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Enfermería paraguaya conquista mejoras laborales tras multitudinaria marcha contra la precarización y la privatización

Más de 4.000 enfermeras y enfermeros de todo el país protagonizaron una histórica jornada de movilización. A pesar del frío, la fragmentación sindical y las amenazas, la presión organizada logró compromisos concretos del Gobierno, marcando un antes y un después en la lucha por la salud pública en Paraguay.
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Ni el frío invernal, ni las amenazas veladas. Ni la histórica dispersión del movimiento sindical paraguayo ni las estrategias de silenciamiento lograron detener a las y los protagonistas de la jornada. El pasado 25 de junio, las calles de Asunción fueron testigo de una fuerza que viene gestándose en silencio en hospitales, puestos de salud y clínicas: la dignidad organizada de la enfermería paraguaya.
Convocadas por la Asociación Paraguaya de Enfermería (APE) y otras organizaciones del Frente de Unidad de Enfermería, más de 4.000 trabajadoras y trabajadores de blanco marcharon desde distintos puntos del país hacia la capital para exigir condiciones laborales dignas y rechazar la privatización de los servicios públicos de salud. Lo que parecía un grito más en medio del descontento social, terminó siendo una demostración de fuerza que arrancó compromisos concretos del Estado paraguayo.
Pero la movilización no surgió de la nada. Fue la expresión más reciente del poder de base que ha logrado construir la APE a lo largo de los años, especialmente en sectores históricamente invisibilizados del sistema público. Un ejemplo contundente de ello es la Ley que regula la carrera profesional del personal de enfermería, conquistada en 2020 gracias a la tenacidad del gremio, incluso en un país donde el nepotismo, los favores políticos y la cooptación de cargos en el Estado siguen siendo moneda corriente.
La existencia de esa ley no solo dignificó formalmente la profesión, sino que puso a la APE como una de las organizaciones más estratégicas del sindicalismo paraguayo, capaz de disputar reformas estructurales en un escenario institucional complejo y adverso. El reclamo por la implementación plena de esa carrera profesional es hoy uno de los ejes de las luchas en curso.
Avances concretos luego de la jornada
En la manifestación, las organizaciones entregaron formalmente un petitorio al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), en el que expresaron su rechazo rotundo a la tercerización y privatización, denunciaron la grave falta de insumos y medicamentos, exigieron el funcionamiento adecuado de terapias intensivas y plantearon la urgente reducción de la carga horaria para el personal de enfermería.
Mientras avanzaba la “marea blanca” por las calles del centro de Asunción, la presidenta de la APE y una comitiva integrada por los referentes de los sindicatos de enfermeras del Instituto de Previsión Social (IPS), fueron recibido por el director del organismo, Jorge Magno Brítez Acosta, y más tarde por el viceministro del Ministerio de Economía y Finanzas, Felipe María González Soley, quien se vio obligado a responder con una serie de compromisos concretos que representan avances significativos para el sector.
Uno de los puntos más destacados fue el anuncio de que el quinto año de la Carrera Profesional será incorporado al anteproyecto de presupuesto nacional 2026, beneficiando así a profesionales del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), del Hospital de Clínicas y del Hospital de Policía. A esto se sumó el compromiso de incluir los resultados del concurso de promoción de subnivel en el mismo presupuesto, un paso importante para garantizar una estructura de ascensos más justa y transparente.
En lo que respecta al Instituto de Previsión Social (IPS), se anunció una asignación presupuestaria adicional de 8.200 millones de guaraníes, equivalentes a aproximadamente 1,1 millones de dólares, destinada a fortalecer la Carrera Profesional y avanzar en los procesos de recategorización del personal. Asimismo, se comprometió una nivelación salarial para 800 trabajadoras y trabajadores contratados, que ahora accederán a un ingreso base de 4 millones de guaraníes, es decir, cerca de 540 dólares mensuales, un alivio importante en un contexto de salarios históricamente bajos y alta informalidad.
