Declaración de la ISP ante la 12ª Sesión del INB de la OMS

En esta 12ª reunión del INB, la Internacional de Servicios Públicos, federación sindical mundial que representa a más de 15 millones de trabajadores de la salud de todo el mundo, expresa su preocupación por la falta de compromiso para garantizar el acceso a las tecnologías de salud. Debemos recordar que los trabajadores de los países en desarrollo han tenido que tratar a personas con COVID-19 con guantes, chalecos e incluso mascarillas. Debemos recordar que mientras los países ricos ya tenían vacunada a la mayor parte de su población, los países del sur global eran incapaces de vacunar a sus trabajadores de salud. Así que no podemos esperar a que haya una emergencia para empezar a repartir los beneficios.

Estamos preocupados porque, hasta ahora, no hemos visto ningún compromiso o garantía de acceso durante la fase pre-PHEIC. Al mismo tiempo, existe una gran presión sobre los países en desarrollo para que acepten las posiciones de los países desarrollados y realicen fuertes inversiones para compartir patógenos y GSD durante los periodos de preemergencia. Lo mismo ocurre con la propuesta de vigilancia pandémica. Pero en este caso, estos países tendrán que esperar a que las empresas farmacéuticas compartan sólo en la fase de emergencia.

Apoyamos la propuesta de la mesa de eliminar las referencias a la puesta en común voluntaria de vacunas y otras tecnologías relacionadas con la pandemia en el contexto de los ensayos clínicos y creemos que este entendimiento debería ampliarse en el Art. 12 y animamos a que este espíritu se extienda a todo el texto.

Somos de la opinión de que el Artículo 12 debería incorporar elementos esenciales para un sistema de Acceso a Patógenos y Participación en los Beneficios (PABS) eficaz, responsable y transparente.

¿Qué es el PABS?

Acceso a Patógenos y Participación en los Beneficios (Pathogen Access and Benefit Sharing - PABS) pretende crear un mecanismo en el que los países compartan sus datos sobre patógenos y secuencias genéticas y otros países, empresas, universidades, laboratorios, etc. tengan acceso a ellos para desarrollar productos de salud. La idea es que la información compartida se transforme en tecnologías (beneficios) para hacer frente a futuras emergencias. La cuestión política que subyace: la mayoría de los patógenos y EAG del mundo están localizados en el Sur global, mientras que la capacidad tecnológica está en el Norte global. Los países desarrollados presionan a los países en desarrollo para que tengan obligaciones de reparto, pero no aceptan ninguna obligación en cuanto al acceso a los beneficios.

Este sistema debe ser administrado por la OMS bajo la supervisión de los Estados miembros de la OMS. El sistema PABS debe contar con mecanismos de trazabilidad que identifiquen a los destinatarios de los materiales patógenos y la información sobre secuencias. El sistema también debe requerir que todos los usuarios que accedan a materiales y secuencias acepten términos y condiciones legalmente vinculantes: todos los receptores deben firmar el contrato estándar y no "algunos receptores", como aparentemente se mencionó ayer.