Hasta ahora, creemos que nuestros esfuerzos por hacer oír la voz de los trabajadores han tenido un impacto positivo: las delegaciones gubernamentales han intentado incluir puntos importantes en el texto. Sin embargo, muchas de las cuestiones presentadas no se mencionaban o no se abordaban adecuadamente en los borradores que han llegado a conocimiento público. Muchos países y organizaciones de la sociedad civil están expresando su preocupación por el debilitamiento de las medidas para atajar las inaceptables desigualdades en el acceso a vacunas, terapias y otras tecnologías sanitarias.

Estos fueron los debates que impregnaron la reunión celebrada por la ISP en agosto con representantes de sus afiliadas del sector sanitario en Brasil. Además de conocer la marcha de las negociaciones del Tratado, la reunión sirvió para definir qué reivindicaciones deben priorizarse en la estrategia de incidencia política con los representantes brasileños que participan en las negociaciones a nivel mundial.

En junio, la ISP organizó un taller con sus afiliadas chilenas, Fenpruss, Confusam y ANEF. Organizaron una estrategia para llevar adelante las principales reivindicaciones de los trabajadores, centrándose principalmente en campañas de creación de redes. Al mes siguiente, en Colombia, en un evento para debatir la reforma del sistema de salud del país, la ISP y las afiliadas conocieron el proceso de los tratados y aprovecharon para fotografiarse con carteles, exigiendo que los derechos laborales y sindicales se incluyan en el texto del futuro instrumento de preparación, prevención y respuesta ante futuras emergencias sanitarias.

En septiembre, durante SUBRAC Norteamérica, el coordinador regional de salud de Interamericas y Secretario Subregional de ISP para Norteamérica, Euan Gibb, sacó a debate el tema del Tratado Pandémico. Los afiliados de Canadá y EE.UU. se interesaron por el tema y expresaron su descontento cuando se enteraron de que sus gobiernos estaban bloqueando las medidas para suspender los derechos de propiedad intelectual.

¿Cuál es la posición de los gobiernos de la región?

A finales de marzo, en un evento organizado por la ISP con las afiliadas del sector de la salud de la región andina sobre el tratado, representantes gubernamentales de Brasil, Colombia y Bolivia expusieron sus acciones y demandas durante las rondas de negociación.

La representante brasileña Carolina El Debs, diplomática con sede en Ginebra, señaló que el Borrador Cero contiene algunas propuestas interesantes como la equidad como principio estructurador del texto, la red de cadena de suministro (como medida concreta para garantizar el acceso a las tecnologías sanitarias en tiempos de pandemia). También señaló que existe una gran heterogeneidad en la capacidad productiva de los países, lo que es importante para el desarrollo de la capacidad técnica en los países en desarrollo. El representante de Colombia, asesor especial del Ministerio de Salud, Francisco Rossi, reflexionó sobre el modelo de innovación en el área bioquímico-farmacéutica y cuestionó cómo es posible continuar con el mismo modelo basado en el monopolio incluso después de la experiencia de la pandemia de COVID-19. Las normas de propiedad intelectual crean una escasez artificial para que las empresas puedan cobrar precios elevados. A continuación, la Viceministra de Salud de Bolivia, Dra. María René Castro, destacó aspectos como la posibilidad de que la vigilancia genómica pueda dar lugar a discriminación. Para Castro, esta información debe utilizarse para generar conocimiento y no para crear problemas.

Las afiliadas a la ISP se reúnen con los gobiernos de la región

En marzo de 2023, la afiliada mexicana SNTSS mantuvo una importante reunión con el gobierno de su país, en la que se plantearon los principales puntos de preocupación identificados por la ISP. Los temas fueron muy bien recibidos por el gobierno mexicano, en especial sobre la necesidad de mejorar el lenguaje relativo a la protección de los trabajadores de la salud. Además, los representantes del gobierno mexicano se mostraron abiertos a debatir la suspensión automática de los derechos de propiedad intelectual, a pesar de la conocida oposición de los países del Norte Global.

En julio, junto con sus afiliadas argentinas FESPROSA y UPCN, la ISP se reunió con funcionarios de los Ministerios de Salud y Asuntos Exteriores para recabar información sobre el proceso de negociación. Los funcionarios del gobierno argentino dejaron muy claro que el país está comprometido a avanzar en un mejor lenguaje en el texto para proteger a los trabajadores de la salud, así como proteger la inversión pública en investigación y desarrollo, además de incluir cláusulas que garanticen la suspensión de los derechos de propiedad intelectual en caso de una nueva emergencia sanitaria.

En septiembre, el secretario subregional para Brasil, João Cayres, y el Asesor Regional de Equidad en Salud para Interamérica, Pedro Villardi, se reunieron con representantes de la Oficina de Asesoría Internacional del Ministerio de Salud de Brasil y de la División de Salud Global de Itamaraty, junto con las organizaciones afiliadas CNTS, FNE, Confetam, Sindsep, Sindsaúde-SP y SEESP para evaluar el trabajo realizado por el Grupo Negociador del INB, cuyo vicepresidente es el embajador de Brasil en Ginebra, el ministro Tovar da Silva Nunes.

En octubre, el Ministerio de Asuntos Exteriores brasileño celebró una consulta pública con agentes no estatales sobre el acuerdo. La Internacional de Servicios Públicos y sus afiliados del sector sanitario participaron en el acto presencial celebrado en Brasilia el 25 de octubre, interviniendo en ocho ocasiones. Además, tras el evento, enviaron un documento formal con las demandas de los trabajadores sanitarios y asistenciales al gobierno brasileño, como parte del proceso de negociación conocido como "Acuerdo sobre Pandemias" de la OMS.

Aunque el borrador tiene secciones que cubren todas las preocupaciones relevantes en relación con una futura pandemia, así como el fortalecimiento y mantenimiento de la arquitectura sanitaria mundial existente, las cláusulas y disposiciones de muchas secciones carecen de compromisos claros por parte de los Estados miembros. En muchos puntos, el lenguaje no responsabiliza a los Estados miembros de las medidas cruciales necesarias para lograr el objetivo de unos sistemas sanitarios robustos y resistentes, preparados para futuras emergencias sanitarias. La próxima reunión del INB se celebrará entre el 4 y el 6 de diciembre de 2023 y se espera que el texto final se apruebe en mayo de 2024 durante la 77ª Asamblea Mundial de la Salud de la OMS.