Escuela de Líderes Jóvenes en Paraguay: el sindicalismo juvenil enfocado en los derechos humanos

El martes 29 de junio se llevó a cabo vía Zoom el módulo III de la Escuela de Líderes Jóvenes en Paraguay, enmarcada dentro del proyecto Union to Union de la Internacional de Servicios Públicos (ISP). El tema del encuentro fue “Políticas para la igualdad: estrategias sindicales con perspectiva de derechos”, a cargo de la docente María Fernanda Villegas.

Para la ISP, la relevancia de tratar las políticas de igualdad sindical surge de la necesidad de que las organizaciones sindicales trabajen en reconocer las injusticias históricas para ponerles fin y, junto con esto, remediar cualquier tipo de discriminación hacia los grupos minoritarios de trabajadoras y trabajadores de los servicios públicos.

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Políticas para igualdad: Estrategias sindicales con perspectivas de derechos

La docente María Fernanda Villegas, directora del Centro de Estudios del Trabajo (CETRA) y ex ministra de Desarrollo Social de la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, introdujo el enfoque de derechos humanos explicando que, pese a que existen muchas desigualdades en la sociedad, “la premisa en que se basa esta mirada es que todos y todas nacemos libres e iguales en dignidad”. Por ende y, precisamente por esto, las personas debieran alcanzar las mismas metas y tener las mismas oportunidades para surgir.

“Este enfoque es una forma particular de mirar la realidad. Busca que, de alguna manera, en toda la sociedad se pongan en práctica los derechos humanos”, prosiguió. “Pero vamos a encontrarnos con que hay grupos de la población que viven de forma mucho más dolorosa la exclusión, marginación y segregación. Estos son los grupos prioritarios”. Hizo hincapié en la existencia de esta priorización no significa que no haya preocupación por los y las demás, sino que la ayuda debe ser mayor a quienes “les cuesta más llegar” por la dura exposición al arbitrio.


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En esa línea, quien tiene la responsabilidad de garantizar ciertos estándares de políticas sociales – que debieran ser derechos sociales – para que esta forma se cumpla es el Estado. No obstante, las personas también tienen el “derecho de participar en ese desarrollo” y controlar y exigirle al Estado que lo haga. “Si tuviéramos clara la consciencia de que nacemos iguales, no nos doblegaríamos tanto, lucharíamos más por alcanzar esos estándares de igualdad, nos organizaríamos más. Pero hay muchas personas que se sienten tan discriminadas o marginadas, que cuando les dan algo, lo agradecen no como un derecho, sino como una acción especial”, dijo Villegas.

A continuación, la directora del CETRA se adentró en las cuatro características principales de los derechos humanos. La primera es que son inalienables, es decir, que nadie te puede privar de ellos. La segunda es la irrevocabilidad, desde que naces los tienes y no pueden abolirse. Que son intransferibles es la tercera, o sea, no pueden cederse, pues son necesarios para el pleno desarrollo. Por último, es que son irrenunciables, no puedes no exigirlos.

Sin embargo, para que estos existan, deben primar ciertos principios como la igualdad y no discriminación, la participación e integración, y el que son para todas y todos. También, que existe una interdependencia entre los 30 derechos humanos y que, por esto mismo, no pueden dividirse, pues para que el ser humano sea pleno necesita algún grado de efectividad entre todos ellos. “Estos principios no se cumplen a cabalidad, pero al conocerlos sabemos hacia dónde ir y que podemos exigir”, dijo la docente.

Como explicó Villegas, el concepto de historicidad de los derechos humanos permite que se vayan “leyendo en la clave del tiempo”. Para que esto suceda, lo primero es positivizarlos, es decir, deben traducirse a normas y a leyes (que se irán actualizando). Junto con esto, debe haber una internacionalización: tienen que crecer en la medida que los países se desarrollan y acompañarte si te trasladas a otro lugar del mundo. También, se tiene que presentar una generalización que amplíe la cobertura de los derechos a medida que se concientizan.

María Fernanda Villegas
María Fernanda Villegas

Además, les indicó a las y los estudiantes que ellos/as, como líderes y dirigentes, deben conocer y manejar, en el marco normativo, la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, la Declaración de Filadelfia de 1944, la Convención de 1978 de Eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer (CEDAW), y las Declaraciones y Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tanto fundamentales como prioritarios y técnicos.

