Fortalecer los sistemas públicos de salud en América Latina para detener el avance de las multinacionales

El crecimiento del sector privado en el sector de salud de un país está directamente relacionado a la fuerza o debilidad de sus sistemas públicos. Si el sistema público de salud es fuerte e integrado, no hay mucho espacio para la privatización. Si, por otro lado, es débil y segmentado, el sector privado avanza – y con ello llegan las multinacionales.

Esta fue una de las principales conclusiones del webinario de presentación del estudio “Multinacionales en América Latina: una caracterización a partir del sector salud en Brasil, México, Colombia, Perú, Paraguay y Chile”, desarrollado en una alianza entre la Internacional de Servicios Públicos y el Centro de Estudios de la Fundación Nodo XXI, y que busca aportar evidencia empírica sobre el influjo que ejerce la penetración de inversiones foráneas en regiones económicamente periféricas como América Latina y su impacto en la acción del Estado, específicamente sus consecuencias en la estructuración de los sistemas nacionales de salud. El informe da cuenta de las formas de inserción de empresas multinacionales en los subsectores de prestación de servicios y seguros de salud en el período 2008-2018 en los seis países mencionados en el título.

Ve el webinario completo en el video de abajo:

Video

Encuentro realizado en 10 de noviembre de 2020 con el objetivo de lanzar el informe “Multinacionales en América Latina: una caracterización a partir del sector salud en Brasil, México, Colombia, Perú, Paraguay y Chile”, una elaboración de la Interacional de Servicios Públicos y la Fundación NodoXXI.

Webinar "Multinacionales del sector salud en América Latina"

Nayareth Quevedo, secretaria subregional de la ISP para el Cono Sur, abrió el encuentro señalando que el estudio se enmarca en la política global de la Internacional de Servicios Públicos respecto al papel de los Estados y los servicios públicos en el desarrollo. Según ella, la pandemia de coronavirus ha relevado el error de años de privatización, desmantelamiento y desfinanciación de los servicios públicos en todo el mundo. “Donde el neoliberalismo ha avanzado de forma extrema, se observa la total subordinación de la vida social a las exigencias del mercado”, dijo.

Matías Goyenechea Hidalgo, miembro del centro de estudios de la Fundación Nodo XXI y uno de los autores del estudio, destacó que la publicación permite analizar como el crecimiento de lo privado en la salud atrae los grandes capitales multinacionales que por su vez empiezan a profitar de los recursos de seguridad social y de los fondos públicos.

Según el, en este crecimiento del sector privado en la salud de los países latinoamericanos en los últimos 30 años cumplieron un rol fundamental organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que buscaron apropiarse del discurso en defensa de la cobertura universal planteado por organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para introducir mecanismos de mercado. De esa manera, se consolidó la lógica de fomentar el entorno económico en aras de permitir a la población mejorar su situación de salud en base a sus propios ingresos, y a la vez implementar acciones de salud focalizadas para la población más pobre. Eso resultó en un desarrollo de mercados privados nacionales y en la posterior adquisición de grupos nacionales por multinacionales, en particular en la provisión de salud y en el sector de seguros.

“La forma que adquiere el sector privado depende de la carencia o la fortaleza del sector público, Esto es central. Con la expansión de los servicios públicos, con el aumento de su capacidad de prestación, uno puede lograr aminorar la dependencia que hoy existe del sector público hacia al sector privado, así como la ingerencia de las multinacionales sobre los sistemas de salud”, concluyó el investigador.

Multinacionales en América Latina: una caracterización a partir del sector salud en Brasil, México, Colombia, Perú, Paraguay y Chile

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Este estudio desarrollado a través de una alianza entre la Internacional de Servicios Públicos y el Centro de Estudios de la Fundación Nodo XXI busca aportar evidencia empírica sobre el influjo que ejerce la penetración de inversiones foráneas en regiones económicamente periféricas como América Latina y su impacto en la acción del Estado, específicamente sus consecuencias en la estructuración de los sistemas nacionales de salud.

