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Violencia de género Entre la pandemia y el derecho a la protección
En este segundo webinar de la serie organizado por los sindicatos mundiales que abogan por una nueva normalidad de igualdad de género, centrandosé en la violencia de género, Irene Khumalo, Presidenta del Comité Mundial de Mujeres (WOC) de la ISP, comparte la realidad de ser una mujer trabajadora de primera línea en tiempos de crisis - las mujeres constituyen el 70% del personal de la salud mundial.
Naadira Munshi
Si bien la violencia y el acoso son una realidad cotidiana para las mujeres trabajadoras del sector de la salud, en una pandemia estos problemas se ven agravados.
Irene Khumalo, una enfermera de Eswatini abre su presentación recordándonos la difícil realidad de ser una trabajadora de primera línea en un momento de crisis. "Estoy atrapada entre la pandemia y el derecho a la protección. En medio, donde hay que seguir ejerciendo la práctica de la enfermería y, al mismo tiempo, asegurarme de que no se atente contra mis derechos como trabajadora de la salud". Por esta razón, la ISP lanzó acertadamente su campaña "Trabajadorxs protegidxs, salvan vidas".
Para las mujeres trabajadoras, asegurar que sus derechos no sean vulnerados es un desafío constante... Khumalo señala que, si bien la violencia y el acoso son una realidad cotidiana para las mujeres trabajadoras de la salud, en una pandemia estos problemas se ven agravados.
Falta de equipo de protección personal
La falta de equipo de protección personal (EPP) es una preocupación importante para las enfermeras en todo el mundo y tiene un impacto de género. La colega Khumalo citó ejemplos del Reino Unido donde tres enfermeras atraparon la COVID-19 después de que se les obligara a usar bolsas de basura como EPP.
También habló de la división entre lxs trabajadorxs que trabajan sin EPP y los que trabajan con EPP. Las enfermeras que trabajan sin EPP son hostigadas. Lxs trabajadorxs comunitarios de la salud que hacen rastreo de contactos - la mayoría de los cuales son mujeres trabajadoras informales - no tienen acceso al EPP. Y en algunos casos, lxs trabajadorxs han reportado que se les ha pedido favores sexuales a cambio de los EPP.
"En mi establecimiento, tuvimos que retirarnos del lugar de trabajo, dejando de trabajar todos juntos porque no había EPP. Y como tal, tuvimos problemas con la administración para saber por qué nos sentamos cuando se supone que debemos trabajar. Y aún así no hay ropa de protección... Cuando llevamos una mascarilla, la describen como ropa de protección y dicen que está bien, que pueden ir a ver a los pacientes".
"Las comunidades estigmatizan a los trabajadores de la salud [por temor a] ser portadores del virus... Los trabajadores de la salud experimentan ciberataques [y] ataques de familiares debido a la información errónea".
Violencia de género
Los entornos de trabajo no propicios son preocupantes - Khumalo habló de las trabajadoras en China a las que se les obligó a usar pañales y se les pidió que tomaran anticonceptivos hormonales para retrasar su ciclo menstrual, de modo que tuvieran más tiempo para los pacientes a su cuidado.
El estigma ha sido un tema importante para los trabajadores de la salud, incluso de su familia y su comunidad. "Nos sentimos aislados, como ahora estamos separados del entorno familiar." Esto también es cierto para las comunidades. "Las comunidades estigmatizan a los trabajadores de la salud [por temor a] ser portadores del virus... Los trabajadores de la salud experimentan ciberataques [y] ataques de sus familiares debido a la información errónea".
A medida que los gobiernos de todo el mundo implementan medidas de confinamiento, el proceso para hacer frente a la violencia de género se retrasa. El bloqueo ha significado que muchas mujeres, incluyendo las trabajadoras de la salud, están confinadas con sus abusadores. La mayoría de los servicios judiciales se suspenden, lo que impide la protección judicial inmediata.
Khumalo citó el ejemplo de lxs trabajadorxs de los servicios públicos - mujeres trabajadoras - que están salvando vidas en la ciudad de Guayaquil, Ecuador que tiene el 68% de los casos de COVID-19 a nivel nacional. Allí, el sistema judicial nunca se detuvo bajo el confinamiento. Las afiliadas de la ISP cuyos miembros se ocupan de la violencia contra las mujeres y las familias - la mayoría de ellas mujeres jueces y secretarias - tuvieron que improvisar su trabajo para responder al aumento de la violencia de género y no abandonar a las víctimas.
Khumalo instó a que los servicios públicos sean sensibles al género. Describió cómo las mujeres no pueden salir de sus casas para denunciar a sus parejas abusivas y cómo en algunos países se han tenido que elaborar códigos para que las mujeres puedan denunciar los abusos. Irene subrayó que las mujeres se enfrentan a muchos abusos emocionales, y que esto ha llevado a un aumento del miedo, la ansiedad y la depresión.
Khumalo habló de la economía informal en la que las mujeres constituyen un porcentaje desproporcionado de lxs trabajadorxs de la economía informal. Mencionó cómo en Eswatini "la policía está demoliendo las estructuras donde las mujeres trabajadoras informales guardan sus mercancías, [diciendo] que todo el mundo debe quedarse en casa". Por lo tanto, la pregunta es quién cuidará de la familia cuando la mujer es el sostén de la familia".
Continúa destacando la frustración de las mujeres, que hacen todo el trabajo de cuidado, y el estrés añadido de hacer ese trabajo en un entorno en el que a los hombres que mantienen a la familia les cortan el sueldo o son despedidos. Señala que se supone que lxs trabajadorxs informales "deben estar protegidos y en un entorno seguro" y menciona la importancia de la inclusión de las trabajadoras en el Convenio 190 de la OIT sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Espera que la ratificación del convenio por los países permita a lxs empleadorxs aplicar políticas y programas que tengan en cuenta las cuestiones de género al abordar la violencia y el acoso.
Para terminar, la colega Khumalo instó a los sindicatos, que incluso en medio de una crisis,
Es importante que nos protejamos contra la violencia de género y luchemos por los derechos de salud sexual y reproductiva. Como sindicatos debemos luchar por una compensación justa para los trabajadores de primera línea y luchar por unas condiciones de trabajo seguras de acuerdo con las leyes de salud y seguridad en el trabajo.
Video
This second webinar of the series organised by global unions advocating for a gender equal new normal, brings together women trade union leaders and activists to expose the injustices and abuses facing female workers during the COVID pandemic.