Abordar las causas profundas del racismo exige comprender la relación histórica y contemporánea entre el capital, la construcción de jerarquías raciales (y de otro tipo) y el imperativo del capital de controlar la mano de obra para obtener beneficios y acumular riqueza.

En consonancia con esto, la ISP propone un camino para descolonizar los regímenes laborales mediante la comprensión:

• El capitalismo racial y su control sobre el trabajo,

• La colonialidad del poder y las falacias del post-racialismo,

• Los regímenes laborales transnacionales basados en la extracción de mano de obra de los trabajadores migrantes, a menudo racializados y privados de sus derechos humanos y laborales,

• La división internacional de género del trabajo, que afecta de forma desproporcionada a lxs trabajadores de la salud y el cuidado.

En el 68º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, la ISP, junto con la Agrupación Global Unions y aliados de la sociedad civil, publicó una hoja de ruta, en la que se analizan las repercusiones de la privatización de los sistemas y servicios de asistencia en las mujeres empobrecidas, reduciendo sus oportunidades y, en muchos países en desarrollo, empujándolas a emigrar por necesidad y no por elección. Mientras que en los países de destino, la misma tendencia a la privatización de los cuidados perpetúa la opresión racial y de género de las trabajadoras migrantes de la salud y los cuidados, que se encuentran con trabajos y condiciones de vida mal remunerados, peligrosos y precarios.

Ahora que unos 64 países se disponen a celebrar elecciones este año, la ISP recuerda firmemente a los gobiernos su obligación, en virtud de la legislación internacional sobre derechos humanos, de luchar contra el racismo, la xenofobia y todas las formas de intolerancia, tanto en la política como en la práctica, y de oponerse a las acciones discriminatorias y a la propaganda racista dirigida contra grupos vulnerables, como los refugiados, los migrantes y los trabajadores indocumentados, para obtener beneficios políticos.

Descolonización de los regímenes laborales: breve glosario

1. Capitalismo racial

Racismo, discriminación, xenofobia e intolerancia contemporáneos tienen sus raíces en la esclavitud, el colonialismo y el imperialismo. Buscan promover el proyecto capitalista del Norte Global mediante la negación de derechos sociales, políticos y económicos basados en raza, clase, casta, género, sexualidad y geografía. Para desmantelarlos, necesitamos entender la relación entre el capital, la creación de jerarquías raciales y el control de la mano de obra para el beneficio y la acumulación de riqueza.

2. Colonialidad del poder

Refiere al hecho de que incluso después del colonialismo, este modelo eurocéntrico de poder ha perdurado y ha sostenido una jerarquía global de superior (europeo/blanco/occidental) e inferior (el resto), que todavía estructura las relaciones entre el capitalismo y la mano de obra, a través de una maquinaria de discriminación racial y de género. En este sentido, la decolonialidad ha sido llamada una forma de "desobediencia epistémica", "desvinculación epistémica" y "reconstrucción epistémica".

3. Epistemología decolonial

La etimología de la palabra epistemología se deriva del antiguo griego epistēmē, que significa "conocimiento, comprensión, habilidad, conocimiento científico", y el sufijo -ología, que significa "la ciencia o disciplina de (lo que indica el primer elemento)”. Por lo tanto, la epistemología decolonial propone una reflexión sobre el eurocentrismo presente en la producción científica global, y otras estructuras de poder.

4. Las falacias de una narrativa ‘posracial’

El posracialismo denuncia el racismo pero al mismo tiempo crea un tabú sobre hablar de, nombrar o describir el racismo en sus nuevas formas, así como la creación de puntos ciegos hacia sus raíces estructurales muy reales en la economía política capitalista/neoliberal.

5. ¿Por qué hablar de regímenes laborales?

Al referirnos a ‘regímenes laborales’ en lugar de ‘mercados laborales’, queremos enfatizar el hecho de que la forma en que opera el mundo del trabajo es producto de un conjunto de reglas, regulaciones y normas que están en constante evolución como reflejo de las dinámicas de poder. Con la globalización, la colonialidad de los regímenes laborales es una característica en todas las regiones y se ha profundizado.

