El Convenio 190 y su respectiva Recomendación 206 fueron aprobados en la OIT en junio de 2019 durante la 108ª Conferencia Internacional del Trabajo, en el marco de la celebración del centenario de esta organización tripartita. Un proyecto de ley sobre el Convenio 190 había sido enviado el 28 de mayo de 2020 al Congreso argentino por el presidente Alberto Fernández. En junio, la materia había sido aprobada por el Senado.

Se trata de un gran triunfo para el movimiento sindical argentino y mundial, en particular para la Internacional de Servicios Públicos (ISP), que durante ocho años viene trabajando sobre este tema. Nacionalmente, el Comité de Mujeres (CNM) de la ISP en Argentina, así como las organizaciones afiliadas en ese país, están entre los responsables por esta aprobación.

Cuando el gobierno argentino presente el instrumento correspondiente en la sede central de la OIT en Ginebra, Suiza, entonces ese país sudamericano será formalmente el tercer del mundo en ratificarlo, después de Uruguay, en 12 de junio de 2019 y Fiji, en 25 de junio de 2020. La ratificación por Fiji ha confirmado la entrada en vigencia de este Convenio a partir del 25 de junio del 2021.

“Es simbólico que se aprobó el Convenio 190 el día que se conmemora la primera vez que votamos las argentinas, 11 de noviembre de 1951. ¡Que alegría!”, afirma Isabel Berón, coordinadora del CNM Argentina.

La responsable mundial de Género de la ISP Verónica Montúfar congratula la Argentina por ese importante paso. “La muestra que hoy ha dado al mundo la Cámara de Diputados con la ratificación del Convenio 190 de la OIT, es el de ser un poder del Estado pertinente en la historia, ya que hoy más que nunca hacer efectivo el derecho a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso es un hecho de coherencia política. El Convenio 190 se erige una vez más como el instrumento del derecho internacional del trabajo más relevante, que incluso incorpora asuntos que al momento de haber sido adoptado en 2019 en la Conferencia del Centenario de la OIT, no se veían venir, tales como el teletrabajo, el trabajo en casa, la digitalización del trabajo y la unidad indivisible del espacio intrafamiliar con el lugar de trabajo, todos estos generando aspectos y condiciones proclives a elevar los niveles de violencia y acoso con especial impacto en la violencia basada en el género. Hacemos nuestra esta victoria del movimiento sindical argentino y de manera especial de la lucha y estrategia unitaria e inteligente de las mujeres sindicalistas feministas a quienes reconocemos su gran esfuerzo y batalla ganada. Ahora a implementarlo!”