“Cuando hablamos de enfoque de derechos humanos, tenemos a dos actores: titulares y garantes”, afirmó la ex ministra. Los primeros son quienes se benefician de la protección de los derechos humanos, es decir, todas las personas, y los segundos son los responsables de establecer las condiciones para que se ejerzan y se defiendan los derechos, como el Estado y sus funcionarios, respectivamente. Este último tiene como deberes la progresividad, inhibición, el imperio de la ley y la rendición de cuentas a la ciudadanía.

Antes de ahondar en la importancia de la equidad e igualdad, Villegas precisó que “cuando hablamos de discriminación en materia social con enfoque de derechos, nos referimos a dar trato diferenciado a personas, entre las que existen desigualdades”. Es un fenómeno multidimensional que puede ser positivo o negativo. Este último se llama discriminación arbitraria, y sin importar la intención, ahonda en la desigualdad. Puede manifestarse de forma directa, a través de escritos, o indirectamente, mediante prácticas cotidianas.

Cuando hablamos de discriminación en materia social con enfoque de derechos, nos referimos a dar trato diferenciado a personas, entre las que existen desigualdades

Con dos imágenes que aludían a la equidad e igualdad, María Fernanda evidencia que no siempre hablar de este último concepto es lo correcto. “Igualdad es dar a todos lo mismo, pero la equidad es darle a cada uno lo que necesita. Es buena, pero hay situaciones donde también se debe actuar equitativamente. Es como una carrera: si nos ponemos a correr todos partimos en la misma línea, pero no todos llegarán. Al hacer negociaciones colectivas se debe pensar en estos conceptos, porque no todos necesitan lo mismo. La equidad es mirar a las personas en la diferencia para darle a cada uno lo que necesita”, manifestó.

La importancia de estos temas en la agenda de las organizaciones sindicales, para Villegas, radica en que la ISP “practica y genera la inclusión no solo del punto de vista laboral, sino también sindical”. “Reconocemos que los sindicatos pueden ser y deben ejercer un rol muy importante para que los servicios públicos no discriminen, para que los espacios laborales se basen en la dignidad y en la libertad de toda forma de discriminación y explotación. Ustedes forman parte de una organización que tiene en el ADN la diversidad y no discriminación, y la lucha por la dignidad en el trabajo. Y no hay dignidad sin derechos humanos”, declaró.

Por este motivo, la ISP brega para que los sindicatos participantes se opongan a toda forma de discriminación dentro de sus espacios. Además, que apoyen la participación de las redes de igualdad de la Internacional y que en los países donde está presente se apliquen estas políticas, que se influya y presione al gobierno para que suscriban los pactos relativos a la no discriminación e igualdad y cumplan los acuerdos internacionales.

Parte de la presentación de María Fernanda Villegas
Parte de la presentación de María Fernanda Villegas

La directora del CETRA señaló que las políticas de la agenda de la ISP relativas al género plantean básicamente que la discriminación de género propicia la división sexual del trabajo y hace que en la sociedad continúe existiendo segregación profesional vertical y horizontal, baja densidad sindical y negociación colectiva, y una alta brecha salarial. Por esto, el plan de acción de la Internacional es aumentar la participación de las mujeres en los sindicatos y estructuras, promover la ratificación de Convenios, paridad en el trabajo sindical, alianzas con grupos activistas del tema, influir en políticas laborales, allanar la conciliación trabajo-familia y aplicar las 5Rs para una reconstrucción de la organización social del cuidado.

En lo que a jóvenes respecta, la docente mostró que la situación actual es compleja por la disrupción tecnológica en el mundo laboral, por la falta de seguridad y las limitadas posibilidades de mejorar el nivel de vida, la baja sindicalización y el constante cambio de cualificación laboral. Además, el retraso en la jubilación de las y los trabajadores mayores impide el cambio generacional en el empleo en los servicios públicos. La política de la ISP apunta a la participación sindical, la capacitación y formación, la colaboración generacional e internacionalismo entre sindicatos y el activismo.

Todo este enfoque de derecho apunta a cumplir en la vida sindical y darles sentido a esos sindicatos que no están para administrar la realidad, están para transformarla. No hay que callar frente a ninguna injusticia o arbitrariedad, sino buscar herramientas. “No les digo que sea fácil, ni que esto se puede hacer solo por la vía legal. Hay que hacerlo por todas las vías, partiendo por reconocer a los otros trabajadores como iguales. Esa es la invitación”, finalizó la ex ministra.