Por primera vez en su historia Colombia tendrá un gobierno nacional de izquierda, después de muchas décadas de administraciones conservadoras responsables por los altísimos índices de pobreza, desigualdad y violencia política, además de un alineamiento automático con los intereses de los Estados Unidos. 

El último domingo 19 de junio el senador Gustavo Petro venció la segunda vuelta de las elecciones presidenciales colombianas frente al ultraderechista Rodolfo Hernández. A su lado, Petro contó con la decisiva contribución de la lideresa social y ambiental Francia Márquez, que será la primera mujer negra del país a ejercer el cargo de vicepresidenta. 

El Pacto Histórico, la coalición política ganadora, promete transformar el extremadamente injusto sistema económico de Colombia, una de las razones que ha llevado a millones de personas a manifestarse en las calles durante varios días el año pasado. El 14 de junio, cinco días antes de la segunda vuelta, las afiliadas a la ISP en este país habían reafirmado su apoyo a Petro y Márquez brindado el 16 de mayo, antes de la primera vuelta. 

En el comunicado divulgado en la ocasión, las organizaciones afirman que el programa del Pacto Histórico “es la propuesta que más coincide con la premisa que estableció el último Congreso de nuestra organización global ‘Poner al Pueblo por Encima del Lucro’. Así mismo, los y las lideres de la ISP en Colombia, consideramos que desde el programa del PACTO HISTÓRICO se reivindica el valor supremo de la Paz para el Pueblo Colombiano para que, en medio de ella, se logre avanzar en la consolidación de servicios públicos universales, incluyentes y democráticos, en especial a la población que ha sido más afectada por la violencia, la desidia estatal y las desigualdades que arrastra el país a lo largo de su historia. Así mismo, se hace evidente en este programa la defensa y promoción de los derechos humanos, tan pisoteados en Colombia por los gobiernos que han promovido el modelo neoliberal de desarrollo”. 

Lea el comunicado completo a continuación:

“Cuando decimos que ganamos es porque en Colombia el pueblo siempre ha sido perdedor. Pero solo hasta este 19 de junio de 2022 en que empuñamos esta histórica victoria para lograr el cambio que todos soñamos”, dice Margarita López, presidenta del Sindicato de Trabajadores de Acuavalle (SINTRACUAVALLE) e integrante del Comité Ejecutivo Regional Interamericano (IAMREC) de la ISP y del Comité Mundial de Mujeres de la ISP (WOC). 

Ella destaca las movilizaciones masivas en las calles en 2021, que incluyeron un gran paro nacional, como impulsoras del triunfo histórico en las urnas. “Esta victoria es el resultado de la acumulación de múltiples factores nacionales y regionales, que han venido profundizando las insatisfacciones del pueblo frente al modelo económico que ha sobrepuesto la economía sobre la vida durante la pandemia y que ha gravitado aún más los niveles de pobreza y de desigualdad.”

 ‘El triunfo de los y las nadies’

 “El triunfo de Francia Márquez es el triunfo de los nadies y las nadies. Es el triunfo del poder del cambio”, celebra Agripina Hurtado Caicedo, coordinadora del Comité Interamericano de Lucha contra el Racismo, la Xenofobia y todas las formas conexas de discriminación de la ISP. “También es el triunfo sobre el racismo estructural y la discriminación racial, sobre una sociedad machista, clasista y misógina que no tuvo ningún problema en atacarla con todos los insultos que pensaron que se merecía por su osadía de pensar en ser vicepresidenta en este país”. 

Caicedo destaca los años de lucha librados por Francia Márquez, “una mujer negra descendiente de personas esclavizadas, salida de las entrañas de la miseria y del hambre, una mujer que se convirtió en lideresa social y ambiental” que defiende el derecho de las comunidades a sus territorios frente a la mega minería y que también representa a las mujeres negras trabajadoras domésticas, trabajo que ejerció en el pasado.  

 “Francia Márquez representa a las mujeres de su territorio, es el triunfo sobre el machismo porque los hombres alternativos han sido igual de machistas que los de la derecha. Ella es el triunfo de la esperanza de que podemos lograr cambios y soñar con un mundo mejor. Es como dice ella: el triunfo de ‘la resistencia al poder hasta que la dignidad sea costumbre’. Ella reconcilió a Gustavo Petro con las mujeres, con el feminismo en que tantas veces él había patinado. Lo acercó a regiones como el Pacífico Colombiano donde vive la mayoría de la población afrodescendiente y al final fue el motor que impulsó y logró jalonar un cambio de este país para elegir el primer presidente de la izquierda”, señala la dirigenta de la ISP.