Declaración sobre el conflicto militar entre Armenia y Azerbaiyán

La ISP y su organización regional, la FSESP, tienen 10 afiliadas en los dos países: tres en Armenia y siete en Azerbaiyán. Nos preocupa que los efectos duraderos de las hostilidades puedan oponer a lxs sindicalistas de un país contra lxs compañerxs sindicalistas del otro. Esto no lo queremos y debemos
evitarlo a toda costa.

Nos preocupaba mucho el conflicto militar entre Azerbaiyán y Armenia. Muchas personas han muerto, muchas más han resultado heridas y miles han sido desplazadas. Las hostilidades han provocado la destrucción de innumerables hogares, ciudades enteras e infraestructuras del sector público.

Hacemos un llamamiento a todxs, incluidas las partes extranjeras en el conflicto, para que se abstengan de toda acción que pueda conducir a una mayor violencia, también contra el patrimonio cultural de las poblaciones afectadas. Todos los actores y las partes extranjeras en el conflicto deben buscar soluciones en el marco de la OSCE y las Naciones Unidas, respetando la integridad de todxs.

El conflicto ha acarreado penurias incalculables para lxs trabajadorxs y las familias, con la destrucción de los servicios públicos, y ha supuesto una carga adicional para los sistemas de salud pública de ambos países, que ya están sometidos a una gran presión debido a la pandemia de COVID-19.

Aunque las partes acordaron un acuerdo de paz, y a pesar del despliegue de personal de mantenimiento de la paz, existe preocupación por la violación del derecho humanitario y la depuración étnica. Estos crímenes deben ser investigados y castigados rigurosamente.

Los efectos de las hostilidades también perjudicarán el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, y obstaculizarán la labor de los sindicatos para representar y defender a sus miembros en las zonas afectadas y fuera de ellas. Los derechos sindicales y laborales se verán afectados negativamente.

La ISP y su organización regional, la FSESP, tienen 10 afiliadas en los dos países: tres en Armenia y siete en Azerbaiyán. Nos preocupa que los efectos duraderos de las hostilidades puedan oponer a lxs sindicalistas de un país contra lxs compañerxs sindicalistas del otro. Esto no lo queremos y debemos
evitarlo a toda costa.

La ISP y la FSESP están dispuestas a apoyar a las afiliadas y a ayudar a fomentar el diálogo.

Estamos comprometidxs con la paz. Estamos convencidxs de que el camino a seguir es a través de las negociaciones y el diálogo. Permanecemos en estrecho contacto con los sindicatos de ambos países.