G20/OCDE - La ISP llama a la acción sindical para una reforma más ambiciosa del impuesto global sobre sociedades

La ISP ha informado a sus afiliadas sobre las deficiencias del próximo acuerdo del G20 sobre fiscalidad internacional y les pide que tomen medidas urgentes con sus gobiernos. La ISP pide una reforma más justa y ambiciosa del impuesto global sobre sociedades.

Tras la publicación de una declaración del G20 en julio de 2021 (véase la reacción de la ISP), las negociaciones entre el G20 y la OCDE para la reforma de las normas del impuesto global sobre sociedades están llegando a su fase final. Se espera que el G20 apruebe un acuerdo final en su reunión de Ministros de Finanzas de los días 12 y 13 de octubre, seguida de la cumbre de Líderes de los días 30 y 31 de octubre.

Los sindicatos deben mantener la presión para que se produzca un cambio fundamental en las normas sobre precios de transferencia.

Es probable que el acuerdo introduzca cambios significativos en el sistema actual en forma de un tipo impositivo mínimo y el reconocimiento de que las normas sobre precios de transferencia no funcionan bien en las economías en proceso de digitalización. Sin embargo, el acuerdo del G20 que se presentó en julio de 2021 sigue estando muy lejos de las demandas de los sindicatos.

En una nota informativa publicada hoy, la ISP describe cómo la ambiciosa reforma sigue siendo limitada, algunos elementos del diseño son deficientes y muchos elementos siguen reflejando los sesgos fiscales existentes, en particular los que perjudican a muchos países en desarrollo. En los próximos meses habrá que hacer un esfuerzo considerable para intentar solucionar algunas de estas deficiencias y garantizar que se puedan sentar todas las bases posibles para una futura reforma.

La ISP apoya los recientes comentarios enviados por el G-24, organización intergubernamental que representa los intereses de 24 economías en desarrollo, al Marco Inclusivo de la OCDE.

En particular, las afiliadas a la ISP deberían pedir

  • La aplicación de un tipo impositivo mínimo de al menos el 25%. Esta es una prioridad sindical urgente, que puede lograrse tanto a nivel del G20 como a nivel nacional;

  • Unas retenciones fiscales justas, con el fin de intentar mitigar el diseño injusto del tipo mínimo mundial para las economías en desarrollo;

  • Acceso público a los datos clave en los informes país por país.

Sobre todo, los sindicatos deben mantener la presión para que se produzca un cambio fundamental en las normas sobre precios de transferencia. El acuerdo del G20 debe considerarse sólo el comienzo de una nueva reforma fiscal mundial. Se requiere una imposición unitaria para todos los beneficios de las empresas, basada en factores de imputación que representen todos los factores de producción, incluido el empleo (véanse las demandas políticas de la ISP) .