6. Racismo y supremacía blanca en la gobernanza económica global internacional

La pobreza en el Sur Global, o la de las personas negras, indígenas y de color en el Norte Global, tiende a atribuirse a deficiencias inherentes a esos grupos particulares, en lugar de ser entendido como resultado de discriminación estructural e histórica. A pesar de las normas internacionales de derechos sociales y económicos y la aparición de nuevas potencias económicas en el Sur Global, la división global del trabajo sigue siendo tanto racializada como supremacista blanca.

7. Regímenes laborales transnacionales

La violación de los derechos humanos de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo demuestra que el concepto de la universalidad, indivisibilidad e inalienabilidad de los derechos humanos se está debilitando a lo largo de las líneas raciales. La globalización neoliberal ha abierto la libre circulación de bienes, servicios y capital de los países, pero esta libertad no se ha extendido al movimiento de personas de donde provienen los bienes y el capital.

8. La división global del trabajo según el género

La división sexual del trabajo, se separa frecuentemente de sus raíces racistas y coloniales. No es por accidente - o por naturaleza - que las mujeres realicen la mayor parte del trabajo reproductivo no remunerado y mal remunerado. El trabajo reproductivo hasta la fecha no ha sido parte de la política macroeconómica, a pesar de que este trabajo de reproducción social es crucial para el suministro continuo de una fuerza laboral para el capitalismo.

9. Islamofobia

El creciente islamofobia institucionalizada en el Norte Global ha llevado a que se la llame ‘el nuevo antisemitismo’ por su perniciosa y normalizada aversión contra lxs musulmanes y contra el Islam. Las formas en que el género y la raza se intersectan también han sido puestas en relieve a través de la focalización de las mujeres musulmanas que usan el hijab y los intentos de prohibirlo en espacios públicos en Europa, y luego en Francia la ‘prohibición del burkini’ dirigida a las mujeres que usan trajes de baño de cuerpo completo.

10. Opresión de casta

La opresión de casta es diferente al racismo ya que la casta existía antes de la conquista imperial. La casta también es diferente de la clase, ya que las personas pueden disfrutar de la movilidad de una clase a otra, pero los sistemas de castas no ofrecen tal movilidad. Las raíces precoloniales de la casta no significan que los sistemas de castas no hayan sido moldeados y manipulados por el imperialismo, el neoliberalismo y el neocolonialismo de formas que exacerban la discriminación y la explotación.

11. Pueblos Indígenas y Colonizados

En América del Norte, Latinoamérica y Oceanía, los pueblos indígenas han sufrido una historia de persecución y genocidio. Continúan perdiendo sus territorios a través de la desposesión, la extracción de recursos naturales y la destrucción y el acceso a sus recursos. Los intentos de los pueblos indígenas de hacer valer sus derechos frente a la expansión extractivista se han encontrado con violencia extrema.

12. Anti-negro

El racismo afecta a personas de todos los tonos y matices. El proceso de racialización a menudo no tiene nada que ver con el color de la piel. Los diferentes grupos sufren diferentes tipos de estereotipos raciales, pero el colonialismo y el imperialismo establecieron jerarquías de color entre las personas, poniendo a las personas negras en la parte inferior de la jerarquía y a las personas blancas en la parte superior, con todos los demás en el medio según su tono de piel.

13. Descolonizando los regímenes laborales

La colonialidad global está moldeando vidas, economías y futuros - una agenda decolonial para la transformación es la única manera de enfrentarla. Es imposible luchar contra el capitalismo y el imperialismo sin entender de dónde obtienen su poder ‘para producir y reproducir’. Terminar con el mito del posracialismo - hacer visible la colonialidad - debe ser uno de nuestros primeros pasos para seguir construyendo un movimiento decolonial.