Colombia: paro nacional contra las políticas neoliberales

En las concentraciones los voceros le enviaron mensajes al gobierno de Iván Duque; si no cambian el rumbo del país, si se mantienen las iniciativas de reforma pensional y laboral, si continúan los asesinatos de líderes sociales y sindicales, si se mantiene la criminalización de la protesta, si se gobierna solo en favor de las transnacionales y el empresariado, se profundiza el llamado a la movilización y la protesta nacional.

Por Juan Diego Gómez

Cientos de miles de personas salieron a las calles de varias ciudades de Colombia el jueves 21 de noviembre en adhesión al Paro Nacional convocado contra las políticas neoliberales del gobierno del presidente Iván Duque.

Desde muy temprano se fueron concentrando miles y miles - se puede afirmar que llegaron a millones - de trabajadores, estudiantes, indígenas, campesinos, amas de casa, desempleados, mujeres, personas LGBT, jóvenes, entre otras personas, en las principales ciudades del país. Allí, junto a la población, las organizaciones afiliadas a la IInternacional de Servicios Públicos (ISP) en Colombia se hicieron presentes, con sus mensajes específicos, con sus consignas, a la espera del comienzo de las marchas.

Vea las fotos de las marchas aquí.

Y las marchas iniciaron. En la medida que avanzaban, desde diferentes sitios de concentración en cada ciudad, la multitud crecía, como crece la expresión de descontento del pueblo colombiano. Y llenaron las plazas y paró todo: el comercio, las entidades públicas, algunas empresas privadas, el transporte público. El paro fue un éxito, al provocar la anormalidad del país.

En las concentraciones los voceros le enviaron mensajes al gobierno de Iván Duque; si no cambian el rumbo del país, si se mantienen las iniciativas de reforma pensional y laboral, si continúan los asesinatos de líderes sociales y sindicales, si se mantiene la criminalización de la protesta, si se gobierna solo en favor de las transnacionales y el empresariado, se profundiza el llamado a la movilización y la protesta nacional.

Al finalizar las concentraciones se produjeron confusos hechos que lamentar en algunas ciudades, pero más que ello, la arremetida de las autoridades contra las concentraciones y las marchas que aún se desarrollaban; los estudiantes y comunidades fueron reprimidas y, en varios casos, con exceso de la policía.

Cuando se creía que todo retornaba a la calma, de manera espontánea, se auto convocó la ciudadanía para un cacerolazo, que se hizo sentir en toda Colombia. En algunos barrios, de varias ciudades, el cacerolazo se convirtió en numerosas marchas que se mantuvieron hasta la entrada de la madrugada del 22 de noviembre.

Así las cosas, el pueblo expresó su cansancio con las políticas neoliberales que se ha aplicado a lo largo de más de tres décadas en Colombia y le manifestó al gobierno que ya no aguanta más.

El Comando Nacional de Paro emitió un pronunciamiento, en el que felicita al pueblo colombiano y lanza un alerta para nuevas acciones, en caso de que el gobierno siga eludiendo un diálogo abierto sobre las razones que motivaron el Paro Nacional del 21 de noviembre.