El evento, celebrado entre el 21 y el 23 de enero, reunió al menos a 10 sindicatos del sector energético de todo Brasil que representan a trabajadores de Engie, algunos de ellos miembros de la Federación Nacional de Trabajadores Urbanos (FNU), afiliada al ISP.

Engie es una multinacional energética francesa que opera en los sectores de transición energética, generación y distribución de electricidad, gas natural, energía nuclear, energías renovables y petróleo. Opera en cerca de 30 países, entre ellos Brasil, y es la segunda mayor generadora de energía del país.

Durante el evento, que contó con la presencia del Secretario Regional de ISP Interamérica, Euan Gibb, y del Secretario Subregional para Brasil, João Cayres, se hizo un amplio balance de la situación nacional, incluyendo las cuestiones políticas, económicas y sindicales que afectan principalmente a los trabajadores del sector energético. En cuanto al análisis internacional, a partir de la participación de representantes de la ISP, los dirigentes afirmaron que es necesario estar atentos a los cambios en el panorama geopolítico que pueden afectar al sector con la profundización de las privatizaciones en todo el mundo.

"Desde el ISP contribuimos con un análisis de la situación internacional y evaluamos la actuación de la empresa a nivel global. Como federación internacional que representa a los trabajadores de los servicios públicos, destacamos la importancia de nuestra participación en el proceso de construcción, negociación y firma del Acuerdo Marco Global con Engie", afirmó João Cayres.

El 20 de enero de 2022, las Federaciones Sindicales Internacionales, ISP, IndustriALL y la Federación Internacional de la Construcción y la Madera (ICM), firmaron la renovación del Acuerdo Marco Global sobre Derechos Fundamentales y Responsabilidad Social firmado con Engie.

"Ningún acuerdo, ya sea local, nacional o mundial, es plenamente válido hasta que el sindicato de base lo pone en práctica colectivamente. Este seminario de planificación se celebró precisamente para que los sindicatos pudieran organizarse, aplicar los acuerdos existentes y crear una estrategia nacional para luchar por el trabajo decente en el sector de la energía", declaró Gibb.

Con la firma del acuerdo, la empresa se compromete a respetar los derechos humanos, laborales y sindicales, tal como se definen en los acuerdos y convenios de las Naciones Unidas (ONU), la OCDE y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en todas sus operaciones, incluidas todas las filiales en las que la empresa tenga responsabilidad operativa, independientemente de que sea o no el accionista mayoritario.