Finalmente, se acordó la instalación de una mesa de trabajo permanente entre el Frente de Unidad de Enfermería y las autoridades del Viceministerio de Economía, lo que permitirá dar seguimiento a los acuerdos y profundizar en futuras reformas. Además, el Gobierno anunció la realización de concursos públicos para nuevos contratos en el MSPyBS, el IPS y el Hospital de Clínicas, priorizando a jóvenes profesionales y garantizando criterios de mérito y transparencia en el ingreso al sistema público.
Más que una protesta: interpelación, visibilidad y construcción de poder
Lo vivido el 25 de junio no fue solo una manifestación gremial. Fue una poderosa interpelación al modelo de gestión del Estado paraguayo, donde las decisiones laborales y presupuestarias suelen estar atravesadas por criterios clientelares y favoritismos políticos antes que por el reconocimiento del mérito y la necesidad social. La enfermería salió a decir basta. Basta de precarización, de contratos basura, de salarios indignos, de invisibilización. Y lo hizo no desde la queja aislada, sino desde la movilización colectiva y propositiva.
El mensaje fue claro: no hay sistema de salud sin enfermería, y no hay dignidad profesional sin condiciones laborales justas. La contundencia de la marcha logró, además, traspasar las fronteras del país. Una muestra de ello fue la presencia y apoyo activo de Nayareth Quevedo, secretaria subregional de la Internacional de Servicios Públicos (ISP) para los países del Cono Sur, quien marchó junto a las y los trabajadores y expresó:
“La salud es un derecho humano fundamental que debe ser garantizado por un Estado presente y responsable. Llamamos a las autoridades a asumir su responsabilidad y garantizar recursos suficientes, contratos dignos y estabilidad laboral para quienes son el corazón de la salud pública en Paraguay”.
Ese respaldo internacional puso de relieve que la lucha en Paraguay es parte de un debate más amplio en América Latina, donde los trabajadores de la salud enfrentan las consecuencias de modelos de gestión que mercantilizan lo público y despojan de derechos a quienes lo sostienen cotidianamente.
Los avances logrados en esta jornada son significativos, pero también frágiles si no se sostienen con organización. La lucha no ha terminado: ahora empieza una etapa clave de seguimiento, presión y articulación para garantizar que lo comprometido se concrete en leyes, presupuestos, nombramientos y mejoras reales.
El desafío será también multiplicar esta experiencia y convertirla en una plataforma más amplia de defensa del empleo público, de las políticas de cuidado y de la salud como derecho y no como negocio.
Lo ocurrido el 25 de junio demuestra que incluso en un país con altos niveles de fragmentación sindical, con estructuras estatales permeadas por el amiguismo y con escasa tradición de movilización masiva, es posible construir fuerza colectiva desde abajo. La enfermería lo ha hecho. Con coraje, con paciencia y con convicción. Y en el proceso, ha devuelto a miles de trabajadoras y trabajadores no solo una victoria concreta, sino también la certeza de que la organización y la lucha siguen siendo las herramientas más poderosas para transformar la realidad.
Hoy, las batas blancas no solo cuidan. También marchan, interpelan y conquistan derechos.
Compromisos concretos logrados por la enfermería paraguaya:
Incorporación del quinto año de la Carrera Profesional al anteproyecto de presupuesto nacional 2026, beneficiando a profesionales del Ministerio de Salud, Hospital de Clínicas y Hospital de Policía.
Inclusión de los resultados del concurso de promoción de subnivel en el presupuesto 2026, para garantizar una estructura de ascensos más justa.
Asignación presupuestaria adicional de 8.200 millones de guaraníes (aproximadamente 1,1 millones de dólares) para el IPS, destinada a fortalecer la Carrera Profesional y avanzar en la recategorización del personal.
Nivelación salarial para 800 trabajadores contratados, que accederán a un ingreso base de 4 millones de guaraníes (cerca de 540 dólares mensuales).
Instalación de una mesa de trabajo permanente entre el Frente de Unidad de Enfermería y las autoridades del Viceministerio de Economía.
Realización de concursos públicos para nuevos contratos en el MSPyBS, el IPS y el Hospital de Clínicas, priorizando a jóvenes profesionales y garantizando criterios de mérito y transparencia.
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