Declaración de solidaridad: La ISP se solidariza con los sindicatos estadounidenses atacados

La siguiente Declaración de Solidaridad ha sido compartida con los sindicatos estadounidenses enfrentándose a Trump para defender los servicios públicos y los derechos de lxs trabajadores.

Mientras somos testigos de los peligrosos ataques derechistas de la administración entrante contra lxs trabajadores, la Internacional de Servicios Públicos y nuestros miembros de todo el mundo se solidarizan inquebrantablemente con todos lxs trabajadores de Estados Unidos.

Reconocemos las graves amenazas que plantean las políticas de la administración entrante de Trump, que tienen como objetivo socavar los derechos de lxs trabajadores organizados, particularmente dirigidos a los más vulnerables entre nosotros: mujeres, personas de color, personas LGBT e inmigrantes.

Estas políticas inhumanas son una afrenta a los valores de igualdad, equidad y justicia que tanto apreciamos en nuestro movimiento.

La administración Trump está llevando a cabo una campaña cruel sin sentido contra los migrantes indocumentados no violentos y no criminales. Esto incluye ponerles grilletes, cargarlos en aviones militares, separar familias, detener a niños en condiciones deplorables y utilizar el sufrimiento humano como espectáculo político. Esto ha conmocionado la conciencia del mundo.

Estas acciones moralmente reprobables son un intento deliberado de deshumanizarnos y dividirnos.

La temeraria decisión de la administración de detener la financiación federal, que fue tan profundamente impopular que tuvo que ser revocada inmediatamente, demuestra un desprecio flagrante por el bienestar del pueblo estadounidense. Este ataque a los servicios públicos esenciales fue una maniobra calculada para desestabilizar la capacidad del gobierno de servir a sus ciudadanos, allanando al mismo tiempo el camino para los planes de privatización que benefician a los aliados corporativos a expensas de las familias trabajadoras.

La retórica y las acciones peligrosas de la administración se extienden a culpar de las tragedias, como el accidente de avión y helicóptero en Washington, D.C., a los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión (DEI en inglés), en lugar de abordar las causas profundas: la infrafinanciación crónica y la falta de personal de agencias críticas como la Administración Federal de Aviación (FAA).

Este desvío deliberado forma parte de una estrategia más amplia para degradar los servicios públicos, creando una falsa narrativa que justifica la privatización de funciones esenciales. Estas acciones no son mera incompetencia: son ataques premeditados contra los cimientos mismos de nuestra democracia.

A pesar de estos desafíos, nos alienta la increíble fuerza y resistencia de lxs trabajadores.

En todo Estados Unidos estamos asistiendo a una oleada sin precedentes de organización de lxs trabajadores y de huelgas. Los sindicalistas de la Federación Estadounidense de Profesores (AFT, por sus siglas en inglés) están luchando contra el acoso de las autoridades de inmigración. La AFT ha lanzado un amplio conjunto de herramientas para proteger a los estudiantes y a las comunidades del acoso racista, y ya están surgiendo historias de educadores y personal de apoyo educativo de la AFT que impiden que los agentes del ICE entren en las escuelas. Además, la AFT y su filial de Oregón están protagonizando una huelga histórica para exigir mejores condiciones para los trabajadores sanitarios y los pacientes a los que atienden. Mientras la crisis climática hace estragos, los miembros de los sindicatos son los primeros en responder, prestando servicios críticos a los afectados por los desastres climáticos en Carolina del Norte y California.

También nos enorgullece destacar la incansable labor de nuestras afiliadas, unidas en la defensa de los servicios públicos y los derechos de los trabajadores. Los sindicatos han lanzado una campaña múltiple para defender la democracia estadounidense en las calles y en los tribunales. Nuestros afiliados están asumiendo estratégicamente la responsabilidad de liderar una serie de confrontaciones legales sobre toda la gama de ataques a los servicios públicos para el pueblo estadounidense. La Federación Estadounidense de Empleados del Estado (AFGE) y la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, Municipales y de Condados(AFSCME) están en primera línea, resistiendo la extralimitación de los oligarcas que están utilizando el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental para socavar los servicios públicos que son vitales para nuestras comunidades. La acción decisiva de AFGE para impedir que el DOGE destripe la función pública federal ya ha provocado un aumento de nuevos miembros. Estos esfuerzos para erosionar los servicios públicos esenciales amenazan el bienestar de millones de personas, pero nuestros miembros se mantienen firmes, mostrando la resistencia y la dedicación que define a nuestro movimiento.

En este momento de desafío, nos anima el fortalecimiento del poder sindical en Estados Unidos, con movimientos como el SEIU bajo un nuevo y fuerte liderazgo que se ha reunido con la AFL-CIO para plantear reivindicaciones audaces y amplias en favor de los trabajadores. Esta acción colectiva está empezando a cambiar el debate sobre los derechos laborales y las condiciones de trabajo. Estamos más unidos que nunca en nuestra lucha por una sociedad más justa.

Las luchas de todos lxs trabajadores en todas partes están profundamente interconectadas. Los intentos de la administración Trump de imponer nuevos aranceles a Canadá, México y China son un claro ejemplo del daño causado por una política que recurre a la intimidación y la agresión. Mientras tanto, las decisiones de retirarse de la COP, desfinanciar la Organización Mundial de la Salud y recortar el apoyo de USAID llegan en un momento en que el mundo necesita más cooperación, generosidad y diplomacia, no menos.

Mientras que las fuerzas de la codicia y el poder buscan dividirnos, sabemos que tenemos mucho más en común con nuestrxs compañerxs trabajadores de todo el mundo - aquellxs que hablan diferentes idiomas, tienen un aspecto diferente y llevan vidas diversas - que con los oligarcas y las élites que impulsan la agenda de la administración Trump.

El movimiento obrero mundial se une a lxs trabajadores de Estados Unidos para hacer frente a este desafío, continuando con el avance de los problemas de lxs trabajadores y negándose a caer en la trampa de permitir que la derecha controle la conversación con sus acciones salvajes y peligrosas.

Nos mantenemos unidos, ahora y siempre, con nuestros sindicatos afiliados y con el movimiento obrero en general. El camino no será fácil, pero sabemos que gracias a nuestra fuerza común, nuestro compromiso con la justicia y nuestra solidaridad con todos los trabajadores, seguiremos avanzando.

El poder del pueblo es mayor que el poder de unos pocos.

Juntos, vamos a garantizar un futuro en el que todos lxs trabajadores sean valorados, respetados y tratados con dignidad.