En virtud de la nueva legislación , las grandes empresas que operan en Australia tendrán que revelar su estructura fiscal global y sus pagos, lo que abrirá nuevas vías para que los trabajadores de todo el mundo denuncien la evasión fiscal y negocien salarios más altos.

Karen Batt, del Sindicato del Sector Público y Comunitario, declaró

"La evasión fiscal de las empresas multinacionales reduce la financiación disponible para los servicios públicos esenciales de los que todos dependemos. El CPSU acoge con satisfacción este proyecto de ley como un paso en la dirección correcta".

La legislación, conocida como información pública desglosada por países (CBCR, por sus siglas en inglés), representa la medida de transparencia fiscal empresarial más sólida del mundo. Garantizará que el público pueda ver qué empresas no pagan lo que les corresponde, cuántos impuestos eluden y qué paraísos fiscales utilizan.

El Secretario General de la ISP, Daniel Bertossa, declaró:

"Este éxito no se habría producido sin los sindicatos liderando la lucha. Esta victoria pone de relieve el poder de la solidaridad sindical mundial. Lo que es bueno para los trabajadores de Australia es bueno para los trabajadores del Sur global, donde los sindicatos tendrán nuevas posibilidades de desenmascarar a las multinacionales que evaden impuestos, revelar beneficios ocultos y negociar salarios más altos."

El movimiento sindical australiano presionó con éxito al Partido Laborista para que incluyera la CBCR pública en su plataforma mientras estaba en la oposición. Después de que los laboristas formaran gobierno, los sindicatos mantuvieron la presión, haciendo frente a los intensos grupos de presión de las grandes empresas -incluida Meta- y a la interferencia de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

A través de la ISP, sindicatos de todo el mundo se pusieron en contacto con el Primer Ministro Albanese para animarle a no dar marcha atrás. La aprobación de la nueva ley representa un gran paso más allá de las limitadas y defectuosas medidas propuestas por la OCDE y la Unión Europea.

declaró Bertossa:

"El gobierno australiano ha demostrado verdadera determinación al plantar cara a los grupos de presión empresariales. Ahora es el momento de que otros países sigan su ejemplo y apliquen la CBCR pública. Los sindicatos de los servicios públicos de todo el mundo están liderando la lucha por una mayor transparencia fiscal, y el ejemplo de Australia demuestra que estas demandas pueden hacerse realidad".

Mientras las Naciones Unidas se preparan para negociar un convenio fiscal mundial, la victoria de Australia muestra cómo los sindicatos y los activistas pueden lograr una reforma significativa. Se puede convencer a los países más ricos para que rompan filas y vayan más allá de las normas mínimas de la OCDE. Los sindicatos son clave para que esto ocurra, siempre y cuando mantengamos la presión y demostremos que una victoria para los trabajadores en algún lugar es una victoria para los trabajadores de todo el mundo."