El plan a largo plazo para el NHS en Inglaterra

El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido acaba de publicar su más reciente plan sobre cómo debería organizarse el NHS en Inglaterra en los próximos cinco años y más allá de este periodo. El documento de 136 páginas describe una visión de un futuro servicio de salud basado más en tratar a los pacientes fuera de los hospitales, con mayor presencia de las nuevas tecnologías digitales y, al menos en teoría, menor peso de la competencia de mercados.

Por Guy Collis

En conjunto, el plan representa una mezcla de loables intenciones y de considerables desafíos para un sistema que sigue experimentando problemas financieros y una crisis de falta de profesionales.

Desde el punto de vista de los sindicatos, hay varios aspectos positivos, entre ellos la posibilidad de cambio legislativo para suprimir los peores elementos del mercado del NHS en Inglaterra que se introdujeron con la aberrante Ley de 2012 sobre Cuidados de Salud y Asistencia Social.

Cabe señalar, no obstante, que estos planes solo son sugerencias del propio NHS más que compromisos claros del Gobierno. Habrá que ver cuán realista es esperar que los políticos lo plasmen en legislación en esta época, ya que el Parlamento del Reino Unido está profundamente dividido y dominado por la cuestión del Brexit.

Otro aspecto positivo del informe es la prioridad asignada a mejorar los servicios de salud mental y la comprensión de que es necesario poner fin a la fragmentación de los servicios de ambulancias y de emergencias de Inglaterra.

Pero también hay aspectos menos positivos, como el continuo deseo de sacar aún más «ahorro de eficiencia» de las partidas administrativas, a pesar de que la mayoría de los hospitales ya han sufrido recortes de sus presupuestos a la mínima expresión.

Además, cuando las listas de espera siguen creciendo, hay un renovado impulso para ofrecer a los pacientes tratamientos en el sector privado si llevan demasiado tiempo esperando.

Tal vez lo más importante es lo que no está incluido en el plan, los más que evidentes escasos compromisos con el personal.

Falta por ver una estrategia correspondiente para los trabajadores/as de la salud del futuro y hasta que así ocurra, sigue costando ver cómo será capaz el NHS de aplicar muchas de las interesantes aspiraciones contenidas en el plan. 

Aparte de esto, la reiterada incapacidad del Gobierno para publicar sus propuestas de atención social, unida a los constantes recortes en los servicios públicos de salud, amenazan con socavar el objetivo de unos servicios de salud más cohesivos para Inglaterra.

Hay, por supuesto, incertidumbre provocada por la inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea y el temor persistente de que la financiación adicional que el Gobierno ha dedicado al NHS, aunque bienvenida, solo llegará para evitar que se colapsen los servicios más que permitir que el sistema realice las mejoras muy necesarias.

UNISON trabajará en los próximos meses para mantener la presión por conseguir una estrategia significativa en materia de personal y para garantizar que se oye la voz del personal de la salud en la forma en la que se aplique el plan.

Guy Collis es el responsable de políticas de salud de UNISON