En Argentina se reanuda la esperanza de construir un Estado fuerte con servicios públicos de calidad

El candidato Alberto Fernández, del Frente de Todos, venció el derechista Mauricio Macri en la elección presidencial de 27 de octubre en el marco de un escenario regional que da señales de regreso del progresismo.

La Coordinación Argentina de Sindicatos afiliadas a la Internacional de Servicios Públicos (ISP) celebra el triunfo de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales del último 27 de octubre. El candidato Alberto Fernández y su candidata a vice presidenta Cristina Kirchner derrotaron al actual presidente Mauricio Macri por 48% a 40%, un triunfo que representa una interrupción a las políticas neoliberales adoptadas en el último período.

“Desde la Coordinación Argentina de Sindicatos afiliados a la ISP celebramos la democracia ininterrumpida que rige en nuestro país desde 1983, la cual nos permite la sustitución presidencial a través de la voluntad popular. En las elecciones del 27 de octubre el Frente de Todos se impuso en el marco de un escenario regional que está adoptando una nueva configuración comprometida con los intereses de los pueblos y la necesidad de reconstruir la Patria Grande. Los trabajadores y las trabajadoras de los servicios públicos tenemos grandes expectativas puestas en el futuro gobierno, para construir un estado fuerte, con servicios públicos de calidad y solidaridad con los sectores más vulnerables de la sociedad”, dice el comunicado divulgado este lunes, 28 de octubre.

Federico Dávila, dirigente de la UPCN, afiliada a la ISP en Argentina, y copresidente de la ISP Interaméricas, añade: “Estamos muy felices imaginando un futuro en donde la unión, la solidaridad y la organización prevalezcan por sobre el egoísmo y la fragmentación”.

En agosto de 2019, tras la victoria sorpresiva de Fernández en las primarias previas a las elecciones, Dávila afirmó que el sindicalismo argentino había tenido un rol central en la configuración del frente electoral ganador.

Lea una vez más la entrevista realizada en ese momento:

¿Cómo evalúa usted los resultados de las elecciones primarias en Argentina desde la mirada sindical?

Evidentemente desde la perspectiva del movimiento obrero argentino, como del resto del pueblo, el resultado ha superado significativamente las expectativas de triunfo previas; dado que se esperaba una diferencia de alrededor de un 5 a un 8% la que fue duplicada y hasta triplicada en algunas regiones electorales. Obviamente fue un excelente resultado que nos posiciona de cara a una contundente victoria en las elecciones del 27 de octubre.

El movimiento sindical argentino realizó cinco huelgas generales y diversas protestas en contra de las políticas de Macri. Además, brindó apoyo explícito a la fórmula presidencial del Frente de Todos. ¿Se puede decir que los sindicatos tuvieron y tendrán un rol decisivo en estas elecciones?

Sin ninguna duda. El sindicalismo argentino, más que un apoyo explícito, ha tenido un rol central en la configuración del frente electoral aportando a la unidad no solo del movimiento obrero sino también a la unidad del peronismo (Partido Justicialista), eje central del Frente de Todos, y asimismo, a la construcción de alianzas con otras agrupaciones políticas y, fundamentalmente, con organizaciones sociales de gran importancia en el país.

¿Cuál ha sido el rol de las afiliadas argentina a la ISP en este contexto?

Bueno, las afiliadas a la ISP integran mayoritariamente la Confederación General del Trabajo (CGT), la central sindical con mayor peso y poder en la Argentina; y esta ha tenido una participación significativa en todo el proceso de construcción del Frente de Todos acompañando a las organizaciones políticas y sociales desde su lugar en la sociedad, con mucha prudencia y responsabilidad, defendiendo los intereses de la clase trabajadora.

¿Cuáles fueron las principales razones que hicieron posible este rechazo a Macri y el apoyo a la candidatura del Frente de Todos de parte del movimiento sindical?

Realmente hubo, y hay, muchas razones. Podríamos mencionar las más visibles: el deterioro del salario a través de un elevada y persistente inflación, el incremento de la tasa de desempleo, el elevado endeudamiento externo y el sometimiento de la política económica a las indicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la poca Inversión Externa Directa (IED), el accionar de fondos buitres y otras acciones del sistema financiero internacional, las pretendidas reformas laborales y del sistema previsional, el desmantelamiento de la UNASUR y el Mercosur, las negociaciones con la Unión Europea, etc. Todo esto, y más, que refleja claramente el plan de dependencia y sometimiento del gobierno actual a los planes e intereses del Sistema Financiero Mundial en detrimento de los pueblos del mundo y particularmente de la clase trabajadora y de los excluidos por el capitalismo salvaje que estamos padeciendo.