El cuidado como derecho humano autónomo: la Corte IDH emite dictamen histórico

La ISP acoge con orgullo la histórica opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que reconoce el cuidado como un derecho humano autónomo.

Hoy nos encontramos en un punto de inflexión.

La ISP acoge con orgullo la histórica opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que reconoce el cuidado como un derecho humano autónomo. No se trata solo de un hito jurídico, sino de un avance político y una victoria para las mujeres y trabajadoras del cuidado en toda América y el mundo.

“La opinión consultiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el reconocimiento del cuidado como un derecho humano autónomo, lo aleja de la mercantilización, de la privatización y de sus formas disfrazadas, como las asociaciones público-privadas”, afirmó Luba Melo, presidenta del Comité de Mujeres de la ISP en Brasil.

Nuestro Manifiesto del Cuidado, presentado en 2021, reclamaba precisamente este reconocimiento, situar al cuidado no como un bien de la economía de mercado, sino un derecho humano.

Este dictamen histórico confirma aquello por lo que, como sindicalistas, feministas y trabajadores de los servicios públicos, luchamos:  el trabajo de cuidado, realizado en su gran mayoría por mujeres, es la columna vertebral de nuestras sociedades y debe ser un trabajo decente.

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Con esta decisión, la Corte ha situado el cuidado en el centro de los derechos humanos y, lo que es más importante, lo ha vinculado al principio de solidaridad.  Envía a nuestro parecer, un mensaje contundente: el cuidado no es una responsabilidad individual ni una fuente de lucro, sino una responsabilidad pública que debe garantizar el Estado.

Esto refuerza nuestra lucha colectiva por reconstruir la organización social del cuidado en la que:

  • los sistemas públicos de cuidado sólidos, universales y financiados y provistos por manos públicas no sean la excepción, sino una realidad.

  • los trabajadores y trabajadoras del cuidado, en su mayoría mujeres, accedan a trabajo decente y sean reconocidos, protegidos y remunerados de manera justa.

  • la igualdad de género no se sólo una aspiración, sino una realidad

Esta opinión no es solo para las Américas, sino que establece un estándar global que desafía a todos los gobiernos, en todas partes, a seguir su ejemplo: reconocer, legislar e invertir en el cuidado como un derecho humano de manera progresiva y sostenida.

establece un estándar global que desafía a todos los gobiernos, en todas partes

La ISP y nuestras afiliadas aprovecharemos este impulso y exigiremos transformaciones más profundas, nos organizaremos, movilizaremos y lucharemos por políticas públicas feministas concretas que hagan del derecho al cuidado una realidad vivida, para todas las personas, en todas las comunidades, para todos los trabajadores y trabajadoras.

Rumbo a la XVI Conferencia Regional de la Mujer de la CEPAL

Este triunfo se convierte en el punto de partida para una nueva etapa de movilización. La ISP y sus afiliadas llegarán a la XVI Conferencia Regional de Mujeres de América Latina y el Caribe —que se celebrará del 12 al 15 de agosto, en México — con el objetivo de consolidar un Compromiso de Tlatelolco más ambicioso y transformador.

Desde ya, se prepara una ofensiva política para traducir esta decisión jurídica en realidades concretas: salarios dignos, condiciones laborales justas, acceso universal y provisión pública de los servicios de cuidado y un cambio cultural que rompa con la división sexual del trabajo.

Hoy no solo ganamos un argumento legal. Ganamos una herramienta política para avanzar hacia la justicia social y de género. Ahora es responsabilidad de los Estados responder con hechos.