Alexandre Padilha, diputado federal brasileño y ex ministro de la Salud durante el gobierno de la ex presidenta Dilma Roussef, hizo un relato histórico de cuáles fueron los mecanismos que permitieron el crecimiento del sector privado y la inserción de empresas multinacionales en la salud en Brasil durante las últimas décadas.

Según él, pese a que la Constitución brasileña de 1988 haya determinado que la salud es un derecho de todas y todos y que es un deber del Estado, a través de la oferta de un sistema público universal, público y gratuito, en el momento de su elaboración los intereses del poder económico lograron incluir una brecha para una posible participación del sector privado en ese sistema nacional público, con la institución del sistema complementar privado. A eso se sumó una serie de subsidios estatales a seguros de salud a nivel empresarial e individual, así como para hospitales privados. Asimismo, la creación del Sistema Único de Salud (SUS) ha posibilitado la consolidación de un gran mercado en esta área, como de medicamentos y equipamientos.

En el final de los años 1990, explicó, la aprobación de una Ley de Responsabilidad Fiscal ha causado la disminución de los gastos de los gobiernos en servicios y trabajadores/as públicos/as. Eso se profundizó en 2016 cuando tras el golpe que derrocó a Dilma Rousseff se aprobó una enmienda constitucional que congeló la expansión de la inversión pública por 20 años. Según Padilha, el debilitamiento del sector público ha resultado en el fortalecimiento del sector privado.

La apropiación por el mercado del discurso en defensa de la cobertura universal de salud también fue analizada por María Soledad Barría, ex ministra de Salud de la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet. “Si bien la OPS habla de cobertura, este aumento del acceso universal el Banco Mundial y también el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lo interpretan como atención primara selectiva: focalizar los pobres incorporando al privado con la oferta de seguros y la provisión de salud por Asociaciones Público-Privadas”, dijo.

De esa maneja, señaló ella, muchas veces se esconde la búsqueda de la privatización de los servicios de salud. “El que paga no tiene que ver a quien le paga, sino que tiene que asegurar que se haga. Eso ha hecho que se predomine la visión financiera y el incentivo a la competencia. Pero ¿quién asegura que la gente no se enferme?”

Según Barría, si el sector salud no está organizado en redes basadas en atención primaria, es imposible asegurar acceso y equidad. “No interesa solamente el financiamiento, sino también la organización y entrega de los servicios. Si están en manos privadas, eso significa la entrega de servicios privado. No hay una organización en red”, alertó.

Rodrigo López, secretario general de la Asociación Nacional de Profesionales en Enfermería (ANPE), afiliada a la ISP en Costa Rica, explicó como se dio el retroceso del sistema público de salud en el país centroamericano en los últimos 20 años tras varias décadas donde han prevalecido las garantías sociales. Según él, eso se acompañó por una verdadera campaña de desprestigio de lo público que resultó en el desfinanciamiento del sector sanitario, lo que ha causado impactos en la contratación de empleados/as públicos/as y en la calidad de atención primaria. “Se actuó coordinadamente para obstaculizar la gestión y la atención con el objetivo de obligar al ciudadano a comprar los servicios”, dijo. “Nos hemos resistido durante más de 20 años, hemos liado enormemente contra el sistema político, ya que esta situación siempre nos ha impactado.”

El secretario regional de la ISP Interaméricas finalizó el encuentro anunciando la decisión del Comité Ejecutivo Regional Interamericano de la ISP (IAMREC) de priorizar la organización de las y los trabajadores de salud en 2021, incluyendo la creación de una federación regional de empleados de este sector. “La ISP considera la salud como un derecho humano y una obligación del Estado, así que representamos los y las trabajadores tanto estatales como privados. No queremos repetir con los trabajadores la fragmentación existente”, señaló.