La delegación de la ISP se prepara para la CSW68
A medida que se acerca la 68ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (UNCSW68), la delegación de la ISP, compuesta por 23 mujeres dirigentes sindicales de todo el mundo, unirá sus fuerzas a las delegadas de los Sindicatos Globales y a representantes de la sociedad civil para impulsar nuestros objetivos comunes.
Verónica Montúfar
Este año el tema prioritario es “Acelerar el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas abordando la pobreza y fortaleciendo las instituciones y la financiación con una perspectiva de género” y el tema de revisión es “Sistemas de protección social, acceso a los servicios públicos e infraestructuras sostenibles para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas (conclusiones acordadas del sexagésimo tercer periodo de sesiones)”, temas particularmente importantes para la ISP y parte de su recién aprobado Programa de Acción.
La ISP ha planteado que las múltiples crisis (económica, geopolítica, de gobernanza, ambiental y de cuidado) por las que atraviesa la humanidad han desatado un impacto diferenciado. En cuanto a las consecuencias de género, las crisis han expuesto cómo la división sexual del trabajo en los ámbitos privado y público perdura y produce relaciones de poder sistemáticamente desiguales y patriarcales, así como violencia económica estructural, articuladas a discriminaciones interseccionales y de colonialidad. Causas estructurales que inciden en que las mujeres, las identidades de género feminizadas y las personas de género no conforme no disfruten de igualdad de condiciones y oportunidades, y se reproduzca sistemáticamente el círculo de feminización de la pobreza.
De manera particular a partir de la pandemia, la crisis del cuidado ha develado profundas contradicciones, que, de no ser transformadas, seguirán alimentando las causas estructurales de la pobreza de las mujeres, tales como:
La intensificación del trabajo de cuidado no remunerado "tradicional" de las mujeres.
La extracción, mercantilización, precariedad y explotación, del trabajo remunerado de cuidado, “tradicional” a las mujeres, incluso en las cadenas globales de cuidado.
Un sistema global de cuidado fracturado o inexistente con grandes vacíos de financiamiento, que le ha convertido en presa de la externalización y la privatización.
La sobreexposición a la violencia doméstica, al feminicidio y a la violencia en el mundo del trabajo
Las estructuras de discriminación interseccionales que enfrentan a grupos de mujeres a las peores formas de vida y de trabajo.
Global Unions at #CSW68
The voice of women workers at the UN: union women from around the world are preparing to attend the 68th session of the commission on the status of women (UNCSW68), taking place at the United Nations headquarters in New York from 11 to 22 March 2024.
Follow the delegation blogPor tanto, la ISP trabajará con los Sindicatos Globales y las organizaciones progresistas de la sociedad civil, para incidir en la gobernanza global que el abordaje a la pobreza de las mujeres diversas en las conclusiones acordadas, plantee:
Reconstrucción de la organización social del cuidado a través de la agenda de las 5Rs.
Reconocer el valor social y económico del trabajo de cuidado (remunerado o no) y el derecho humano al cuidado.
Recompensar, remunerar y representar trabajo de cuidado y lxs trabajadorxs del cuidado con un trabajo profesionalizado, un salario igual por un trabajo de igual valor, pensiones adecuadas, una protección social completa, condiciones de trabajo sanas y seguras, una representación fuerte, ejercicio pleno de sus derechos a sindicalización, la negociación colectiva y diálogo social en línea con el Programa de Trabajo Decente de la OIT.
Reducir la carga del trabajo de cuidado no remunerado de las mujeres.
Redistribuir el trabajo de cuidado dentro de los hogares, entre todxs lxs trabajadores, eliminando la división sexual del trabajo, y entre los hogares y el Estado.
Reivindicar el carácter público de los servicios de cuidado y restablecer el deber y la responsabilidad primordial del Estado de prestar servicios públicos de cuidado, de desarrollar sistemas de cuidado que transformen las relaciones de género y la vida de las mujeres, financiando la capacidad de inversión del Estado a través de una fiscalidad justa y progresiva y garantizando la igualdad de derechos fiscales de los Estados nación, a nivel internacional. Enfatizando en la R2 y R5.
Derechos laborales y sindicales que transformen el mundo del trabajo hacia la mayor representación de las mujeres trabajadoras en el diálogo social e instancias de regulación laboral, transformación hacia empleo formal para las mujeres en su diversidad sin menoscabo de su categoría contractual, migratoria o profesional, igual remuneración por trabajo de igual valor, no discriminación, protección social, salud, seguridad y no violencia en el trabajo; eliminación de la división sexual del trabajo, así como la redistribución del trabajo de cuidado entre las personas trabajadoras.
Transición justa y equitativa en articulación con la justicia ambiental y de género.
Un acuerdo digital transformador de género, que incluya la defensa del carácter público y el acceso universal a los bienes comunes digitales mundiales, la soberanía de los datos, la gobernanza democrática y la igualdad de género en el mundo del trabajo en el contexto digital.
Cambio de paradigma desde el ajuste estructural, la deuda pública y la austeridad hacia incluir políticas en materia de desendeudamiento, fiscalidad progresiva, comercio justo, inversión pública para bienes y infraestructuras en manos públicas, y propiedad pública de los bienes estratégicos, develando las estrategias de “gender washing”
Fortalecimiento de servicios públicos de calidad transformadores de género (incluyendo servicios esenciales como la salud, bienestar social, agua, energía, justicia) y regulación/control estatal a la operación privada bajo formas explícitas o veladas de privatización.
Refundación del sistema multilateral, evidenciando su cooptación por parte de las corporaciones que provoca la elusión de los procesos formales y democráticos de la ONU, ocultos tras el supuesto de la actuación y articulación de múltiples partes interesadas (stakeholders). Las mujeres del movimiento sindical internacional y de la ISP reclamaremos nuestro papel como interlocutoras sociales democráticas y decoloniales en las propuestas hacia la gobernanza global.