trabajadores dominen las técnicas de negociación e identifiquen las distintas formas de precarización laboral. En la última jornada, se profundizó en estos temas cruciales.
Villegas explicó que para que la negociación tenga lugar, debe existir una necesidad clara y posturas dicotómicas frente a ella. Los trabajadores deben comprender que la negociación es un proceso con múltiples características, por lo que deben prepararse para abordarla considerando sus componentes y contextos. Para ponerlo en práctica, los participantes realizaron una simulación de negociación, explorando los intereses en juego y la satisfacción de las partes involucradas.
La negociación colectiva es una herramienta vital para combatir la precariedad laboral y comprometer a los actores políticos. Actualmente, las y los trabajadores enfrentan cuatro dimensiones de precarización: temporal, organizacional, económica y social. Estas se manifiestan en trabajo no remunerado, brechas salariales, ambientes laborales hostiles, inestabilidad contractual, malas condiciones de seguridad y falta de derechos sindicales. Como consecuencia, los trabajadores experimentan incertidumbre, mala salud física y mental, y vulnerabilidad económica, dificultando su integración social y autonomía.
En este contexto, la juventud debe liderar los esfuerzos para visibilizar y abordar la precarización laboral en todas sus formas. Es su responsabilidad proponer soluciones y asegurar que estos temas se incorporen en sus agendas, ya que forman parte de los grupos más vulnerables. Mientras que los trabajadores mayores suelen soportar estas condiciones por su posición en el sistema, los jóvenes son esenciales para avanzar hacia el trabajo decente.
La juventud: una riqueza para las organizaciones sindicales
Una de las razones por las que la ISP considera fundamental dar espacio a la juventud es por la riqueza que aporta a las organizaciones sindicales. La diversidad de las y los jóvenes trabajadores, tanto en su forma de pensar como en sus experiencias y objetivos, plantea nuevos desafíos y aporta herramientas valiosas para el movimiento sindical.
Por ello, “es crucial que la juventud se represente a sí misma y exprese sus propias necesidades, ya que solo ellos conocen realmente sus problemas”, puntualizó Quevedo. Además, dijo el recambio generacional y las nuevas tecnologías exigen adaptaciones tanto dentro como fuera del mundo laboral y sindical.
Finalmente, la escuela finalizó con algunas reflexiones, sobre la resistencia al cambio, la influencia de la juventud en sus organizaciones. “Hoy ocupan cargos directivos, participan activamente y colocan sus problemáticas en el centro del debate. El camino ha sido largo y arduo, pero los procesos de transformación están en marcha”, expresó la secretaria subregional de la ISP al final del encuentro.