Chile en huelga por pan, trabajo, salud y dignidad

Convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Huelga General Sanitaria que se realiza este viernes 30 de abril en rechazo al gobierno de Sebastián Piñera tiene la adhesión de las afiliadas a la Internacional de Servicios Públicos en este país.

Pan, trabajo, salud y dignidad. Esta es la consigna principal de la Huelga General Sanitaria convocada por el movimiento sindical chileno este viernes, 30 de abril. El aumento del salario mínimo para cerca de 700 dólares, la entrega de una renta básica para el 80% de la población, la congelación de los precios de los alimentos y justicia fiscal para la financiación de los servicios público, en especial de salud, son algunas de las reivindicaciones al gobierno del presidente Sebastián Piñero que, según un comunicado de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), ha tenido una gestión ineficiente y errática de la pandemia de covid-19, y ha salvaguardado los intereses de las grandes empresas mientras las crisis económica y social se profundiza.

A la convocatoria de la CUT adhirieron públicamente las afiliadas a la Internacional de Servicios Públicos en Chile: AFIICH, ANEF, ANEIICH, ASEMUCH, CONFEMUCH, CONFUSAM y FENPRUSS, además de varios otros sindicatos, organizaciones sociales y territoriales, partidos y movimientos políticos. La huelga general sanitaria se ha manifestado con la ausencia a las actividades laborales presenciales y en teletrabajo, y con movilizaciones reducidas debido a la pandemia y otras acciones de protestas en todo el país.

En una carta de apoyo a la Huelga General Sanitaria y de solidaridad al movimiento sindical chileno, la secretaria general de la ISP Rosa Pavanelli escribió:

“La Huelga General Sanitaria que pone en el centro, la crisis económica provocada por el COVID y que está afectando a las familias que han disminuido sus ingresos, el incremento de la informalidad laboral, las desvinculaciones en plena pandemia, las medidas gubernamentales insuficientes que han obligado a miles de trabajadores y trabajadoras en Chile a hacer uso de sus propios ahorros previsionales para sortear la crisis, y la negativa del Ejecutivo de impulsar medidas económicas concretas demandadas por el movimiento sindical como: un salario mínimo de $500 mil pesos, una renta básica universal para el 80% del total de la población; el congelamiento de los precios de los alimentos y un impuesto a los súper ricos, develan también la necesidad de fortalecer los servicios públicos y atender las condiciones laborales de quienes los prestan.”

Lea la carta completa abajo: