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Pandemia Coronavirus: Guía de orientación para la acción sindical - actualización
El brote de la enfermedad coronavirus (COVID-19) se caracteriza ahora por ser una pandemia. A mediados de marzo, el número de casos fuera de China se había multiplicado por 13 en apenas dos semanas, y el número de países afectados se triplicó. Los casos notificados superaron el umbral de 100.000 en 114 países, repartidos por todos los continentes habitados. Casi 4.500 personas infectadas han muerto y "miles más están luchando por su vida en los hospitales".
La Organización Mundial de la Salud ha expresado su profunda preocupación tanto por "los alarmantes niveles de propagación y gravedad como por los preocupantes niveles de inacción". Si bien algunos países están adoptando medidas para controlar la curva de crecimiento del brote, la respuesta de los gobiernos de la mayoría de los países no ha sido proporcional al grave desafío que la pandemia plantea a la humanidad
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George Poe Williams, enfermero, vivenció la muerte de sus colegas mientras el Ébola mataba a más del 8% del personal de la salud de Liberia. Ahora, tiene un mensaje para los gobiernos de todo el mundo que se enfrentan al #CoronaVirus: #SafeWorkersSaveLives
Lxs trabajadorxs de la salud no deberíamos convertirnos en mártires!
Cifras claves
a mediados de marzo de 2020
194,873
infectadxs
7,865
muertes
en 153
países
Este preocupante nivel de inacción se debe a la incapacidad estructural por un lado y a la falta de voluntad política por el otro. En general, los años de medidas de austeridad con recortes en la financiación pública de los servicios de salud y otros servicios sociales han dado lugar a niveles de personal e infraestructura inadecuados. La privatización ha debilitado aún más el sistema de salud y ha socavado la preparación para las crisis.
Lamentablemente, en muchos países que hasta ahora han demostrado falta de voluntad política para adoptar las medidas de salud pública necesarias para salvaguardar la vida y el bienestar de las personas, los gobiernos han estado dispuestos a actuar para apuntalar el mercado a medida que el brote se cobra sus beneficios.
Lxs trabajadorxs, y en particular lxs del sector público - miembros de las afiliadas de la ISP en todo el mundo, han estado a la vanguardia de la respuesta mundial. Estxs trabajadorxs se enfrentan al riesgo ocupacional de quedar expuestos al virus durante su trabajo. Como resultado de ello, los miembros de sus familias corren un mayor riesgo de infección que otros miembros de la población.
Asegurar que los derechos sindicales y laborales estén en el centro de la respuesta de COVID es esencial para reducir este riesgo para la seguridad y la salud en el trabajo. También es importante para una respuesta eficaz. Los brotes anteriores de enfermedades transmisibles altamente infecciosas han demostrado que los resultados de salud pública mejoran significativamente cuando se respetan los derechos laborales y los sindicatos pueden representar eficazmente a lxs trabajadorxs expuestxs a la enfermedad.
Los riesgos para la salud pública aumentan cuando lxs trabajadorxs no pueden actuar colectivamente para hacer frente a los riesgos para la seguridad y la salud en su trabajo; cuando no se proporciona equipo de protección personal (EPP) completo y adecuado a todxs lxs trabajadorxs que pueden entrar en contacto con personas infectadas; cuando no se concede a lxs trabajadorxs una licencia por enfermedad adecuada; cuando no reciben una remuneración adecuada si se ponen voluntariamente en cuarentena, y cuando los gobiernos y lxs empleadorxs se niegan a aplicar el principio de precaución, no proporcionan información transparente y detallada sobre el estado del virus y los riesgos, y cuando los gobiernos y lxs empleadorxs no hacen participar a lxs representantes de lxs trabajadorxs en la elaboración de políticas de seguridad y salud en el trabajo y de salud pública.
Estar informadxs
Los sindicatos y lxs trabajadorxs deben estar bien informados sobre la dinámica de la propagación del brote de COVID. Tenemos que seguir diariamente los informes de situación de la Organización Mundial de la Salud. También debemos exigir plena transparencia y responsabilidad a los gobiernos nacionales, regionales/provinciales, municipales/locales de nuestros países, y a los empleadorxs/directivos de nuestros lugares de trabajo.
Los sindicatos deben colaborar con las autoridades en salud competentes de sus localidades y países para disponer de información pertinente. Esto no debe hacerse de manera pasiva. Los sindicatos deben utilizar la información sobre las mejores prácticas de seguridad y salud en el trabajo en otros países para exigir mejoras en las medidas de SST aplicadas en sus propios países y lugares de trabajo.
Esas demandas de información deben basarse en "el principio de precaución”, según el cual, a falta de consenso científico sobre el hecho de que una acción, política o acto propuesto no sea perjudicial -en particular si ese daño tiene el potencial de ser catastrófico-, dicha acción, política o acto no debe aplicarse y se deben buscar los máximos resguardos".
La solidaridad siempre ha sido una ética fundamental de los sindicatos como movimiento internacional. El intercambio de información sobre las medidas adoptadas por los sindicatos y lxs trabajadorxs en los distintos países también es esencial para informar e inspirar medidas similares. Y a nivel internacional, como organismo sindical que mantiene relaciones oficiales con la Organización Mundial de la Salud, hemos participado activamente en la red de información sobre epidemias de la OMS (EPI-WIN) y en la colaboración con OIT-ACTRAV.
