Atención de la Salud: No podemos volver a la “normalidad”

En este artículo, Judith Kiejda, Secretaria General de New South Wales Nurses and Midwives Association (NSWNMA) y miembro del Consejo Ejecutivo de la ISP, destaca la necesidad de adoptar medidas fundamentales para fortalecer los sistemas de salud y construir un mundo mejor a partir de la devastación de la pandemia COVID-19.

La actual pandemia de COVID-19 ha sido devastadora. Se debe a años de mercantilización de los servicios de salud, ha recortes en la financiación y la privatización de la atención pública de la salud. Como resultado, los centros de salud se han quedado sin personal suficiente y a menudo sin el equipo adecuado, incluyendo el equipo de protección personal (EPP) para lxs trabajadorxs de la salud.

Mientras luchamos por superar la pandemia, también debemos aprovechar la oportunidad, con miras al futuro, de asegurar que nuestros sistemas de salud se equilibre de manera que todas las personas tengan acceso a una atención pública y de calidad de la salud, independientemente de la capacidad de pago. Se acepta universalmente que el derecho a la salud es un derecho humano fundamental. Este es el momento de que vayamos más allá de las meras palabras y lo hagamos realidad para millones de personas que carecen de acceso a una atención de calidad de la salud.

La pandemia ha puesto de manifiesto importantes deficiencias en los sistemas de salud del mundo, que los sindicatos llevan años advirtiendo

La pandemia ha puesto de manifiesto importantes deficiencias en los sistemas de salud del mundo, que los sindicatos llevan años advirtiendo. Numerosos informes demuestran que se necesita mucho más personal del que actualmente existe.

En 2016, por ejemplo, la Comisión de Alto Nivel de las Naciones Unidas para el Empleo en la Salud y el Crecimiento Económico demostró que el mundo necesita no menos de 18 millones más de trabajadorxs de la salud para 2030, si queremos alcanzar el ODS 3, es decir, "Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades".

No podemos continuar asumiendo que el mercado nos garantizará la capacidad de hacer frente a calamidades como esta pandemia con el impacto masivo que ha causado en muchos países. Necesitamos en el sector de la salud pública trabajos decentes, seguros, permanentes, adecuadamente remunerados y con buenas condiciones de trabajo.

Las lecciones deben ser aprendidas y aplicadas.

Todos los países necesitan un número adecuado de trabajadorxs de la salud con las aptitudes y la formación adecuada, en el lugar y el momento apropiados, para que todas las personas del planeta puedan acceder a una atención pública y de calidad de la salud cuando lo necesiten. No podemos continuar privatizando los servicios de salud, ni total ni parcialmente. Los proveedores privados operan con un modelo de negocio "al día" que se ha hecho muy evidente en esta pandemia, dejando a lxs pacientes y al personal expuestxs. Los servicios a las poblaciones vulnerables se gestionan mejor dentro del sector público.

Informe tras informe a nivel internacional ha demostrado que se necesitan ratios de enfermerxs y personal de atención para la dotación adecuada de personal de los centros de salud en todos los sectores, incluido el de la atención a las personas de edad avanzada. Cuando se aplican en el entorno de la salud, esas proporciones deben tener la combinación de aptitudes necesarias para la óptima práctica del servicio.

Este es un momento en el tiempo para restablecer el personal de la salud, para asegurar:

  • El ratio óptimo de trabajadorxs de la salud en los centros de salud públicos, privados y de atención a la avanzada edad.

  • Asistencia pública y de calidad de la salud para todxs en todos los países.

  • Un restablecimiento de la sociedad que implique un equilibrio del medio ambiente, social y la economía. Estos son los criterios esenciales para reformar el mundo a medida que avanzamos.

No podemos volver a la normalidad - la normalidad pre COVID-19 fue lo que nos llevó a estar en esta posición vulnerable en la que nos encontramos hoy.