Discurso de la ISP ante la Conferencia Internacional del Trabajo

Discurso pronunciado por el Secretario General de la ISP, Daniel Bertossa, ante la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, 12 de junio de 2024.

Honorables delegadxs, distinguidxs invitadxs y trabajadorxs,

Me presento hoy ante ustedes para arrojar luz sobre la grave situación de lxs trabajadores de los servicios públicos en todo el mundo. Los servicios públicos son la columna vertebral de nuestras sociedades. Garantizan el bienestar de nuestros pueblos y el progreso de nuestras naciones.

Todos lxs trabajadores se benefician de estos servicios, pero los más vulnerables son lxs trabajadores precarios, las mujeres trabajadoras, lxs trabajadores migrantes y los niños.

Sin embargo, lxs trabajadores que los prestan son objeto de ataques. Si algo nos ha enseñado COVID es que cuando estxs trabajadorxs no pueden hacer su trabajo, todos sufrimos, y a veces morimos.

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Discurso pronunciado por el Secretario General de la ISP, Daniel Bertossa, ante la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, 12 de junio de 2024.

ISP ILC 2024 Discurso del SG Daniel Bertossa

En Japón, durante más de 70 años, los derechos de lxs trabajadores de la función pública se han visto menoscabados por el incumplimiento del Convenio 87. Este convenio garantiza la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación. Pero el incumplimiento de estas normas por parte de Japón significa que los empleadxs del sector público, por ejemplo lxs bomberxs, siguen sin tener voz y sin poder negociar colectivamente.

El trabajo no es una mercancía. Lxs trabajadores no son un recurso prescindible.

En Kenia, lxs trabajadores de los servicios públicos, en particular lxs médicxs y el personal de la salud, están siendo atacados e intimidados. El Secretario General de nuestro afiliado, el sindicato de médicos, fue tiroteado este año por la policía en una protesta pacífica. Lxs trabajadores y profesionales de la salud salvan vidas: no deben ser objeto de ataques por defender sus derechos. Estos ataques no sólo amenazan su seguridad, sino que también ponen en peligro la salud de toda la nación.

En Argentina, el nuevo gobierno ultraliberal ha despedido a un gran número de trabajadorxs de los servicios públicos y ha anunciado privatizaciones de servicios esenciales. Esto debilita las instituciones públicas que sirven al pueblo argentino y socava deliberadamente la democracia. La erosión de la seguridad laboral y de los servicios públicos son tendencias alarmantes que deben invertirse para proteger el tejido social del país.

Y en Gaza, nuestros miembros del sector de la salud son lxs trabajadores de la salud que corren más riesgos del mundo. Casi 500 trabajadorxs de la salud han muerto en este conflicto, así como 190 trabajadorxs de la ONU, la mayor cifra en la historia organizativa de la organización.

En Ecuador, lxs trabajadores de los servicios públicos han sido despojados de sus derechos laborales - y 4 gobiernos diferentes, tanto de izquierda como de derecha- no han hecho nada para restablecerlos. Sus voces han sido sofocadas y no pueden negociar condiciones y salarios justos.

Hace apenas unos años, todos aplaudíamos a estxs trabajadorxs. Ellxs estaban en primera línea de la lucha contra la pandemia COVID-19. Arriesgaron sus vidas para protegernos en uno de los momentos más difíciles de la historia reciente.

Sin embargo, la gratitud mostrada no se ha traducido en un apoyo y una protección significativos para ellxs.

Demasiados gobiernos han olvidado ya sus sacrificios.

En lugar de ello, se enfrentan a una mayor marginación, inseguridad laboral y ataques a sus derechos.

Ellxs nos ayudaron entonces; nosotrxs debemos ayudarles AHORA.

La OIT debe hacer realidad la Declaración de Filadelfia.

Debemos reforzar nuestros mecanismos de supervisión para que los Estados miembros cumplan los convenios fundamentales y defiendan los derechos de TODXS lxs trabajadores.

El trabajo no es una mercancía. Lxs trabajadores no somos un recurso prescindible. Somos seres humanos con derechos y dignidad que deben ser respetados y protegidos.

Así es como honramos el sacrificio de los miles de personas que murieron por COVID para mantenernos a salvo.

Así es como cumpliremos la misión de la OIT de promover la justicia social y el trabajo decente para todos.

Gracias.