Tomando medidas
La prevención y el control eficaces de las infecciones son fundamentales para salvaguardar la seguridad en el lugar de trabajo. Los gobiernos y lxs empleadorxs tienen la responsabilidad de asegurar que se apliquen todas las medidas y procedimientos de prevención y protección necesarios. Y nosotros, como trabajadorxs, tenemos el deber de seguir los procedimientos de seguridad y salud ocupacional establecidos y utilizar los protocolos proporcionados.
El respeto de los derechos sindicales y laborales debe ser un elemento central de la respuesta al brote de COVID-19 en todos los países. Esto es importante para que lxs trabajadorxs puedan defender la aplicación inequívoca de medidas de prevención y control de la infección claramente definidas y puedan retirar sus servicios cuando los gobiernos y lxs empleadores privados no adopten las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad y la salud en el trabajo de lxs trabajadorxs.
LAS AFILIADAS DE LA ISP HAN ESTADO TOMANDO MEDIDAS PARA AYUDAR A PROTEGER A SUS MIEMBROS
Han; promovido el asesoramiento general, publicado boletines educativos, alentado a los miembros a mantenerse informados, proporcionado directrices clínicas, y proporcionando información para los diferentes mandos de trabajadores de la salud y asesoramiento sobre el uso de equipo personal preventivo.
Los sindicatos también han negociado convenios colectivos que permiten a lxs trabajadorxs afectados recibir una licencia especial remunerada en Victoria (Australia). Y en Hong Kong, la Alianza de Empleados de la Salud de Hong Kong se embarcó en una huelga para exigir que se establecieran medidas adecuadas de salud y seguridad, con el apoyo solidario de la ISP.
Las afiliadas de la ISP han movilizado igualmente a la opinión pública y han organizado la defensa de políticas y legislación para asegurarse de que las personas estén por encima del lucro en la respuesta a la pandemia. Esto ha incluido reuniones telefónicas en los ayuntamientos, cartas a lxs legisladorxs y peticiones en línea.
La ISP seguirá abogando por una acción internacional que implique tanto una respuesta a la pandemia como el tratamiento de las raíces de la propagación y la gravedad del brote. También facilitaremos el intercambio de información y experiencias de los sindicatos. Y daremos la máxima prioridad a la solidaridad con lxs trabajadorxs cuando tengan que luchar para salvaguardar su seguridad y salud en el trabajo.
La Internacional de Servicios Públicos apoyará a nuestras afiliadas de todo el mundo para:
mantenerse actualizados en la información publicada en la página web de la OMS sobre el brote de la enfermedad del virus de la Coronación (COVID-19). Actualizaciones diarias y seguir la red de información sobre epidemias de la OMS (EPI-WIN) para obtener asesoramiento, información y recursos actualizados regularmente sobre el brote
garantizar que las directrices nacionales de gestión clínica se basen en las directrices de la Organización Mundial de la Salud e integren medidas de otros documentos pertinentes, como las "Respuestas prácticas y administrativas a una enfermedad infecciosa en el lugar de trabajo" (en inglés) de la OIT
promover la conciencia de los miembros sobre los "derechos, funciones y responsabilidades de lxs trabajadores de la salud, incluidas las consideraciones fundamentales en materia de seguridad y salud en el trabajo"
presentar nuevas medidas para salvaguardar el empleo y las condiciones de trabajo de lxs trabajadorxs en la respuesta COVID-19, para la negociación colectiva
organizar la promoción de políticas y movilizar a la opinión pública con demandas para que los gobiernos:
se reúnan con representantes de los sindicatos y, en particular, con los sindicatos que representan a lxs trabajadorxs que pueden estar expuestos al virus en el curso de su trabajo, los trabajadores de la salud en general, en centros de salud, de los servicios de emergencia, lxs trabajadorxs de los aeropuertos, las líneas aéreas y el control fronterizo, lxs trabajadorxs de los hoteles y de los espacios públicos
reconozcan que COVID-19 es una amenaza para la seguridad y la salud en el trabajo y que los gobiernos y empleadorxs deben respetar todas las obligaciones detalladas en los Convenios 155, 187 y 161 de la OIT, así como en las Recomendaciones 194, 197 y 171 de la OIT y el Protocolo del Convenio 155
proporcionen equipo de protección personal (PPE) completo a cualquier trabajadxr que pueda entrar en contacto con personas infectadas o con cualquiera que provenga de una zona infectada y proporcionar PPE adecuado a todxs lxs trabajadorxs que trabajen en zonas públicas o muy frecuentadas
respeten el derecho de lxs trabajadorxs a optar por no trabajar cuando su salud y seguridad puedan correr peligro o cuando ellxs o sus familias tengan problemas de salud subyacentes que puedan verse agravados por el virus
garanticen que ningún trabajadxr, incluidos los del sector no estructurado, los trabajadorxs ocasionales o subcontratadxs, sufra pérdida de salario o condiciones durante cualquier período de cuarentena
proporcionen información transparente y oportuna a lxs trabajadorxs y sus sindicatos sobre el número y la ubicación de las infecciones y la información más actualizada sobre la enfermedad
aumenten los fondos destinados a los servicios de salud pública, incluida la investigación de enfermedades infecciosas en el ámbito de la salud pública
12 de marzo de 2020