Crisis migratoria mundial: 300 millones de trabajadorxs abandonan sus hogares en busca de un trabajo digno, la mitad son mujeres

30 años después de la Declaración de Pekín, las trabajadoras migrantes siguen enfrentándose a problemas relacionados con la inseguridad del visado, la precariedad laboral y social, el racismo, la deshumanización, la trata y la servidumbre.

En un acto paralelo al 69º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (UNCSW69), el 13 de marzo, representantes de sindicatos y grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes intervinieron en una mesa redonda organizada en la Congregación de Todas las Almas de Nueva York para hablar del 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín (BDPfA). Este aniversario llega en un momento en el que el mundo se enfrenta a crisis democráticas, al auge del autoritarismo y a los mayores niveles de desplazamiento de personas desde la Segunda Guerra Mundial.

30 años después de la BDPfA, las trabajadoras migrantes siguen enfrentándose a problemas relacionados con la inseguridad del visado, la precariedad laboral y social, el racismo, la deshumanización, la trata y la servidumbre.

Kimalee Phillip, Directora de Derechos Humanos del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE), compartió ejemplos conmovedores de la profunda necesidad de avanzar en Canadá y en todo el mundo para garantizar los derechos humanos de los migrantes y las mujeres. Kimalee afirmó que "el impacto del capitalismo está desarraigando a las personas y obligándolas a abandonar sus hogares para buscar trabajo". Kimalee hizo hincapié en la magnitud de esta crisis: "Hay casi 300 millones de trabajadores en todo el mundo que han abandonado sus hogares y familias en busca de un trabajo decente. Cerca de la mitad son mujeres".

Con el auge del fascismo en Occidente, Kimalee observa que "hemos notado en el periodo previo a las elecciones que se está utilizando a lxs migrantes como chivos expiatorios. Cuando en realidad, esto viene de las incompetencias del gobierno". En un esfuerzo por ganar dignidad en Canadá, Kimalee afirma: "Algunxs migrantes han intentado organizarse, han intentado formar sindicatos, pero han sido repatriados a la fuerza o se les ha denegado el visado en el futuro".

Kimalee continuó hablando del esfuerzo mundial para exigir derechos para lxs migrantes y lxs trabajadores: "La ISP es miembro de la Red de Mujeres en la Migración Internacional (WIMN, por sus siglas en inglés) y se han publicado recomendaciones: es importante que acabemos con la criminalización de lxs migrantes, tenemos que garantizar derechos laborales fundamentales y condiciones de trabajo a todxs lxs migrantes, tenemos que proporcionar acceso a servicios públicos de calidad. También tenemos que cambiar las horribles narrativas que deshumanizan y criminalizan a lxs migrantes".

La ISP y sus sindicatos afiliados están trabajando estrechamente para integrar los derechos de lxs trabajadores migrantes como derechos humanos.