El cuidado y la paz en el centro de un futuro feminista, sindicalizado, justo y verde 

En el Día Internacional de la Mujer, la ISP insta a la comunidad internacional y a todos los niveles de gobierno a apoyar una transición transformadora, feminista, justa y equitativa. 

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Internacional de Servicios Públicos hace un llamamiento al cambio sistémico transformador para la justicia climática, como preámbulo a la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (UNCSW), que por primera vez se centrará en "Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas en el contexto de las políticas y los programas relativos al cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres" como tema prioritario. Además, la Comisión revisará el tema "El empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo", lo que convierte a esta UNCSW en una oportunidad única para que los Estados miembros demuestren su voluntad política y pongan a las mujeres y el planeta por encima del lucro. 

El sistema económico actual, impulsado por la globalización patriarcal, neocolonial y neoliberal, está en la raíz de la crisis climática. La crisis climática tiene géneroUna versión "más verde" del neoliberalismo no abordará las causas estructurales del cambio climático ni de la desigualdad de género.  

Las mujeres, especialmente las del Sur Global, sufren múltiples e interseccionales formas de discriminación, las de las zonas rurales y las que forman parte de las comunidades indígenas, soportan de forma desproporcionada el impacto de los desastres climáticos, los desplazamientos y la migración climática. Estas mismas mujeres desempeñan un papel clave para garantizar la sostenibilidad social y medioambiental. Las mujeres a menudo soportan la pobreza energética, la carga de los cuidados, las pérdidas y daños relacionados con el clima.  

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We must shape a new order. Public Services International, the global union representing workers who deliver public services, including those essential for climate action and for fostering caring societies, urges the international community and all levels of government to support a transformational, feminist, just, and equitable transition. More info: https://psishort.link/IWD2022

International Women's Day - #IWD2022

El enfoque común de una transición justa se centra en la transición de lxs trabajadores predominantemente masculinos de las industrias de los combustibles fósiles a otros puestos de trabajo, incluyendo la fabricación y generación de energía renovable. Aunque esto es fundamental, esto es insuficiente y el concepto de transición justa debe tener aplicaciones más amplias, incluyendo el cambio de la división sexual del trabajo y la revalorización del trabajo de las mujeres y de los sectores feminizados, como el de cuidados. 

El trabajo en la salud y en los  servicios sociales de cuidados tiene pocas emisiones de carbono. Aunque algunos empleos se han visto afectados por la transformación tecnológica, la demanda de trabajadores de salud y de cuidados sigue aumentando. Estos empleos son fundamentales para las políticas y programas de mitigación y adaptación. Asimismo, lxs trabajadores de los servicios públicos de emergencia son la cara de la acción climática y garantizar la inclusión de la igualdad de género en este sector debe formar parte de las medidas de transición justa. 

La transición hacia el abandono de los combustibles fósiles es un imperativo. Los mayores obstáculos para lograrlo son: 

  • La militarización y el gasto militar, enormes impedimentos tanto para un futuro bajo en carbono como para unas economías y sociedades pacíficas y solidarias. Sólo un diez por ciento del gasto militar mundial podría cubrir los costes estimados de la adaptación al clima en los países en desarrollo y la transición hacia una economía justa. Además, las emisiones militares representan un porcentaje importante, aunque oculto, de las emisiones que causan muertes y retroceso en el derecho internacional humanitario. 

  • Las políticas climáticas están cada vez más influenciadas por el poder corporativo, lo que lleva a una transición demasiado lenta hacia las energías renovables privatizadas.  

  • Proliferación de acuerdos comerciales preferenciales que establecen normas económicas a favor de las empresas. En el pasado reciente, el mayor número de casos de arbitraje de diferencias inversor-estado (ISDS, por sus siglas en inglés) presentados contra los gobiernos ha sido a través del Tratado de la Carta de la Energía, y muchos otros intentan bloquear las políticas, reglamentos y proyectos gubernamentales diseñados para proteger el medio ambiente.  

Debemos dar forma a un nuevo orden. La Internacional de Servicios Públicos, el sindicato mundial que representa a lxs trabajadores que prestan servicios públicos, incluidos los esenciales para la acción climática y para el fomento de sociedades solidarias, insta a la comunidad internacional y a todos los niveles de gobierno a apoyar una transición transformadora, feminista, justa y equitativa. 

 

La ISP prevé una transición que:  

  • Aborda las crisis interseccionales de la pandemia, el clima y las crecientes y arraigadas desigualdades, basándose en el derecho a un medio ambiente sano proclamado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y presentando el derecho humano al cuidado. 

  • Descarbonizar rápidamente las sociedades y, al mismo tiempo, reconstruir la organización social del cuidado y aumentar la calidad y los servicios públicos transformadores de género necesarios para reducir las desigualdades sociales y de género.   

  • Ofrece oportunidades para cambiar la actual división sexual del trabajo, promoviendo el trabajo decente, incluidos los derechos de sindicalización, para las mujeres del mundo. 

  • Garantizar que la producción, la transmisión, la distribución y el control de la energía sean de propiedad pública. Adoptar los principios de la democracia energética, donde las mujeres tienen plena capacidad y representación política para tomar decisiones sobre la energía que afecta a sus vidas y comunidades.   

  • Garantizar que todos los niveles de gobierno tengan una financiación adecuada y previsible que tenga en cuenta el género para satisfacer las necesidades de las personas y del planeta, financiada mediante reformas de la normativa fiscal internacional y nacional y estableciendo acuerdos de deuda soberana  

Este año conmemoramos el Día Internacional de la Mujer mientras contenemos la respiración por el riesgo de una guerra mundial. Las bombas y las armas no son verdes. Las guerras son catástrofes provocadas por lxs humanos que repercuten tanto en el medio ambiente como en la sociedad. Los daños medioambientales del ataque a Ucrania se contarán durante años, como los de todos los demás conflictos en el mundo. Una vez más, las mujeres pagan el mayor precio. Un compromiso efectivo con el desarme es la única respuesta para garantizar la paz y todas las condiciones para un desarrollo social, medioambiental, económico y de género sostenible. Ha llegado el momento de pedir una reducción global de los gastos militares y una mayor inversión en servicios sociales.

Que la transición sea feminista, justa y equitativa depende de nuestro poder.

¡Mujeres del mundo unámonos! 

 

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